La Fiesta Final: 4a fecha XCountry

– Por Rod Ballivián –

Ocho de la mañana y una temperatura que bordeaba los -3 grados, lo que congelaba a cualquiera. Este era el escenario para la cuarta y última fecha del X-Country Aculeo 2013. Pero para los 27 corredores (sólo 4 mujeres) que se atrevieron con los 52 km esto no fue impedimento. Algunos más abrigados que otros, pero todos estaban impacientes por empezar. La mayoría comenzó bastante rápido, como si se les hubiera olvidado la distancia que tenían por delante, me imagino que querían entrar rápidamente en calor. No los culpo… hasta yo me hubiera puesto a correr con los runners de los 52km para calentar el cuerpo!!

Como siempre, teníamos dos fotógrafos para la carrera, por lo que tratamos de tomarlos en varios y distintos escenarios. Como eran pocos, la partida no duró mucho y pronto desaparecieron en el camino de tierra, que no estuvo falto de barro y pozas de agua, a las que la mayoría trató de hacerles el quite y sólo unos pocos valientes la atravesaron de frente sin importar mojarse.

A la hora y 55 minutos apareció por la meta el primer corredor de los 52 km, sólo para empezar todo de nuevo. ¡Qué sensación esa de pasar por la meta y saber que aún te queda lo mismo que acabas de correr! A estas alturas la temperatura ya había subido un poco, 0 grados, y comenzaba a aparecer el Sol, lo que agradecimos profundamente, por lo menos los que no estábamos corriendo. En esta primera vuelta, los runners daban la vuelta a un cono y emprendían la segunda “patita”, y quienes lo querían o necesitaran podían pasar por el puesto de abastecimiento, donde había plátano, chocolate, pan con queso y líquidos, para luego continuar el recorrido. La mayoría sólo dio la vuelta y siguió, ya que como dijimos en el artículo de la carrera pasada, es una competencia de autosuficiencia, por lo que cada participante llevaba en su mochila lo que necesitaba.

Diez de la mañana y era el turno de los más de 140 corredores que participaron de los 26 km. La partida fue más relajada y -al igual que en el grupo anterior- se notaba esa “cofradía”, donde todos se conocen y hay una relación distinta que no se da en todas las carreras. Es casi como una familia o un grupo de amigos que se junta a correr, todos bromean, se ríen, se tiran tallas… muy entretenido.

Cada vez que alguien cruzaba la meta, ya fuera de los 52 ó de los 26 km, era una celebración por parte de quienes se encontraban ahí. Aplausos, gritos, risas… incluso un competidor se las dio de gimnasta y hasta rueda e invertida hizo al cruzar la meta. Asimismo, y aunque no es primera vez que participa de esta carrera, debo decir que me sorprendió la energía y entusiasmo de Albertina Zúñiga, de Santiago Runners, quien a sus 80 años corrió los 26 km y cruzó la meta feliz de la vida. Definitivamente un ejemplo digno de imitar. A todos nos gustaría llegar a esa edad en ese estado.

Un caso que lamentamos fue el de Mario Ortega, quien iba puntero de los 52 km, pero que a 5 km de la meta se tuvo que retirar debido a que no se sentía bien y le fue imposible continuar la carrera. Fue llevado al lugar de la meta en auto donde fue atendido por paramédicos y kinesiólogos de kmp.

Una vez que el último corredor cruzó la meta, y a eso de las 3 de la tarde, se realizó la premiación, que estuvo –una vez más- llena de risas y bromas entre todos los competidores, familias y amigos. Realmente una mañana llena de buena onda!