La sexta jornada del Campeonato Mundial de Atletismo estuvo marcada por varias finales y también por la participación de la velocista chilena Isidora Jiménez, quien lamentablemente no consiguió clasificar a semifinales. La atleta chilena quedó quinta en su serie de los 200 metros planos con un tiempo de 24.06 segundos, lejos de su mejor marca de 23.19 segundos. A pesar de su frustración y dura autocrítica, Isidora se convirtió en la primera velocista de nuestro país en participar de un campeonato así, rompiendo los 14 años de ausencia. «La marca fue muy mala. No encuentro explicación. Lo veo mal, no sé por qué fue así. La inexperiencia quizás, pero estoy contenta por venir. Es mi primer Mundial y creo que estaré entre las mejores en un tiempo», afirmó con ambición.
La colombiana Caterine Ibargüen escribió un capítulo de oro en la historia del atletismo de su país al proclamarse campeona del mundo en el salto triple con una marca de 14,85 metros. La medalla de plata fue para la rusa Ekaterina Koneva con un salto de 14,81, mientras que la favorita y defensora del título, la ucraniana Olha Saladuha (14,65), se tuvo que conformar con el bronce.
En cuanto al salto alto masculino, el ucraniano Bohdan Bondarenko se adjudicó la medalla de oro con una marca de 2,41 metros, aunque no pudo superar los 2,45 metros del récord del mundo que ostenta, desde 1993, el cubano Javier Sotomayor. Con el primer lugar garantizado, Bondarenko trató de superar a Sotomayor, colocando el listón en los 2,46 metros, pero erró en sus tres intentos. Aún así, no dudamos en que en un futuro próximo logrará superar esa marca. En segundo lugar quedó el catarí Mutaz Barsim (2,38 m), y el bronce fue para el canadiense Erik Drouin (también 2,38 m, récord de su país).
En la final de los 3.000 metros con obstáculos, Kenia volvió a dominar con un tiempo de 8:06.01 de Ezekiel Kemboi, quien consiguió su tercer título consecutivo. Lo siguió muy de cerca su compatriota Conseslus Kipruto, quien al parecer está destinado a sucederlo, con un tiempo de 8:06.37. El francés Mahiedini Mekhissi-Benabbad, campeón de Europa, se llevó la presea de bronce con 8:07.86.
En los 1.500 metros, la sueca de origen etíope Abeba Aregawi le quitó el título, en los últimos metros, a la estadounidense Jennifer Simpson. Aregawi, que fue autorizada a correr por Suecia el pasado mes de diciembre, solo medio año después de obtener la nacionalidad por el país nórdico, cruzó la meta con un tiempo de 4:02.67. Simpson se quedó con la medalla de plata con 4:02.99 y la keniata Hellen Obiri obtuvo el bronce con 4:03.86.
También se corrieron las finales de los 400 metros vallas tanto para hombres como para mujeres. El trinitense Jehue Gordon se coronó campeón con la mejor marca mundial del año (47.69), dejando fuera del podio a los tres latinoamericanos: Omar Cisneros, Félix Sánchez y Javier Culson, que terminaron del cuarto al sexto por ese orden. Gordon superó por una centésima al estadounidense Michael Tinsley, quien se llevó la plata. El serbio Emir Bekric se quedó con el bronce con 48.05.
En la final femenina, la checa Zuzana Hejnova se proclamó campeona con la mejor marca mundial de la temporada (52.83), seguida de las estadounidenses Dalilah Muhammad (54.09) y Lashinda Demus (54.27). La checa ganó fácilmente, obteniendo el margen más amplio sobre la segunda en la historia de los Mundiales: un segundo y 26 centésimas.
Jueves 15 de agosto de 2013
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