La comunicadora Matilda Svensson ha hecho de todo tanto en radio como en televisión. Esta ex Vj de MTV y rostro del desaparecido canal Rock And Pop, ha forjado una carrera relacionada estrechamente con la música y en particular con el rock. Hoy, como esposa y madre de tres hijos, da un salto «indie» fuera de toda la maquinaria de los grandes medios de comunicación, lanzando su propio blog llamado “Rocking & Running”, apoyada por dos marcas amigas: TomTom y Skechers Performance. Un golpe que revitaliza la carrera de Svensson y la traslada hacia un área que pocos reconocen en ella, su afición desde pequeña por correr.
Matilda, que vivió parte de su vida en Suecia y también en nuestro país, nos recibió en su casa de Santiago donde la entrevistamos y conversamos de todo: Sobre este nuevo proyecto, su estrecha relación con el running y su incipiente preparación para el IM 70.3 Pucón 2016. De guitarras y maratones, a continuación.
El deporte, ¿te ha acompañado durante toda la vida?
Lo vi en mis padres porque siempre fueron muy activos. No diría que deportistas o de espíritu competitivo, pero sí súper activos. De hecho mi papá siempre ha hecho trekking y ahora a los 65 años corrió su primer maratón, en Estocolmo. Y la verdad es que mi mamá siempre fue muy activa también y siempre la vi trotar, hasta embarazada. Entonces siempre he sido muy activa, desde muy chica. Cuando uno empieza a sentir ciertos complejos a los 12 ó 13 años, necesita moverse. Yo empecé a trotar, pero siempre bajo mis propias reglas. Lo hacía para sentirme bien. En ese tiempo no era mal visto, pero la gente lo encontraba extraño. Mis compañeras siempre encontraron rarísimo que yo trotara. Y todo el mundo tenía ese discurso de “oye, hace mal trotar, te vas hacer pedazos las rodillas” y ese tipo de comentarios. Claro, sin considerar tecnologías adecuadas quizás porque era muy caro comprar un par de zapatillas.
Por muchos años fue ir aumentando kilometraje, de hacer vueltas más largas o correr un poco más rápido, de a poco. De hecho en Suecia salía a correr a los bosques. Y acá, hace como 10 años que corrí mi primer 10 km. Fue un Nike si mal no recuerdo y me encantó. Después hice un Brooks Trail, creo que era, de 12 km. Y me entusiasmó la idea porque yo jamás había corrido en grupo. Había trotado sola siempre. Corría tres o cuatro veces a la semana, siempre sola y tampoco nunca lo vi como algo competitivo. Me encantó y lo encontré súper. Después empecé a correr diferentes carreras y hasta que llegó el momento en que dije, tengo que hacer un 42 km. Así que pasé por un 21, que se me hizo fácil. O sea, no me morí, no fue un sufrimiento. Y ahí dije, vamos por los 42 de todas maneras. Mi primer maratón fue el Costa Pacífico y al cual llegué sin preparación física, sólo corrí.
¿Tú sola te preparaste para el maratón?
Sola, pero no me preparé muy bien. Ese maratón lo corrí con unas zapatillas horribles, que no eran adecuadas, para nada. Eran como de gimnasia yo creo y más encima me quedaban grandes.
De eso, ¿hace cuánto tiempo?
Hace cinco años. Fue el 2010. Terminé la carrera en 4 horas 58 minutos. Me quería morir, porque era mucho sube y baja, y fue muy épico porque había poca gente inscrita. Como 350 personas y en su mayoría eran competidores mucho más experimentados, que me adelantaron rápido. Había un par de personas mayores detrás mio, de 55, 60 ó más. Y ahí iba yo, a la mitad del campo, con rectas eternas y curvas por allá lejos.
¿Pero te quedó gustando la distancia porque corriste varias más?
Me encantó pero llegué llorando.
¿De emoción o de dolor?
De las dos cosas (risas). Me dolía todo, fue terrible. Yo sentía en las subidas que mis rodillas estaban súper averiadas. Estaban sueltas, yo sentía que se me soltaban los meniscos de la rodilla. De verdad sentía como que se me separaban. Fue terrible, pero nunca paré. Y en eso, mi hijo grande que tenía en ese tiempo como 13 años, viene en skate los últimos dos kilómetros y me dice, “mamá apúrate porque hasta las cinco horas dan medallas” y era cómo voy a quedarme sin medalla después de esto (risas). Me emocioné porque mi hijo me fue a buscar y además me motivó para llegar a tiempo, o sino me hubiese demorado más que las 4h58m que registré.
¿Cuál fue el siguiente desafío ?
Eso fue en diciembre y el maratón de Santiago en abril lo corrí igual, pero tampoco me preparé. Ocurre que estuve un mes lesionada, con dolores terribles en las rodillas.
