Martín Quinteros: “Terminar fuerte un maratón es una sensación indescriptible”

Correr mi maratón número 15 en New York fue una experiencia excepcional, quedé muy feliz y satisfecho. Agradezco inmensamente toda la guía y confianza de Martín Arias, mi entrenador en TYM, y todo el apoyo y cariño de mi familia y amigos. Habiendo corrido varios majors anteriormente, Boston (6 veces), Chicago (2 veces) y Berlín (2 veces), puedo decir que en términos de espectáculo y apoyo de la gente en la calle, NY es la más impresionante.

Basado en mi experiencia y en todo lo que he leído, puedo decir que Boston y New York son los maratones que más estrategia y planificación necesitan. Son muy técnicos y, por lo mismo, es muy fácil estropearlos por una ejecución de carrera equivocada.

En este race report, más que contar todo lo que viví, quisiera aportar a la comunidad de Runchile describiendo la estrategia que seguí en New York y que me permitió mejorar mi marca. Espero que pueda ser de utilidad a los futuros corredores de esta hermosa prueba. Obviamente, sin un buen entrenamiento de base, ninguna estrategia de carrera hace milagros.

Para este efecto y asumiendo que cada corredor conoce bien su ritmo promedio de carrera, creo que este maratón puede dividirse en 4 etapas:

Etapa 1: Largada hasta Km 5

El maratón parte en Staten Island recorriendo el puente Verrazano. Esto es una subida de 3 grados de pendiente de 1,2 kms de largo con una bajada de la misma longitud. El primer error que puede cometerse es subir este puente a ritmo de carrera (OJO con eso!), lo cual sería un desperdicio de energía que vas a necesitar en los kilómetros finales en Central Park. Mi recomendación es hacer la subida 20 ó 30 segundos por km más lento que tu ritmo de carrera. Una vez en la cima del puente, dejar que la gravedad haga su pega y gradualmente alcanzar y superar en máximo 10 seg por km tu ritmo de carrera durante la bajada. Más rápido que eso es mucho desgaste de cuádriceps e isquiotibiales en un cuerpo que está recién entrando en calor. Entre el Km 3 y el Km 5 la carrera se torna más bien plana y está OK hacerlo a ritmo de carrera.

Etapa 2: Km 5 – Km 24

Esta es la sección más “plana” del trazado de NY. Es una etapa muy entretenida, con mucha gente gritando en las calles donde se recorren los barrios de Brooklyn y Queens. Hay un par de sectores más silenciosos, como el barrio judío, pero siempre hay gente y bandas musicales. En términos del recorrido, diría que ningún km es plano completamente, más bien son pequeñas lomas con pendiente suaves. Es clave en esta parte de la carrera ser prudente, entrar en ritmo de carrera, pero no más rápido. Sobre todo, NO atacar las pequeñas subidas, quizás regalar algunos segundos en las subidas y recuperarlos en las bajadas. Es difícil en este tramo que todos los kms sean iguales en tiempo, eso está OK. Más bien yo recomiendo chequear el progreso cada 5 Kms y verificar que estén bien en el promedio. Siempre ser consciente de que estás siendo conservador y la carrera de verdad, está lejos de empezar aún.

Etapa 3: Km 24- Km 32

Este tramo es uno de los más espectaculares de NY. En el Km 24,5 aproximadamente dejas Queens y comienzas el largo ascenso del puente Queensboro que conecta con Manhattan. Es un punto especial pues pasas de la euforia de Queens a un silencio casi absoluto dentro de ese puente. Estás tú y el sonido de tus pasos. Es una oportunidad para ordenar la cabeza, chequear las piernas, soltar los brazos y hombros. Está OK sentirse algo cansado cuando pases por la marca del km 25, que está sobre el puente. Al igual que en el puente Verrazano, mi recomendación es hacer la subida unos 20-25 seg más lento en ritmo, lo cual se transformará en 10 seg más rápido que el ritmo de carrera en la fuerte bajada en Manhattan. Una vez en Manhattan, viví una de las experiencias más fuertes en mis 15 maratones, tomar la 1era Avenida hacia el norte. Las multitudes son inmensas y los gritos ensordecedores. Pasas del silencio absoluto del puente, al ambiente de una final de fútbol, es impresionante. Con todo este estímulo es normal apurar inconscientemente el ritmo, pero esto es un error. La 1era Avenida son unos 8 kms de un terreno oscilante que, en términos globales, es ascendente. Mi recomendación es estar muy concentrado, tratar de no distraerse demasiado con el ambiente (a menos que tengas un amigo en algún punto esperando tomarte la foto jaja) y seguir lo más que puedas a ritmo de carrera. Ser conservador y no atacar ninguno de los planos inclinados, más bien mantener el esfuerzo en las subidas, no el ritmo.

Etapa 4: Km 32 hasta la meta

Aproximadamente en el km 32 subes un puente que te mete en el Bronx. En mi opinión, este puente se siente muy poco con respecto a los anteriores. Son como 2 ó 3 kms en el Bronx para retornar a Manhattan por otro puente similar. En mi opinión, este es el momento de iniciar un ataque progresivo en el ritmo. Se toma la 5ta Avenida en Manhattan bajando hacia Central Park, tiene subidas oscilantes, es un tramo difícil donde se requiere concentración, pero a mí me quedaban piernas pues había sido conservador en las etapas anteriores (esa es la clave!). Una vez que entras al Central Park, en la 90th Street, es el momento de tirar toda la carne a la parrilla. Son los 5 kms finales, de terreno ondulante y curvilíneo, pero la meta ya está cerca. En el parque superé a muchos corredores que probablemente quemaron sus posibilidades no siendo conservadores antes. En el km 40 aproximadamente sales por un momento del parque en la 59th Street, donde está repleto de gente y mucho ánimo, para meterte de nuevo en el Km 41 y hacer el pique final a la meta. Es emocionante el ambiente acá.

Reflexión final:

El maratón de NY es un maratón muy técnico, en el cual se sabe que la 2da mitad es bastante más dura que la 1era. Siguiendo la estrategia anterior pasé la marca del medio maratón en 1:23 para cerrar mi maratón en 2:46, es decir, muy parejo. Esto me deja muy satisfecho, pues confié en mi entrenamiento, tuve la cabeza y la experiencia necesaria para ser conservador donde había que serlo y dejar piernas para atacar al final. Terminar fuerte un maratón es una sensación indescriptible!