Race Report adidas Terrex Trail Santiago 2016
El 2015 me propuse un año sabático en lo deportivo y así dedicarme al trabajo y a mis chicas, pero sabiendo también que estas pausas sirven para descansar física y mentalmente y así seguir disfrutando de lo que me gusta. En este aspecto, menos es más, y si hablamos de descanso cuerpo/mente, mejor respetarlo.
Cuando surgió la idea de sacarme la espina de UTMB, tuve que inventarme «una planificación de descanso”, que incluyera los 160 kilómetros de Santiago y Vulcano Ultra Trail (100km). Pero todo quedaría ahí, ni una más ni una menos. Confiaba en mis límites y en lo intachable que soy (como me enseñó mi querido padre) y sabía que no me “calentaría» con ninguna carrera más. Pero uno es de carne y hueso. Caí en la tentación, sobre todo si te invitan a la carrera más espectacular de Santiago!!!
Dos organizadores de lujo como lo son Pablo Garrido y el Chopo Diaz, sumado a la fuerza de adidas, que ha sabido entrar fuerte al “hablar” con el idioma correcto al corredor de Trail 100%; y lo que para mí respecta, ofrecer el mejor circuito posible dentro de la ciudad de Santiago, hizo que en los papeles, adidas Terrex Trail fuese una fiesta para los que buscamos carreras de montaña, más allá de las que se ofrecen actualmente.
EL IDIOMA QUE NOS GUSTA
Al llegar al BASECAMP pudimos ver que el nivel de producción era diferente. Ni mejor ni peor, ni más ni menos costosa, pero sí con lo que nos gusta ver en el día a día, como lo es la concientización del cuidado del medio ambiente y de la montaña, un entorno familiar con diferentes actividades para los mas chicos y los no tanto. Un lugar lleno de detalles, con sus cubos de reciclaje, las actividades con material reciclado y la opción de donar un árbol al parque con la inscripción, eran muestras del idioma en que hablaba la carrera.
Con mis dos compañeritas llegamos con todas las ganas de correr la carrera, pero con la sensación de que estaba frente a un Gran Desafío por la dificultad que tiene el circuito, más allá de la distancia/altitud, y porque no decirlo, por mi estado físico actual.
La única vez que había podido llegar al San Ramon (3.253 msmm), fue al comienzo de un verano, donde la nieve y el frío, hicieron que no la pasara nada de bien. Ocurre que la subida que tiene es técnica, con muchos pasos de piedras y larga, muy larga. Y cuando hice cumbre en esa oportunidad, además de encontrarme con unas vistas hermosas de la cordillera de Los Andes, me encontré con un viento helado impresionante. Ese día, allá arriba, cuando estaba escondido detrás de una piedra, escuche: Israeeeeellll, ¿cómo estas? Por un segundo realmente pensé que estaba delirando, porque ¿quien me llamaría en ese lugar?
EL TRAIL DE SANTIAGO
Con ese recuerdo en mente, de la montaña más alta de las que están frente a Santiago, partimos a las 00 horas del domingo, dando así el vamos a la primera edición de esta competencia. Sinceramente, largué pensando en las últimas palabras que nos dijo Pablo, al señalar que adidas llegaba al trail en Chile para quedarse y confirmar que habría edicion 2017.
Como aperitivo, hicimos los primeros kilómetros dentro del Parque San Ramón, para después hacer un recorrido muy poco usado que conecta el Mirador del Mahuida con los saltos, pero que yo lo acostumbro hacer bastante para pagar la entrada en el Mahuida y no el de Aguas de Ramón. ¡¡¡Cueek!!!
Una vez que llegamos al inicio del filo del Mahuida, y ya en la ruta directo a los 3.253, pudimos ver unos de los detalles más importantes de la carrera. Las personas que estaban en el recorrido sabían perfectamente el lugar en el que se encontraban, quiénes éramos los que íbamos subiendo y qué necesitábamos en ese momento. Por eso, muchas gracias Nelson Villavicencio, Max Keith, Víctor Padilla, Camilo Pizarro y todo el equipo que estuvo allá arriba cuidándonos. Realmente fue notorio el trabajo y la selección de la personas para estar en ese preciso lugar.
