Juan Javier Piña: “Todo corredor debe vivir la Maratón NYC”#MaratonNYC #RunchileRaceReport

Race Report Maratón de Nueva York 2023

Sin duda la maratón de NYC es la reina de las maratones, no solo por sus 42.195 m, si no por todas las actividades que la anteceden.

Desde la inscripción, comienzo a recibir de forma periódica informacion de la maratón, lo que da esa sensación que viviremos algo increíble. Paralelamente, Roberto Núñez une a todos los participantes de Chile a través de un grupo de WhatsApp que nos potencia el entusiasmo, resolvemos dudas, recibimos consejos, y se genera un ánimo de sintonía donde compartirás esta gran aventura con otras personas.

Visita a Expo

Se realiza en el Centro de Convenciones Javits, en la cual retiramos dorsal de maratón y de la tradicional carrera 5km. Luego de esto recorremos todas las tiendas que venden todo tipo de artículos deportivos relacionados con el running, y souvenir de la maratón, ¡imposible no comprar alguno! A diferencia de otra Expos como Chicago, Berlín o Paris, no están todas las marcas deportivas, solo la oficial, New Balance y el resto emprendedores, lo cual a mi juicio la hace menos atractiva. Lo positivo es lo céntrica y fácil de llegar.

Ceremonia de Apertura

Es la única maratón que cuenta con este evento, donde desfilan todas las naciones en Central Park. En lo personal me entusiasmó mucho este evento simbólico donde tuve el honor de ser el abanderado, participé vestido de Huaso, y en el lugar me encontré con otros chilenos, que, con la misma energía, emoción y felicidad, nos hicimos parte de esta fiesta, ya a estas alturas, sin duda nos sentíamos todos iguales, como niños. Como abanderado, debía esperar que pasaran todas las naciones, y luego de dos horas aún estaba allí en el Central Park hablando con los representantes de China, Camerún y Canadá, y celebrando a todas las delegaciones, hasta que pasaron los dueños de casa, con quienes finalizaron la ceremonia acompañada de música y fuegos artificiales.

Día previo a la Maratón

Como en la mayoría de las majors, previa a la maratón organizan una corrida de 5km que comienza en el emblemático edificio de la ONU y culmina en Central Park. Esta carrera es la oportunidad para que acompañantes y maratonistas recorran los primeros kilómetros en esta ciudad.  Terminada esta actividad, nos reunimos todos los chilenos para realizar el clásico banderazo. 

Por la tarde en la Catedral de San Patrick, se realizó una Misa para los runners, y si eres o no católico, es una gran experiencia, la Catedral esta atiborrada de corredores, familiares y amigos, la energía es única, de agradecimiento, felicidad y mucha emoción. Los sacerdotes quienes también son corredores nos alentaron a no compararnos con otros, ayudarnos entre sí, en caso de dificultades en el camino y disfrutar dando las gracias por lo afortunados que somos por poder participar en este evento. Con esta bendición cerramos el día previo a la maratón, y luego nos vamos a nuestra última comida con todos los chilenos que están hospedados en hotel Kimberly, donde nos deseamos éxito.

El gran día: ¡La Maratón!

Nos dirigimos a tomar el Ferry que partió a las 05:45. El viaje fue realmente hermoso, y aún se ven las luces de la ciudad. Pasamos por la Estatua de la Libertad y se pudo sentir un ambiente de entusiasmo en el ferry, pese a un respetuoso silencio durante el viaje. Arribamos en Staten Island, donde típicos autobuses amarillos nos transportaron a la zona de salida en Fort Wadsworth. La espera fue larga pero los minutos pasaron volando, todos esperamos con café, comida, abrigo y para los corredores más ansiosos tenían la posibilidad de acariciar a perros.

Llegó la hora de despedirme de mis amigos para dirigirme al corral asignado, me indican que tengo suerte de partir por sobre el puente, dado que a varios les tocaba por debajo. Ya en el punto de partida, los helicópteros sobrevuelan y al ritmo de la música de Frank Sinatra New York, ¡Suena el disparo de partida!

Cruzando el puente Verrazzano, el cual es increíble, muchos se detuvieron a fotografiar, incluso algunos caminaron para apreciarlo, “es realmente alucinante”, solo escuché el masivo ruido de nuestras pisadas. Descendiendo llegamos a Brooklyn, y el ánimo de las personas es avasallador, me erizó todo el cuerpo por la emoción.  Pasamos por varios barrios, pero hay uno en particular el Williamsburg que es de los judíos ortodoxos, el más especial por su simbólico silencio. Ya me lo habían comentado que era el más aburrido, pero para mí fue uno de los mejores, el impacto de los barrios anteriores era impresionante, y necesitaba al menos unos kilómetros de silencio. Hasta que llegué al temido Pulaski, un trayecto duro donde marca los 21km y es la entrada a Queens. 

Desafortunadamente, no estaba en mi 100% porque estaba lesionado, pero bueno ya estaba aquí, debía continuar. Recorrí 4km por Queens, para luego cruzar a Manhattan, por el Puente Queensboro, a pesar de mi lesión ya había tomado un ritmo constante, donde allí supe que llegaría a la meta y sobre todo disfrutar la carrera. Ese puente emana un olor característico del óxido de sus vigas dado que no es completamente abierto. Al marcar los 25km en mi reloj, observé a muchas personas caminando y al bajar el puente se siente nuevamente la energía de los espectadores, cuyo estruendo lo necesitaba y disfrutaba, mientras extendía mi mano a todos los niños, incluso a perros que les acompañaban para brindar aliento. 

Después de haber pasado por First Avenue, cruzar el Bronx, Puente Willis Avenue y regresar a Manhattan por puente Madison Avenue, tomamos la Quinta Avenida para ingresar a la recta final hacia el Central Park, donde sus subidas y bajadas hicieron efecto en mis piernas, allí sentía que todo dolía, pero el bálsamo fue la energía de toda esa masa humana que nos alentaba y apoyaba, durante los últimos minutos de la carrera. Antes de llegar a la meta recordé todo lo vivido fue como mi propia película, los entrenamientos, los esfuerzos, mis seres queridos, y la conexión con mi yo más profundo. Al cruzar las puertas de Tavern on the Green (la meta), pensé: ¡Tarea cumplida!, humildemente me emocioné por el valor que tiene esta medalla, y solo quise seguir caminando porque pensaba que al detenerme no podría moverme más, hasta que pasaron unos minutos y reviví con una gran felicidad, compartida con mis amigos que me esperaban en la meta y otros a quienes recibí para celebrar nuestros logros y resultados. 

Sin duda todo corredor debe vivir la Maratón NYC, donde tú, dejarás tus pisadas, pero esta gran experiencia te dejará una huella imborrable de emoción, aprendizaje y compañerismo.

Juan Javier Piña Rodríguez

Fecha de la carrera: Domingo 5 de noviembre de 2023

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