Cuento de Montaña: FKT en el cerro el plomo Parte I: Ascender y trascender#RunchileArtículo

Por Claudio Nieto (PhD)

Mirando fotografías de escaladores y montañistas en filos agresivos. Estaba maravillado con la exposición y el retorno, recordaba cuando sostenido de un filo, su vida dependía de la cuerda, que, atada a su compañero, eran la extensión misma de la vida. Claudio era un montañista dedicado a escribir sonetos cuando Dominga le preguntó si podía ayudarla con su entrenamiento para subir montañas corriendo.

Aquel día, el laboratorio móvil llegó de acuerdo con lo previsto, a lo lejos Claudio divisó una especie de bus sobre ocho ruedas. Observó también, una caja repleta de material de montaña, atiborrada de calcomanías del tecnólogo médico que también conducía semejante carruaje de sus andanzas por el mundo buscando representaciones, a veces, no encontradas. Claudio recordó que sus pasados 12 meses no fueron otra cosa que, buscar en el lugar equivocado, buscando sin encontrar. Al volver a mirar las calcomanías de escaladores suspendidos de sueños del laboratorio móvil, intuía que sí había encontrado esta vez, una proyección de sus sueños, descubierto su representación. O más bien, el reencuentro con su destino en los sueños de Dominga.

Era entrenador. Cargaba su retórica con fisiología del ejercicio, un modelo de entrenamiento basado en contextos socioculturales poco entendido y puesto en práctica después de un divorcio que lo dejó lejos de su hijo. Dominga era una intensidad de 23 años que quería comerse el mundo en bocanadas, no pedacitos, haciendo finta que sus respectivos sueños llevarían a la victoria.

Dominga Villarino en las tomas de muestras sanguíneas en el laboratorio móvil de greenlab | Crédito de la foto: Jesús Martínez
  • ¿Vamos a romper el récord del plomo? Pronunciaron cierta vez, ambos, no recuerdo quien fue el primero, pero los dos se pusieron a caminar con la misma intensidad.
  • El plomo era una montaña de 5424 metros que ninguna mujer (u hombre) había subido y bajado en menos de 8 horas desde el centro de esquí La Parva.

La única cosa seria es la pasión, no la inteligencia”, mencionó Dominga cuando Claudio presentó el diseño de su estrategia para hacerlo lo más rápido posible.

La jornada había sido planeada con un fotógrafo-maso terapeuta, un doctor en matemáticas que instaló unos aparatos para medir el ritmo de marcha de toda la cordada que intentaría la hazaña, dos compañeros de equipo que cabalgarían cuidando el ritmo de Dominga y un tecnólogo médico que en su atuendo no había acentuado la palabra tecnólogo, cuestión que hizo perder a Dominga su seriedad a la hora del registro sanguíneo pre-ascensión.

De Izquierda a derecha: Patricio Candia (Investigador), Jesús Martínez (Maso-terapeuta), Tomas Aylwin (Pacer), Dominga Villarino, Claudio Nieto (Investigador-Entrenador), Felipe Domínguez (Pacer); Raimundo Sánchez (Investigador) (créditos de la foto: Jesús Martínez)

Claudio vio desde el laboratorio cuando partieron, pareciendo alcanzar la eternidad y felicidad de un vuelo fugaz, se veían como gaviotas, todos juntos, como una bandada eterna del vuelo final de Juan salvador… frotó sus manos varias veces, hasta sentir la cálida temperatura en sus palmas, miró al cielo y sopló lento sobre ellas. No podía dejar de sentir su nerviosismo por una ascensión extrema de la primera mujer chilena en hacer semejante hazaña. Esperando que la hembra brava (el plomo) la recibiera en sus cumbres con un gesto de seguridad y permitiera un descenso fugaz para romper el tiempo registrado. Recordó su pasado montañero, su accidente en Italia, la muerte de su amigo escalando, la otra muerte de su profesor, otras muertes de tantos amigos perdidos en ventisqueros helados…y más heridas del corazón.

De pronto, volvió en sí y recordó como resolvió la aritmética del cansancio para diseñar el entrenamiento de Dominga, su intento de equilibrar las ecuaciones de sus jornadas y el cálculo de una integral entre el límite y el agonismo de estar transformándola en montañera.

¿Cuál eran los métodos de entrenamiento del destino?

¡¡¡Siguió reflexionando sobre el valor que concedemos a nuestra inocencia salvaje del azar…el único dios razonable!!!…

Pasaba el tiempo y terminó por resignarse a entender que los minutos, tan amigo de sus esperanzas, permitirían que el sosiego abdicara en la felicidad del triunfo.

Fue cuando los vio aparecer, como las gaviotas de Juan salvador, fugaces como montañeros estoicos, rompiendo un récord histórico (absoluto) de una mujer de tan solo 23 años. Fueron 7 horas 32 minutos y 4 horas 14 min de ascenso, había establecido en el segmento de ascenso los registros absolutos en mujeres a su corta edad y en el segmento completo no tenían certeza que alguien lo hubiera realizado, al menos desde La Parva.

Dominga se había convertido en la mujer más rápida en subir el cerro el plomo comiéndose el mundo a carcajadas. Quizás, ¿sería la forma de bailar con las estrellas? y mirar desde el alto ¿cuánto hemos subido? entendiendo cuanto nos queda aún por subir…

Créditos: Felipe Domínguez

Nota: Alfredo de la Cruz capturó momentos inéditos de la ascensión y las dejó para la eternidad en un reels de su IG:

No se pierdan “FKT en el cerro el plomo Parte II” donde escribiremos sobre las raíces del proyecto.

Lunes 26 de diciembre de 2022

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