La forma físicaLa forma física

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Una de las palabras que más utilizo para definir a los corredores es “desgraciaos”, así, como suena, me la oiréis decir muchas veces. Pero es que es verdad, practicamos una disciplina tan sacrificada, que todo son penurias para nosotros: el frío, el calor, el viento, la lluvia, las cuestas, la dureza del suelo, las rozaduras de la camiseta, los resfriados por el sudor, la cantidad de ropa sucia que generamos, las molestias musculares y demás lesiones, las ampollas en los pies…

Pues hoy ando dándole vueltas a otra de las grandes dificultades a la que nos enfrentamos los runners: la facilidad con la que se nos escapa la forma física, y lo horriblemente difícil que es recuperarla. Sí, basta el menor parón en nuestros entrenamientos para que en pocos días el cuerpo se nos venga abajo de manera preocupante. En cuanto dejamos de correr dos o tres semanitas, porque queremos descansar —suele ocurrir en verano o en invierno— o porque sufrimos una pequeña lesión que nos obliga a detenernos, los resultados suelen ser catastróficos. El día que retomamos la actividad, nos sentimos flojos, notamos las piernas vacías, nos agotamos enseguida, tenemos sensación de estar más gorditos —a lo mejor eso no es sólo una sensación—, nos arrastramos penosamente y nos cuesta creer que seamos la misma persona que apenas unas semanas antes volaba sobre el asfalto. ¿Dónde está nuestra forma física? Sencillamente, se ha esfumado.

Por el contrario, recuperar las buenas sensaciones, la facilidad para rodar a ritmos rápidos sin demasiado esfuerzo, nos llevará bastante más tiempo: lo que pierdes en tres semanas lo recuperas en tres meses. Ah, y por supuesto, cuantos más años cumplimos, peor se pone la cosa: cuando tenía 25 años, recuperar la forma me costaba, pero no demasiado; ahora que he pasado de los 40, es un suplicio. Ay, esa veteranía.

¿Y por qué ocurre esto? Ya os lo he dicho: porque somos unos desgraciaos. Los que juegan al fútbol, o al baloncesto, o al tenis… pueden estar meses sin practicar. ¿Van a notar la inactividad? Bueno, sí, un poco. Pero poca cosa, y en dos o tres sesiones están como siempre. Nosotros no, nos toca trabajar más, sacrificarnos, sufrir. ¡Pero nos encanta esto  correr!

 Javier Serrano (@JavierSerrano72)

Corredor, periodista y escritor

Más reflexiones de este estilo en su libro 42 reflexiones y 195 metros.

Lunes 22 de septiembre de 2014

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