Runchile tuvo el placer de conversar con Catalina Langlois, una de las mejores runners amateurs de nuestro país. Cata comenzó hace poco en este deporte, pero su trayectoria está siendo imparable. En el último entel Maratón de Santiago fue la segunda mejor chilena.
Cata se declara apasionada por el running, y tiene varios objetivos en mente. Recientemente se convirtió en embajadora de Saucony.
Esto fue lo que nos contó:
Pese a que eres una de las mejores runners amateur, no eres precisamente una veterana en el running, ¿cierto?
Empecé hace bien poco. Partí hace 4 años exactamente, justo cuando nació mi cuarto hijo. Comencé tratando de cumplir los planes, adaptándome como corredora nueva. Tuve que aprender sobre las lesiones, la hidratación… Todo un proceso lento. Desde hace seis meses ya sé más sobre el tema. Siento que ya puedo dar algún dato a alguien (risas).
¿Cuál fue el momento en el que dijiste: “me voy a tomar esto en serio”?
El año pasado. Después de tener a mi quinto hijo me propuse, por una tontera, correr el maratón de Chicago sólo 5 meses después de haber tenido a la guagua. Fue espantoso (risas), pero me sirvió para trabajar la parte mental: esfuerzo, voluntad, perseverancia y la capacidad de partir de cero de nuevo.
Desde ahí hubo un cambio que me ayudó a tomar el entrenamiento de otra forma. Lo encontré más fácil, porque era verano, tampoco era tortuoso.
En esa carrera, Chicago 2017, hiciste 3:07. ¡No está nada mal!
Sí, y me pasaron varias cosas. No me di cuenta y se me perdió el GPS del reloj, así que corrí mucho por sensaciones. Corrí como yo sentía que era mejor.
Llevas 4 años haciendo running en serio, pero ¿antes hacías algo de deporte?
Sí, yo nunca fui una persona inactiva. Siempre hice deporte, pero no de forma regular. Si todos decidían ir al cerro, yo iba. Si iban a esquiar, yo iba a esquiar. Quería hacer de todo un poco.
Con mi marido nos fuimos a vivir a Londres tres años. Él sí era muy deportista. Hacía trekking, corría… y necesitaba una partner por donde fuese. Entonces me propuse correr. Allí hay muchas facilidades, más ambiente de correr y lindos parques. Además, tenía dos niños, así que lo único que quería era salir escapando (risas).
Partí corriendo tres kilómetros y moría. Fumaba mucho, tenía una vida social bastante más activa, pero corría 3 ó 4 km. Me propuse correr un 10K. Lo logré y me puse feliz, así que me propuse correr un 21. También lo logré, aunque después no podía bajar ni la escalera durante 3 meses (risas). Corría dos o tres veces a la semana. También participé en alguna carrera de obstáculos.
Después nos vinimos a Chile y el tema se fue quedando en pausa. Hasta que mi marido me convenció para anotarme en el maratón de Buenos Aires. Tras eso me volví más adicta que él.
Teniendo una familia tan grande, ¿de dónde sacas tiempo para los entrenamientos?
Es cuestión de organización. El tiempo siempre está para hacer lo que a uno le gusta. En mi caso es correr. Y tengo mucho apoyo de mi marido porque él también corre. El running es algo que puedes hacer desde casa, y tú manejas tus tiempos. Solamente hay que tener muchas ganas.
También mis hijos son chicos, y ellos son felices viéndome. Me dicen que vaya a correr. La mayor se hace cargo de la guagua. Cuando los que son cercanos ven que algo te apasiona mucho, te apañan en todas.
Mis hermanas y sus maridos también corren, lo cual ayuda. Eso sí, tratamos de no hablar del tema todo el rato (risas).
¿Con qué club entrenas ahora?
Con el TYM, con Paulina Arias.
¿Y cómo es una semana de entrenamientos de Cata Langlois?
Tengo facilidades, porque la Pauli además de entrenadora es una amiga. Entiende que además de corredora yo soy mamá, y que tengo que compaginar correr con mi vida diaria, si no, no va a funcionar. Por eso el plan cambia y se adapta todas las semanas.
Generalmente corro todos los días de la semana. Los lunes corro, por poner un ejemplo 12 kilómetros. Los martes hago series y spinning. Los miércoles hago cerro, pero suave. Los jueves corro unos 14 kilómetros y también hago spinning. Los viernes hago bicicleta o corro, pero poco. Los sábados se vienen fuertes, porque ahí entreno en grupo. Los domingos también corro, pero voy con alguno de mis hijos en bicicleta, más para soltar.
