Race Report Andes Mountain Marathon 2019
El otro día me preguntaron qué carreras importantes había ganado, y me di cuenta que había ganado muy pocas importantes para mí y Andes Mountain Marathon sí lo era ¿Cómo lo sé? Porque hace más de 3 semanas que soñaba con ella, finales buenos, malos, algunos sin final, pero el hecho es que estaba en mi inconsciente y no podía controlarlo.
Para que se hagan una idea de lo que es: son 42 km con un poco más de 3.600 metros de desnivel positivo, pasando por los cerros: La Cruz, San Ramón, Tambor, Provincia y sus crestas, pasos de roca, que te hacen ver en algunos momentos como si fueras dentro de uno de los vídeos de Kilian Jornet.
Y esto no era todo, la carrera otorgaba un cupo para el primer hombre y primera mujer al Mundial de Trail, por lo que te podía ir súper bien si salías segunda, quinta o terminabas, porque ya eso era difícil, pero mi objetivo era ese cupo (de los 150 inscritos, sólo 96 cruzaron la meta).
La de la mochila azul
Partió la carrera y tenía claro que mi rival sería Patricia Cobi, una corredora muy fuerte y esperaba que lo que había entrenado y mi experiencia me sirviera para sacar una ventaja en la carrera, pero ella no me hizo las cosas fáciles.
En la subida fuimos muy cerca todo el rato, llegué primero al domo de San Ramón y como a los 4 minutos voy saliendo y me parece ver una mochila azul a unos 500 metros adelante, pensé que era un corredor y al pasar los minutos miro hacia atrás y no veo que venga Patricia. Comienzo una bajada que disfrutó mucho, por fin me siento demasiado bien y segura, porque vuelvo a mirar para atrás y ni rastros de Paty, vuelven las subidas y comienzo a acercarme poco a poco a los corredores que van más adelante y para mi sorpresa la de la mochila azul era Paty. Que rabia me dio, yo que me estaba sintiendo segura y ella con su estrategia me había adelantado sin que yo lo supiera.
A mí me encanta disfrutar las carreras y esta parte no la estaba disfrutando, pero no había nada más que hacer que comenzar a tratar de alcanzarla, fue así que, comenzando la subida del Provincia, logré alcanzarla y no verla más…
Llegando al puesto de abastecimiento del km 30 comencé a oír gritos que dicen ¡¡Kathy!! ¡¡Corre!! Y eran mis alumnos que estaban ahí para animarme. Me dieron tantas ganas de llorar, pero me aguanté, porque sino no podría ver bien para seguir corriendo. Llegué al PAS y ahí había una fiesta, me ayudaron taaanto, me dieron la comida hasta en la boca, no me dejaban casi que respirar y me tenían todo listo para que partiera (muchas muchas gracias).
Comienza la última subida y me llegó el susto que Paty me pudo alcanzar, porque esta parte la hice muy leeeento y estar ahí sola era terrible. Voy llegando al Portezuelo y otra de mis Mustangas está ahí grabando mi sufrimiento y gritándome que corra, me dice ya pues corre, viene la parte que más te gusta (comenzaba la bajada) y la verdad es que ya me dolía todo y bajar también era un suplicio.
Terminé la bajada del Portezuelo y estaban mis primos, que shock más grande de energía, traté de correr, pero ya me costaba. Eugenio Galaz me seguía a pie pelado y hablando mucho, así que le digo: “no me hables que me canso más y necesito ocupar mi energía en correr” y al término de una subida pequeña, otro de los Mustangos grabando, me dice que Paty viene a 2 minutos, cosa que después me enteré que era falsa, pero pucha que me hicieron correr, porque el cupo al mundial estaba tan cerca, pero tan lejos a la vez.
A un kilómetro de la meta, dos Mustangos me estaban esperando para alentarme, más allá se unió mi papá y me miró con cara de enojo y me dijo que me apure (claro como el no fue el que corrió por todos esos cerros, para él era fácil decirlo) y finalmente crucé el río, llegué a la meta y la felicidad llega con los abrazos de mi marido, el de mi papá, los Mustangos y la satisfacción de haber logrado el objetivo.
Una carrera por dos corredoras
Antes de la carrera pasaron muchas cosas que no fueron tan buenas, como la lesión de Marlene Flores y Verónica Bravo, hablamos tanto de que esta carrera sería por ustedes que de verdad fue así, les juro que las vi en ruta, cerraba los ojos y me acordaba de ustedes en la Terrex y eran mis liebres, mis compañeras y mis guías y espero de mucho corazón que sanen pronto para que puedan nuevamente estar haciendo lo que más les gusta.
Agradecimientos
Gracias a todos aquellos amig@s que me llamaron para pedirme que no me pusiera nerviosa y que todas las fichas estaban puestas en mí, les aseguro que no me sirvió jajajaja, pero igual gracias por su confianza.
Gracias a Vero Bravo por prestarme los bastones más livianos de la vida, tenía tanto susto de quebrarlos, pero llegaron intactos.
Gracias a Latitud Sur Expedition por volver a la vida esta gran y dura carrera, debían hacerlo y felicitaciones a todos los valientes que la corrieron, sobre todo a mis alumnos.
Y miles de gracias a los Mustangos Trail (mi gran equipo y familia) que estuvo ahí para mí, para alentarme y/o para abrazarme, les juro que vivir eso fue único y especial, me sentí demasiado acompañada en esa última parte y con el corazón llenito, me hacen tan feliz.
Gracias a Outsoul, Ultimate Direction e Inov-8 que son fundamentales para tener el mejor equipamiento en carrera y a Kmp que dejaron mis piernas como nuevas con sus masajes.
Test de Dopaje
Por primera vez en la historia del Trail en Chile, se lleva a cabo un test de dopaje y estoy muy feliz que se haya implementado esto, ojalá que sea en todos los clasificatorios, hubiese sido bueno que se implementara desde el primer clasificatorio, pero tuvo que pasar la polémica de Futangue para que esto sucediera, en fin, se va avanzando y se están logrando cosas que hace unos años no creímos que sucedieran.
Katherine Cañete
Profesora de Educación Física
Mención en Actividades en Contacto con la Naturaleza, Mención en Calidad de Vida y Salud
Seleccionada Nacional de Trail Running
Fecha de la carrera: Sábado 16 de marzo de 2019