Faltos de Oxígeno#RunchileArtículos Eduardo Cumplido Juegos Olímpicos Mexico 1968

Los XIX Juegos Olímpicos celebrados en 1968 en México fueron los primeros organizados por un país en vías de desarrollo, por una nación hispanoparlante y los primeros realizados en Latinoamérica. Fueron también los terceros celebrados en otoño y los primeros con controles antidopaje y de sexo.

Pero sin duda la gran diferencia con los anteriores, es que fueron los primeros que se realizarían a 2.240 metros sobre el nivel del mar, hecho que podía ser una sería ventaja que hasta entonces no había sido tomado en cuenta con el rigor científico que, cada vez más, exigía la moderna competencia.

A la larga, en estos Juegos se acabarían batiendo más récords del mundo que en cualquier edición anterior, pero siempre en distancias cortas, ya que el aire de México tiene menos densidad y contiene menos oxígeno, lo que ofrece menos resistencia al esfuerzo físico breve.

De las pruebas de fondo, la primera final, la de los 10.000 metros, era esperada con expectación, precisamente por la polémica de la altitud. Y, efectivamente esta tuvo una importancia decisiva, porque además de ocurrir los desfallecimientos por este motivo, dominaron la prueba los hombres que venían de las altiplanicies.

El triunfo fue para el keniata Naftali Temu (29´27”4) que derrotó al etíope Mamo Wolde (29´27”6), dejando en tercer lugar a un atleta de “nivel del mar”, el tunecino Mohamed Gammoudi (29´34”2). El récordman del mundo, el australiano Ron Clarke, que tenía la marca mundial de 27´32”4, sólo pudo ser sexto. Y eso que los africanos emplearon casi dos minutos más en su carrera.

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Dias después, en los 5.000 metros, se repetiría la historia, con casi los mismos protagonistas. En esa prueba Mohamed Gammoundi pasó de tercero a primero (14´05”0), intercambiando la plaza con Temu (14´06”4), para meterse entre ambos el keniata Kipchoge Keino (14´05”2). Los africanos habían ido de nuevo al tope, y el australiano Clarke sólo pudo resistirles hasta el cuarto kilómetro.

Mamo Wolde de Etiopía repetiría podio más tarde, ya que ganó la medalla de oro de la maratón con un tiempo de 2h20´26”, sacándole más de tres minutos al segundo, el japonés Kenji Kimihara (2h23´31”). El tercer lugar fue para Mike Ryan, de Nueva Zelanda (2h23´45”). Tras las victorias de Abebe Bikila en Roma 1960 y Tokio 1964, la victoria de Wolde era la tercera consecutiva para Etiopía en la maratón olímpica.

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Otros dos keniatas aprovecharon bien su costumbre a la altitud donde vivían imponiéndose en los 3.000 metros con obstáculos, aunque el norteamericano Young les aguantó hasta el sprint final. Benjamin Kogo era quien dominó casi toda la prueba, pero no pudo evitar que tras una espectacular última vuelta su compatriota Amos Biwott lo venciera por dos décimas con un tiempo de 8´51”0.

En las pruebas de larga duración los fondistas keniatas y etiopes habían impuesto la ley de la altitud, al margen de la fuerza de los atletas de África.

Por Eduardo Cumplido Mayrock (Viernes 20 de febrero de 2015)

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