Gustavo Jofré tiene 26 años y su familia son sus padres y tres hermanos. Actualmente vive con su polola. Trabaja y estudia vespertino técnico deportivo en AIEP. También entrena como runner. Corre en las calles, por lo que no se considera un atleta. Actualmente tiene una marca de 2h47m en la Maratón de Viña, pero hace dos años era, como él mismo se calificó, un “gordo lechón”. Fumaba y era bueno para el carrete. Pesaba 78 kilos con 1.60 de estatura. ¿Qué pasó? Empezó a correr para bajar de peso. Y en el camino dejó los puchos porque el olor comenzó a molestarle.
¿Qué cambios en tu estilo de vida provocó correr?
Comencé a entrenar muy temprano los sábados, con la meta de quemar mil calorías y el domingo estaba destrozado. Muchas ganas de salir no me quedaban. El proceso lo realicé solo, sin kinesiólogos o nutricionistas. Empecé a comer más sano, dejando los dulces, el pan. Perder peso para mí resultó rápido. Me demoré 3 a 4 meses en bajar 20 kilos. Lo que me costó fue apretar el cuerpo de nuevo, porque quedé con flacidez.
¿Cómo mejoró la relación con tu entorno gracias a este nuevo estilo de vida?
Antes no me sacaba fotos. Ahora sí y me gusta. Voy a la playa y me saco la polera. No me gusta mostrarme si me siento mal, me carga usar las redes sociales para transmitir mala onda y cuando estaba gordo, no las usaba. Pero cuando inicié el entrenamiento, las redes me sirvieron un poco para generar presión en mí y conseguir este cambio.
¿Qué le dirías a la persona que lee esta entrevista y que quiere motivarse para lograr el cambio que tú lograste?
Lo mío pasó por las ganas de sentirme feliz. Cuando comencé a correr mejoró mi calidad de vida. Desde subir una escalera o tocar la punta de mis pies son actividades que ahora fácilmente puedo hacer. Antes no tenía polola, ahora tengo. Estar gordo nunca me hizo sentir bien. Prefiero estar mil veces como se siento hoy a como estaba antes.
¿Cuál fue tu primera carrera?
Los 10 km de la Santander el 2012. Esa es mi carrera de aniversario. Y no tenía idea cuánto eran 10 kilómetros. No sabía que se realizaban estos eventos y sólo dos semanas antes había comenzado a entrenar. Pero me inscribí igual. Llegué a la meta destrozado, imagínate, con 20 kilos encima terminé la carrera en 45 minutos y algo. Ahí me picó el bichito por competir y bajé de peso. Entrenando por el Parque Araucano un día conocí al equipo Andes Team, y Jorge Acosta me mostró cómo se entrena y se lo agradezco porque me educó deportivamente. Llegué al equipo haciendo 45 minutos y salí marcando 35.
¿Cuándo fue el salto al 21 km?
Fui paso a paso. Corrí dos Brooks para bajar los tiempos y salté a los 21 km con la corrida de la Caja 18 para probar y así marqué 1h23, buen ritmo. Mi meta era correr la media maratón de Santiago y la completé en 1h22m5s. A mí no me pareció un buen resultado, pero mis compañeros de Andes Team me apoyaban aunque no me sintiera contento. No estoy ni ahí con ser máquina, quería sentirme a gusto. Luego entrené para los 10 km de la Corrida de Carabineros y la hice en 36 minutos y algo, llegando entre los 10 primeros. Ahí me contactó Skechers Performance, a quienes les agradezco que confíen en mí y me apoyen en este proceso.
¿Cuándo llegó tu primer Maratón?
La de Valparaíso en 2h39m llegando tercero (aunque era más corta). Fue mi primer podio y me tomó por sorpresa. Después preparé el Maratón de Santiago y no tuve un buen día de competencia. La maratón en un mal día te come y conmigo lo hizo. Quería hacer 2 horas 30 pero al final, en los 21 kilómetros ya estaba muerto con un dolor de piernas.
Ahora que eres un runner hecho y derecho, ¿qué esperas lograr?
Quiero mostrar que las cosas no son imposibles. En lo deportivo quiero apegarme lo más cercano a los 3 minutos por kilómetros, ojalá hacer un 10 km en 30 minutos. Pero estoy seguro que de aquí en cuatro años puedo hacerlo. Pero más allá del tiempo, quiero que las personas vean que se puede hacer deporte. Yo trabajo todo el día, estudio y a las 11 de la noche llego a entrenar. Me establecí metas, por eso me fui de Andes Team, donde tuve unos profes excelentes, y me trasladé a entrenar en pista junto con Ricardo Opazo.
A quienes te gustaría agradecer por estos logros
A mi familia, quienes me incentivaron a que retomara el deporte, como cuando era niño. A mi polola por ser compañera, a mis amigos, quienes me motivan día a día. A Schekers Performance por apañarme con las zapatillas. A Sural con ropa técnica para competir y también a la empresa donde trabajo, Haustek, quienes me han ayudado con el horario para hacer mis actividades y me han financiado competencias, portándose súper bien conmigo y se los agradezco. Y también a Soy Runner Team donde colaboro entrenando con personas que al igual que yo, quieren comenzar a correr y tener mayor actividad física.
¿Podemos decir entonces “si se quiere, se puede”?
Si quiere ser feliz, muévase. Sentado no se consigue nada. El movimiento genera cambios, saliendo a correr, practicando deporte, como sea. Lo primer es sentirse feliz y eso poder transmitirlo.
Felicitaciones Gustavo!!! Continúa así!!!
Entrevista realizada en abril de 2015