Este año fuiste la segunda mejor chilena en los 42K del eMDS. ¿El objetivo es ser la primera la próxima vez?
Trato de no pensarlo así. Yo corro porque me gusta. Semana a semana me saco la mugre por seguir el plan. Yo creo que si haces bien el trabajo los resultados van a llegar. Pero no me pongo una meta de bajar 3 minutos, por ejemplo. Si se da, bien, y si no, no. No me trato de poner presiones, porque en verdad corro para mí misma.
Yo nunca pensé en bajar de las 3 horas. De hecho, el plan de mi entrenadora era de 3 horas y 15 segundos, precisamente para no ponerme tanta presión, pero sabíamos que si todo iba bien, se iba a dar.
Eres runner amateur, pero ahora tienes apoyo de Saucony ¿qué implica el apoyo de una marca?
Después del maratón de Santiago se me acercaron varias marcas. Fue divertido porque era algo totalmente nuevo para mí (risas). Lo veo como una oportunidad y una experiencia. Estoy muy agradecida porque la marca haya confiado en mí.
Además, me resultó muy interesante poder probar diferentes cosas. Yo soy muy estructurada, y esto me ayudó a descubrir diferentes modelos. Ahora estoy corriendo con las Kinvara 9 y con las Freedom Iso. Y ahora voy a probar el modelo de Trail que tiene Saucony.
¿Cuál la carrera en la que más has disfrutado y que recomendarías a todo el mundo?
A mí me encanta el Maratón de Santiago. Yo soy una corredora bastante inusual porque me gusta hablar durante la carrera. Cuando veo que alguien va a un ritmo parecido al mío me pego a él y comenzó a hablarle. Me gusta ir chocando las manos a los niños.
Corriendo fuera todo eso es más difícil. Muchas veces hay más show y parafernalia, es tanta la gente y el idioma es diferente, que no es tan fácil hablar. En Santiago siempre encuentras caras conocidas y familiares.
¿Qué carrera que no has corrido todavía te llama más la atención?
Me encantaría correr todos los Majors. Ya he corrido Chicago y Boston, y mi siguiente objetivo es Nueva York en noviembre. Berlín la tengo ya pensada porque tengo el tiempo estimado para poder entrar. Me faltarían Tokyo y Londres. Pero me gustaría correrlos.
¿Tienes algún momento malo que recuerdes de alguna carrera?
El maratón de Boston fue el peor. Todos mis fantasmas interiores salieron (risas). Partí la carrera fracasada. Que hacía calor, que la polera no era la correcta… Llegaba muy cansada porque estaba haciendo un postgrado en la universidad. Fue demasiado. Todo me molestaba.
Corrí con mi marido, y habíamos dicho que en el kilómetro 30 íbamos a estar juntos, porque era un punto que en internet habíamos visto que era el más duro. Llegó el kilómetro 30 y mi marido no estaba. 31, y no estaba. Esos kilómetros se te pueden hacer mortales. Yo pensaba: “Me voy a separar” (risas). Fueron 4 km en que yo lo mandé a la punta del cerro (risas).
En el kilómetro 35 me resetee. Dije: “vamos a partir de nuevo”. En el 36 me encontré a mi marido. Le miré y le dije “esto te va a salir muy caro” (risas). Pero conseguí partir de nuevo, más rápido y más concentrada. Uno se da cuenta de que todo está en la cabeza.
¿Y un momento en una carrera que recuerdes con especial cariño?
En el final de este último maratón de Santiago lo pasé increíble. En el km 38 llegó una moto y me dijo: “eres la primera chilena”. Yo le dije “¿una moto para mí? ¡Me estás haciendo la carrera!” (risas). Aún así, le pregunté si estaba seguro, y me tuvo que decir varias veces que sí (risas). Al llega a Plaza Italia comenzó a tocar la bocina gritando que venía la primera chilena, y la gente empezó a gritar y a animarme. Me sentí como una rockstar total (risas).
Como runner amateur ¿qué consejo le darías a la gente que se está enganchando ahora a este deporte?
El mejor consejo es que no tengan susto. Que salgan. No hay que buscar pretextos: que si no tengo la zapatilla adecuada… Nadie partió con las cosas adecuadas. Se aprende en el camino. Al final es salir y correr lo que se pueda. Yo partí con 3 km porque era lo que podía. No hay que pensar tanto. Actitud positiva, y salir.
Gracias Cata por tu tiempo y mucho éxito con tus objetivos!!
Lunes 11 de junio de 2018