María José Retamal, embajadora Fundación BostonRun: “Los sueños sí se cumplen”#NewYorkMarathon2019 #RunchileRaceReport

Race Report: Matatón de Nueva York 2019

El comienzo de un sueño grande: Era la hora de preparar todo lo que tenía en mente para correr esta linda carrera, todo los detalles listos, nada improvisado, todo ya lo había preparado. Nos fuimos al punto de encajonamiento, muchos buses llevaban a todos los corredores en total 52 mil maratonistas al punto de partida.

Clima: A pesar de que tuvimos este año la ventaja de que eran días soleados, el frío igual se hacía notar y mucho. Fue una larga pero entretenida espera. Antes de partir un sol que alumbraba hermoso esa ruta, y vientos que a ratos te hacían temblar, pero la emoción era más grande que esa ráfaga fría.

El momento de avanzar: Se escucha una voz muy hermosa y de fondo a Frank Sinatra con su emblemático tema New York, las emociones a full. Sonó el disparo para iniciar una espectacular carrera!

Los primeros kilómetros son en subida brutal, pero controlable, que disfruté pasando por el puente Verrazano aproximadamente casi 2 y medio km en subida, después del km 4 en adelante era más amigable la ruta con muchas subidas, pero amigables para correr.

La euforia desde afuera: Nunca me sentí tan feliz corriendo con gente alrededor, familias completas disfrutando como cualquiera de nosotros corriendo este maratón, vibrando cada metro, alentando cada kilómetro como si fuéramos parte de su familia, una verdadera fiesta se vivía afuera como dentro.

Recorrido amigable: Desde el kilómetro 5 en adelante vi emociones, vi gente que la sonrisa no se desgastaba. Yo me sentí así, me sentí como nunca con mis piernas enteras, no sentí cansancio ni fatiga, me acordaba de mucha gente en Chile que me dijo como era la carrera, de gente que me decía la pega está hecha sólo disfruta, me acordé de esa gente que amo y adoro que se sentía parte de mi en esta etapa y de gente que me decía “del kilómetro 24 en adelante se viene lo fuerte”.

Pasando la muralla real: Del kilómetro 24 ó 25 hasta el 34 sé siente mucho el puente Queensboro. Creo es bastante duro, vi muchos maratonista quedándose en el camino acalambrados, adoloridos, ya destruidos y sin piernas. Pero eso no me detuvo, me sentía tan capaz y recordé todo lo que entrené para superar este gran obstáculo y estas enormes subidas que me emocioné mucho y apoyaba a los caídos a que siguieran. Aún me sentía completa disfrutando los gritos de la gente que con euforia te alentaban.

Los reencuentros: Una de las cosas más linda que vi en este maratón fueron los encuentros de los corredores emocionados con sus familias. Fue realmente hermoso. Seguí corriendo, me sentí bien físicamente, pero aún faltaba el último tramo en subida que era la entrada de Central Park el kilómetro 35. En ese momento me encontró uno de mis alumnos de SRTChile, quién me acompaño un tramo bastante largo hasta el kilómetro 41 aproximadamente.

Me emocioné y si, lloré también porque es gratificante cuando ves a los tuyos, a los que día a día ves crecer en el ámbito deportivo. Seguí corriendo y sólo me detuve a tomar una Coca-Cola que me regaló Eduardo, mi alumno, pues necesitaba ese golpe de energía, lo que me ayudó bastante, me sentí recargada y pude correr más rápido, pero era tan grande la fiesta que no quise perdérmela y no ver los rostros de alegría de la gente de afuera gritando eufórica a los corredores emocionados.

Entrada de emociones: Finalmente llegué a la famosa subida, y última, de Central Park. Uno piensa que ahí termina lo difícil, pero es un tramo de oleajes en que sólo vas con tu mente y corazón imaginando esa meta y en levantar esas manos al cielo. Seguí corriendo,  hablando con Eduardo y esquivando gente (jamás había imaginado la cantidad de gente que dejé atrás, pero así fue). Vi a la multitud en el Central Park gritando como si fueras el único que corriera y miré al cielo junto con los carteles que me anunciaban los metros finales.

Los sueños si se cumplen: Cuando vi ese marco de FINISH, el suelo marcado y al locutor oficial, con lágrimas en mis ojos alcé mis manos con mi bandera de Chile que cargué con orgullo. Crucé esa meta y dije LO LOGRÉ, CUMPLÍ MI SUEÑO.

Finalmente, sólo tengo palabras de agradecimiento. Agradecimiento en primer lugar para la Fundación BostonRun. Es increíble lo que hacen y el apoyo que entregan a personas que no tienen las posibilidades de materializar sus sueños. También a Sparta, New Balance, Carreras Internacionales, Olimpo Producciones, Clínica Santa María y Red Bull, grandes apoyos durante todos estos meses de preparación. Estaré eternamente agradecida de todos ellos por haberme permitido vivir esta maravillosa experiencia.

María José Retamal Ramírez

Embajadora Fundación BostonRun

Fecha de la carrera: Domingo 3 de noviembre de 2019

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