Race Report 80 km Mountain Masochist
Mountain Masochist 50 mile es una carrera organizada por David Horton, quien fue el segundo corredor en terminar Barkley Marathons (si quieres puedes ver el documental de esa carrera en Netflix, absolutamente recomendado). Masochist, a pesar de lo intimidante de su nombre, es una ruta bastante rápida, ya que sólo tiene 3.000 metros de desnivel positivo en 80 km, aún cuando el clima puede provocar muchas dificultades.
Inscribirme en esta carrera surgió como excusa para ir a Virginia a visitar a una querida amiga que conocí por el triatlón y que ahora vive en Estados Unidos. Nos hicimos buenas amigas porque después de un tiempo en el triatlón me pidió que la introdujera al mundo del trail. Ella como buena gringa llegaba puntualmente a todos los entrenamientos planificados, daba lo mismo la hora o el clima!!! Pasamos momentos muy agradables entrenando juntas por varios meses hasta que ella decidió regresar a su país. Mi pololo y yo ya nos habíamos inscrito en Masochist, pero me costó meses convencerla de que se inscribiera para que pudiésemos correr juntas esta carrera. Finalmente pude persuadirla de que ella podía lograr sus primeras 50 millas!
El día antes de llegar a Virginia soñé que estaba corriendo una carrera de trail, iba ganando! era de noche, no veía bien. Luego de cruzar un río seguía un camino, que de pronto se acababa donde había un tronco atravesado. Me había equivocado de ruta! Al devolverme y encontrar el camino me daba cuenta de que varias chicas me habían pasado. Desperté pensando en que muy seguido tengo sueños premonitorios, ¿significaba algo esta vez?
Dos días después volví a soñar que estaba corriendo, era como la continuación del sueño anterior, porque pasaba a mucha gente, y pasaba también a las mismas chicas del otro sueño, y ganaba la carrera, me emocionaba y no lo podía creer.
Ahora sí al despertar me puse nerviosa, ¿era posible ganar esta carrera? No se me había cruzado como una opción hasta ahora. Por lo que conocía de las corredoras de trail de Estados Unidos, la que llegó quinta en el mundial del año pasado fue cien mil veces más rápida que yo. Además estuve toda la semana caminando más que cualquier otro turista en Nueva York y tomando poca agua para evitar tener que buscar baño a cada rato. Así que de verdad no había considerado como posibilidad ganar!!
La carrera largó a las 6:30 am, aún de noche, partí bastante rápido, logré mantenerme en el primer grupo de corredores. Después de varios kilómetros cruzamos un rio, seguimos un camino y encontramos un tronco en el camino… el sueño! Nooooo!!, avisé que estábamos en la ruta equivocada, volvimos y claro, mucha gente había pasado. Pensé que aún quedaban unos 65 kilómetros por delante y que si se cumplió el primer sueño entonces quizás también se cumplía el segundo.
Cuando amaneció pude apreciar mejor la belleza del lugar, estábamos entre bosques infinitos de árboles que se ponen rojos en el otoño (álamos, nogales, robles y sycomoro), y para mi deleite, estábamos en otoño! Las fotos que saqué no logran captar lo que veía, era un paisaje que nunca había visto antes, todo era naranjo a mi alrededor, un verdadero espectáculo. A ratos me emocionaba lo que estaba viviendo, me sentía bien físicamente y sabía que es una verdadera fortuna poder vivir estas experiencias.
Yo creo que como en el kilómetro 20 me avisaron que estaba muy cerca de la primera mujer. La ruta se mantuvo siempre dentro de estos bosques, pero con pendientes muy tolerables, así que pude mantener un buen ritmo. A los pocos minutos pude pasar al primer lugar!! Estaba contenta, pero no quería confiarme, aún quedaban 60 kilómetros!
Por suerte me sentí muy bien físicamente todo el tiempo, me mantuve comiendo regularmente (lo cual no siempre es aceptado por el estómago). El ánimo que me daba la gente en cada puesto de abastecimiento fue increíble, todos muy entusiastas. Todo iba súper bien hasta que… (por qué siempre tiene que haber un pero!)… hasta el kilómetro 60, en que los caminos entre el bosque tenían demasiadas hojas en el suelo, o sea, se veía muy bonito, sí, pero era imposible correr sin doblarse los tobillos cada 5 metros, abajo de las hojas había piedras u hoyos que no podías ver!
Foto: Referencial del terreno
Llegó un momento en que ya no quería más hojas! No me atrevía a apurar el paso, pero por otro lado quería mantener el primer puesto y no sabía qué tan cerca estaba la segunda mujer! Me dolía cada uno de los mil micro esguinces que me hacía en cada mala pisada y estos (innegablemente lindos pero odiosos) caminos llenos de hojas no se acababan nunca!
Cuando finalmente vi la meta y ya era un hecho que lo había logrado, de verdad me sentí feliz y agradecida. Qué experiencia más hermosa y más encima con el tremendo orgullo de ganar un 50 millas en otro país.
Mi pololo terminó sin problemas y mi querida amiga Adele logró llegar también a la meta 15 minutos antes del tiempo límite, sufrió la pobre pero lo logró! Ahora estamos pensando elegir otra carrera el próximo año para hacer juntas también!
Por Karmina Valenzuela
Fecha de la carrera: Sábado 2 de noviembre de 2019