¿Cuándo se genera el cambio de empezar a tomar esto más responsablemente?
En el tercer maratón, que fue en Buenos Aires. Me invitaron a correr, entonces sentí que tenía una responsabilidad de no dar jugo por lo menos. O sea tratar de mejorar mi marca y dar una buena imagen. Me tocó viajar con algunos deportistas elite y me sentía absolutamente ridícula al lado de ellos. Pero fue bueno verlos y entender la lógica detrás del pensamiento más profesional en el running. Una cosa es sufrir y el autofrajelo, pero otra es entrenar y pasarlo bien.
¿Cuál es tu mejor marca en un maratón?
4 horas y 24 segundos en Houston. Estaba apuntando a 3h56m pero no lo logré.
Ahora que empezaste a entrenar en el club RPM, ¿sientes la diferencia?
Todavía no llego a notar la diferencia. Pero estoy trabajando potencia y todo eso. Ahora por ejemplo, puedo sostener una velocidad mayor o un ritmo mayor en más tiempo. Antes aceleraba un poco y me moría. Siempre he tenido muy buena resistencia, puedo correr muchas horas pero claro, el ritmo era el problema.
¿Cuál es tu objetivo en el running, seguir corriendo o tienes la intención de llegar a las 3 horas y media en una maratón, por ejemplo?
Me encantaría llegar a 3h30m de hecho apunto a eso. No sé si este año porque quiero guardarme para el Ironman 70.3 de Pucón. Porque claro, si me esfuerzo mucho y me lesiono no tiene mucho sentido. Estoy poniendo todo mi esfuerzo por hacer el IM 70.3.
¿Por qué decidiste prepararte para el IM 70.3 de Pucón?
Tenía ganas de variar un poco la actividad. La verdad es que yo me muevo para todos lados en bicicleta y siento que es una base para empezar a entrenar el pedaleo y aprovecharlo para el triatlón. En natación estoy mucho más atrasada. Estoy aprendiendo a nadar crol. Yo en Suecia cuando chica aprendí a nadar pecho y toda mi vida he nadado así, pero sin sumergir la cabeza y cuando fui a la primera clase, casi me muero. En primer lugar Marcos (Ottenhsimer) me dice, “bueno, nada pecho, pero sumerge la cabeza”. Ya bien, no tuve problemas con eso, así que lo estoy usando como técnica. Pero la verdad es que el crol me ha costado harto. Igual el running lo estoy entrenando seis veces a la semana, más la natación dos días y ahora tengo que sumar la bicicleta. Es tiempo de madre que debo dedicar al entrenamiento.
¿Te ves como una triatleta a futuro o es un proyecto de una runner?
En este momento, lo veo como el desafío de una runner, porque no sé si tendré las aptitudes para seguir practicando. Voy con mucho respeto a Pucón. Voy hacer todo lo posible por terminar esos 1.900 de nado, en la bicicleta no voy a tener tanto problema y espero que tampoco en el running. Pero claro, a esa altura el cansancio puede pasar la cuenta.
Volviendo al running, ¿qué opinión te merece este boom en la población?
Es una moda súper positiva. Hay una consciencia social de la cual uno tiene que hacerse cargo. No solamente de la salud de uno, sino de contagiar al otro, que tenga mejores hábitos y que seamos una mejor sociedad.
Matilda, cuéntanos de qué se trata tu nuevo proyecto “Rocking & Running”.
Es un blog. Un espacio donde puedo llevar a las letras todo lo que pasa por mi cabeza cuando voy corriendo, por ejemplo. Son muchas horas las que uno invierte en la acera y siento que hay cosas que uno puede compartir con otras personas que hacen exactamente lo mismo. Eso más un montón de inquietudes que tengo. Pero el blog es más que eso, porque también tiene una parte informativa, de intercambio de otro tipo de ideas, respecto a estos dos ejes que son el rock y el running. Pero estos dos universos no tienen porque cruzarse. Alguien por ahí me preguntó, “cómo vas a unir las ideas, onda, ¿uno corre con música?» No necesariamente. Todos tenemos millones de vetas en nuestras vidas, tenemos diferentes cosas que nos gustan y nos apasionan. Y estas son las dos cosas que a mí me interesan. Entonces la gente que eventualmente me reconozca, lo va hacer a través de esa veta musical, pero quizás no saben que también me apasiona el running. Desde la mirada amateur y no profesional. Y ahí está el contraste porque soy comentarista de música desde la vereda más profesional y soy amateur en el running.
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Éxito con el blog y estaremos conversando para tu preparación a Pucón.
Entrevista realizada el viernes 12 de junio de 2015