Tobi Castro en Boston 2024: “Creo que hice trampa”#MaratónDeBoston #RaceReportRunchile

Race Report Maratón de Boston 2024

Es difícil saber por dónde empezar un Race Report tan especial como este, pero creo que es justo empezar aceptando que quizás hice trampa. No sé muy bien qué dice el reglamento sobre correr con 3 corazones, 6 pulmones y 6 piernas, pero la Denise y la Alicia (mi señora e hija) estuvieron corriendo y empujando conmigo en cada paso, así que sí, definitivamente tuve ayuda externa en esta carrera, y según he leído, el reglamento no lo acepta. 

Esta carrera empezó hace varios años, el 2017 específicamente, cuando postulé a Boston 2018, la que no pude terminar por las duras condiciones del tiempo sumado a no estar bien preparado, quizás fue por mi falta de experiencia o, como lo estoy viendo ahora, porque no tuve todo el apoyo que ahora sí tuve, y en ese sentido, sí, ahora hice trampa, corrí con ayuda externa, pero creo que de una u otra forma realmente no hay otra manera de correr, al final, todos somos tramposos, porque el running es un deporte de equipo, nadie que corra bien y feliz, corre solo, esa no me la creo.

Esta vez tuve a todo un equipo, y ese equipo es GRANDE, capitaneado por la Denise y formado por nuestra Alicia (3 meses) que me alegra y enseña día a día, quienes que sacrificaron muchísimo para que yo pudiera marcar en verde esos entrenamientos en Training Peaks, también estuvo mi familia, por lados Castro Miranda y Cuthbert De Solminihac, los que nunca dejaron de apoyarme y motivarme ¿cómo no mencionar a mi querido Runnit? que son quienes comparten conmigo esta pasión y me inspiran todos los días haciendo las mismas tonteras que yo, y también a mis amigos de HC Tri 2005, OoM, Team Furia, Battle of Rancagua, y así podría seguir nombrando por días, ¡muchísimas gracias!

Resultado de todo eso, logré cerrar el mejor proceso que he hecho en los 10 años que llevo haciendo esto, fueron 16 semanas de constancia y disciplina, muchísimas horas y kilómetros. Mentalmente llegué más fuerte e inspirado que nunca, en gran parte porque fui papá hace 3 meses y eso me tiene con una mentalidad distinta, uno simplemente no puede fallar, no hay espacio para eso, y me tomé esta carrera como una  responsabilidad más, harta presión y expectativas quizás, pero como decía Billie Jean King «pressure is a privilege», y así como había algo de presión, también estaban las más de 180 horas y 1.800 kilómetros de entrenamiento, semanas de 120 a 135 km, incontables subidas a La Vendimia, un par de subidas corriendo al Colorado y miles de vueltas a la pista, así que sólo había que salir a correr, sufrir, «trust the process» y que ojalá se alineara todo. Y así fue, uno de esos días especiales, esos que no se dan mucho, pero que cuando aparecen en nuestra vida deportiva amateur, hacen que todo el sacrificio cambie de forma, muta a alegría y agradecimiento, y por un breve y efímero instante, logramos percibir ese sentimiento de satisfacción, ese que a los corredores nos dura poco porque rápidamente pasamos a tener hambre de nuevo, buscar nuevos límites y a pensar en «la que viene».

Boston es especial, es un mundial amateur, unos juegos olímpicos para el ciudadano común, la más antigua y prestigiosa, pero sobretodo, Boston es brutal y no tiene concesión, y si le faltas el respeto, no te perdona, “been there, done that”, lección aprendida. 

Con esa lección a mi favor, decidí partir calculadamente fuerte y aprovechar cuidadosamente las bajadas, pero siempre respetando el circuito, conociendo los límites, las fortalezas y también las amenazas

El mantra era simple «tranquilo en los bajadas, mantén en las subidas, y después de Heart Break Hill, sufre hasta que no quede absolutamente nada», y así fue, una batalla interna, nunca había tenido que hacer un trabajo mental tan profundo como hoy, dolió como nunca había experimentado, sobretodo los últimos 7K, sólo pensaba en mi familia, cada kilómetro que empezaba miraba mi argolla y mis «tatuajes» de AC♡DC, beso mental y vamos de nuevo por el que viene, ahí afloraron los recuerdos de todo el sacrificio hecho y también sabía que en Chile habían muchos que estaban mirando ese tracker, nerviosos, comentando, calculando y hasta apostando jaja, varios quitándole atención a las pegas para poder enviarme ánimo a mí, a ellos no les podía fallar y asustarlos apareciendo con un split más lento no era opción, eso no me iba a pasar, no de nuevo. 

Y aunque admito que estuve cerca de fallar al final, al borde, agarrar esa bandera en los últimos 800 metros (¡gracias Matías Opazo por el aguante!) fue como volver a empezar, piernas frescas, emoción desbordante, un ¡Vamos CTM! más fuerte que nunca y Right on Hereford, Left on Boylston, «déjalo todo y lo logramos», pensé, «sólo corre weon, ¡corre!».

Admito que esos últimos metros me los lloré enteros, ese túnel humano a la meta, la energía de la gente, el ruido ensordecedor, es algo que recordaré por siempre, porque hay miles gritando y todos gritan por ti, eres un héroe y te lo hacen sentir. Eso es Boston, eso es este deporte, es la pasión infinita por buscar nuevos límites, es el espíritu del «Running» materializado, es un privilegio y una responsabilidad, pero sobretodo, es donde se destruyen sueños, y a veces, sólo algunas pocas pero maravillosas veces, ¡donde también se cumplen!

Cristóbal Castro Miranda

Fecha de la carrera: Lunes 15 de abril de 2024

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