A pesar de lo técnico y la dureza del terreno, y de la poca visibilidad que tuvimos del entorno, estaba disfrutando de la carrera. Sabía que estábamos en un recorrido único, que nos exigía el 150% de cada uno, que teníamos gente que nos estaba cuidando, y como premio, tendríamos los primeros rayos solares para ver la cordillera frente a nosotros. Realmente estuve tan concentrado en este disfrute, que el frío lo empecé a sentir cuando ya estaba a mucha altura y con una temperatura bastante baja, al punto de sufrir una hipotermia leve, pero hipotermia al fin.
LOS TRENES NO SE DETIENEN
Cuando llegué a la cumbre, estaba Camilo quien de inmediato supo lo que necesitaba. Me abrigó, me envolvió con su bolsa, me dio de comer una manzana la cual devoré y cuando vio que estaba mínimamente bien, me mandó con un guardaespaldas para que me acompañara al domo.
Como tenía claro cual era el objetivo y realmente estaba cagado de frío, me quedé para recuperarme un poco, tomando una sopa, café, té y todo lo que había. Sabía que esa situación podía jugarme en contra, ya que cuando te parás y te acomodás a ese miniconfort, es difícil salir de boxes. Es un juego psicológico peligroso. Lo mas fácil es darse por vencido, pero a veces me gusta desafiarme y ponerme a prueba. Boludeses y mini-motivaciones que me voy poniendo en carreras, vio!
Luego de un rato, llegó la locomotora Marlene Flores, con guantes sin dedos y casi despechugada. Cargó agua, algo de carbohidratos y salió con un muy buen ritmo. ¡La actitud de la locomotora supo motivarme! Esta era la mía, pensé. Si la dejaba pasar, los puntos no iban a estar en mi favor en este juego. Así que me abrigué rápidamente, me puse el casco y salí a perseguirla.
La alcancé relativamente rápido y recorrimos todo el filo del San Ramón con el Provincia juntos y disfrutando de ese trote que pareció una salida de domingo con amigos. Todos disfrutamos de la carrera. Creo que nunca me había sacado fotos durante una competencia, pero esa ocasión no la podíamos dejar pasar.
Hicimos el Tambor y el Provincia por la cara sur, que nunca lo había hecho, así que estaba sufriendo pero con gusto, no pica. Luego empezamos la famosa bajada del Provincia, en donde las piernas me empezaron a informar del poco entrenamiento que tenía, y si quería llegar sería a base de ganas, pasármelo bien y conocer el circuito que restaba (que por cierto, seguía siendo increíble!).
Bajamos el Provincia hasta el cruce con San Carlos, y de ahí al monolito. Todo este circuito, lo conocemos prácticamente de memoria y, de los que estuvimos en carrera, la mayoría lo podría hacer con ojos cerrados, pero en el momento fue diferente, era como jugar de local con toda la hinchada a tu favor.
Post monolito, vino el broche de oro que tienen todas las carreras duras de Trail: una subida de kilómetro y medio, además de una pendiente muy pronunciada. Marlene estaba en su disputa con Cañete, y yo no estaba para mucha fiesta, así que ahí nos separamos.
SENTIMIENTO ORIGINAL
Desde ese punto hasta la meta fue un paseo muy largo de bajada, pero que con las piernas como las tenía se me hizo un poco largo. Pero la mezcla de que fuera la parte más bonita del circuito dentro del parque, junto la imagen de llegar a meta donde me esperaba Agus con Lucia, se transformó en una sensación nueva. De esas que uno descubre en carreras, disfrutando, dejando de lado la parte competitiva y del premio por obtener un lugar en la general. De esas que se vuelven inolvidables al tener el privilegio de poder compartir de lo que a uno le gusta con la familia.
Por eso, la foto de la llegada con Lucia en mis brazos, fue el premio más grande que pude tener en una carrera.
Para finalizar, quiero agradecer a la organización por el apoyo brindado durante todo el fin de semana, y felicitarlos por el carrerón que tuvieron en sus manos, ¡y no lo desaprovecharon!
Quiero agradecer a Compressport, Garmin, Squezzy, Vitargo, RudyProyect por el casco y Altra Argentina, por facilitarme el mejor material para mis aventuras.
Israel Escudero
Trail Runner
Fecha de la carrera: Domingo 13 de noviembre de 2016