Lorena Troncoso: XCountry Aculeo, 26K

Estaba muy nerviosa, ya que correr 26k no es menor… menos cuando no se ha entrenado fondo, el cual era mi caso… lo más que había hecho eran 18k, por lo que mi mente trataba de traer recuerdos de fondos anteriores (muy anteriores), pensando de esa forma, que si el cuerpo no me daba, mi mente si lo haría.

Al principio partí muy contenta y a todo trote para mantenerme dentro de la delantera, pero cuando comenzaron las primeras subidas mi mente me recuerda que son 26k… no gastes todo!, así que la gente me empezó a pasar, hasta que como en el kilómetro 5 aparece una pareja al lado mío que me van haciendo la pelea. Ante eso, aparece mi espíritu competitivo y dice no!! No quiero que me pasen…!!, por lo que vuelvo al trote ligero para mantenerme delante de ellos. La verdad fue una lucha cuerpo a cuerpo, me pasaban, yo los pasaba y así hasta el kilómetro 13 en el cual digo… esto se acabó!!, me aburrí y comencé a correr a mi 100% hasta dejarlos atrás…

Obviamente me quemé y claro, corrí más de un km a mi máximo cuando aún quedaban más de 10 km por seguir. En ese punto, ya ni la mente me funcionaba, pero estaba feliz, ya que había dejado a la pareja atrás… hasta que, pasando el punto de hidratación aparece el señor de la pareja que comienza hacerme la pelea nuevamente…. y digo… nooooo, no puede ser… es una pesadilla!!! Volvimos a luchar por la delantera, era tanta la lucha, que en una ocasión me toma de la espalda y me tira hacia la vereda -ya que como yo estaba con el afán de pasarlo, un auto había pasado muy cerca de mí- pero, les podría decir que ese gesto en ese momento me dio más rabia que agradecimiento, ya que me daba cuenta que él estaba tan cerca mío que con la mano me alcanzaba.

La lucha continuó hasta como el km 24 en el cual, me pasa definitivamente, para verlo alejarse y alejarse… creo que me sentí aliviada… ya que en ese punto estaba muy cansada de seguirle el paso. En eso, me doy cuenta que faltaba muy pocoy saqué fuerzas y volví a poner todo mi esfuerzo nuevamente, mi miedo era que alguien de mi categoría me pasara justo en los metros finales, así que, le puse con todo, aunque odiando esos metros finales que se hacen eternos. Y así hasta llegar a la meta final!, fue la felicidad máxima poder decir: terminé los 26 km, por fin terminé!

Después en la zona de catering de la meta, me encuentro con el señor, “Mi rival” en la carrera, quien me dice: que buena carrera me hiciste hacer, me llevaste full todo el rato!, muchas gracias. Y yo me pongo a pensar… ”me agradece después de hacerme sufrir!” Noooo, no puede ser… y me maté de la risa. Al final me di cuenta que los dos nos habíamos ayudado mutuamente y eso es lo lindo de las carreras; compartir esos momentos con gente, que adora lo que uno adora y que en ocasiones dejan de ser desconocidos para transformarse en verdaderos compañeros de ruta.

Lorena Troncoso