New Balance tiene dos modelos tope de gama: la 1080 para corredores neutros cuya revisión está en manos de Ricardo Cumplido y las 1260 para sobrepronadores; modelo que he testeado por 180 kilómetros y del que no soy indiferente, pues durante dos años mis modelos de elección fueron las 1224 y 1225, predecesoras históricas de la 1260.
La primera impresión es de pura calidad, las telas, el diseño, el corte de la suela –y el llamativo color- hacen salivar a cualquiera. De hecho, las promocionan como la “zapatilla que hará a los corredores neutros desear ser pronadores” y vaya que me tocó esa frase, tantas veces ver zapatillas livianas y maravillosamente estilizadas para corredores neutros versus los “bototos del running para los sobrepronadores”. Esta vez la tortilla se dio vuelta.
El upper, con diversas telas, muy respirable y tecnología Phantom Fit; ésta es una fina tela plástica doble, sin costuras insertada en la planta hasta los ojales de los cordones, que da estabilidad en el tarso del pie. Además contar con refuerzos en la punta y talón. Algunos amigos sufrieron con las telas de versiones anteriores que se desgarraban en menos de 200 km de uso, esto ha sido resuelto, las probé por varios terrenos y trotes de hasta 20 km y se comportan muy bien sin rajaduras ni signos de desgaste en la tela.
El interior es muy mullido con una plantilla del delicioso Ortholite, incomparable comodidad (no pocas veces coloqué la plantilla Ortholite de mis 1224 en mis zapatillas de competición de otra marca para darles mayor comodidad, ¡y lo conseguía!) además que está tratada para evitar el desarrollo de bacterias y malos olores.
El talón posee un diseño Asymmetrical Heel Counter (Base de talón asimétrico) que le da estabilidad y cuya diferencia de altura a nivel de la goma logra un efecto que suaviza el taloneo para quienes poseen una transición de zancada de talón a punta.
Es su media suela es donde se aprecia la complejidad, el trabajo de ingeniería y diseñadores de New Balance. Posee goma EVA Abzorb en toda la planta (de color blanco). Esta tecnología fue utilizada inicialmente en 2007 en modelos como la 902 y 903, zapatillas mixtas de competencia con mucha respuesta. Es un compuesto suave, pero resiliente, y muy importante: es liviano. Para dar más respuesta le agregaron N2 (goma de color amarillo), el cual aumenta el retorno de energía en cada zancada. El resultado: una zapatilla agresiva. Increíble para un peso de poco menos de 350 gramos en talla 10, no me daba cuenta y ya le estaba poniendo mayor cadencia y velocidad (también ayudan sus 8mm de heel drop).
Pero ¿qué hay de la estabilidad? Tiene dos elementos claves. Un poste de goma más rígida (color gris marmoleado) desde la base interna del talón por todo el arco del pie. Además de un trozo de plástico rígido T Beam. Ambos corrigen la sobre pronación dando un buen soporte sin ser demasiado restrictivos.
La planta tiene mucha goma de alta resistencia a la abrasión, lo que aumenta su peso, pero alarga su vida útil en corredores de mayor peso, además de una arquitectura que da cierto grado de flexibilidad en una zapatilla que de por sí es rígida.
En conclusión: un lujo de zapatilla para sobrepronadores, ideal para corredores sobre 75 kilos quienes gracias a su peso notarán la amortiguación del Abzorb y la respuesta del N2, para trotes vivos a ritmos propios de un 21K a 42K. Obtendrán una zapatilla de gran durabilidad y si desean realizar trotes más veloces los acompañará satisfactoriamente, aunque algo pesadas para corredores más livianos.
Consigue estas zapatillas en las tiendas New Balance y Sparta a $89.990.-
por Adrián Rodríguez (Miércoles 16 de marzo de 2016)
