De duelos y de resistencias

He acompañado a decenas de atletas a lo largo de sus procesos de preparación y de evaluación fisiológica en laboratorio. En las conversaciones que emergen antes y después de una prueba de VO₂max, especialmente en el contexto de objetivos exigentes como el triatlón de larga distancia, aparecen reflexiones que trascienden lo estrictamente fisiológico. Más allá del dato, se manifiesta una experiencia subjetiva en la que cuerpo, historia e identidad se entrelazan, revelando que el rendimiento no se juega únicamente en los valores medidos, sino también en la coherencia con la que esos valores son integrados en la propia narrativa vital (1).

Previo a la evaluación, suele predominar una expectativa centrada en números: el VO₂max esperado, los umbrales ventilatorios o la comparación con registros anteriores. Sin embargo, una vez concluida la prueba, incluso cuando los resultados son objetivamente favorables, emerge con frecuencia una reflexión más íntima. El dato fisiológico interpela la identidad del atleta y actúa como un espejo que refleja no solo el estado del sistema cardiorrespiratorio, sino también tensiones externas: asuntos laborales, vínculos demandantes o contextos vitales que alteran el equilibrio personal. En este punto, el impacto no proviene de lo que el dato mide, sino de lo que simboliza en relación con la imagen que el atleta sostiene de sí mismo (2).

Cuando esta diferencia entre identidad y resultado aparece, el ego suele reaccionar. Una respuesta habitual es preguntar sobre si un aumento del entrenamiento, interpretando el esfuerzo adicional como una solución. Sin embargo, dada mi experiencia como entrenador, el incremento de carga en estas etapas no responde necesariamente a una necesidad fisiológica, sino a una tentativa emocional de restaurar control o validación. Entrenar para huir de una sensación interna reduce la capacidad adaptativa del organismo y profundiza el desgaste, especialmente cuando se ignora la complejidad biológica y psicológica que subyace al rendimiento humano (3).

Este fenómeno se intensifica cuando los umbrales ventilatorios, referencias para la prescripción del entrenamiento, se sitúan por debajo de lo esperado. En atletas que acuden por primera vez al laboratorio, el resultado puede tensionar una identidad deportiva aún en construcción. En quienes cuentan con evaluaciones previas, activa la comparación con el pasado. En ambos casos, el ruido externo amplifica la experiencia: redes sociales, comparaciones constantes y estímulos de gratificación inmediata. Este entorno, lejos de orientar, suele generar interferencia emocional, aumentando la presión y reduciendo la capacidad de autorregulación (4).

Reducir ese ruido también es entrenar. La evidencia sobre recuperación y sobrecarga funcional indica que el descanso profundo no es solo fisiológico, sino también cognitivo y emocional (5). Caminar sin reloj, escribir sin juicio o permitir momentos de inactividad consciente son estrategias que favorecen la reorganización interna del sistema y disminuyen las interferencias que limitan la eficiencia adaptativa. Estos actos, aparentemente simples, contribuyen a restaurar la coherencia entre percepción, emoción y acción, un componente central del rendimiento sostenible (3).

Finalmente, lo verdaderamente sostenible emerge cuando la motivación es autónoma. El atleta que entrena y compite desde una promesa personal, y no desde la necesidad de validación externa, logra sostener su proceso con mayor honestidad y menor desgaste. En este marco, pruebas como el 70.3 de Pucón dejan de ser únicamente un objetivo competitivo y se transforman en un rito: una experiencia de presencia, resistencia y sentido. Más que bajar tiempos, el proceso se orienta a atravesar el duelo de las expectativas y a resistir desde la coherencia, corriendo hacia una versión más respetuosa de la propia identidad atlética, donde el rendimiento no se opone al bienestar, sino que lo integra (2).

Bibliografía

1) Nieto, C. (2025). El camino a la excelencia. www.primerumbral.cl AQUÍ
2) Ryan, R. M., & Deci, E. L. (2024). Self-determination theory. In Encyclopedia of quality of life and well-being research (pp. 6229-6235). Cham: Springer International Publishing.
3) Balagué, N., Hristovski, R., Almarcha, M., García-Retortillo, S., & Tenenbaum, G. (2019). Network Physiology of Exercise: Vision and Perspectives. Frontiers in Physiology, 10, 1008. AQUÍ
4) Nixdorf, I., Frank, R., & Beckmann, J. (2016). An explorative study on major stressors and its connection to depression and chronic stress among German elite athletes. Advances in Physical Education, 6(2), 62–70.
5) Meeusen, R., Duclos, M., Foster, C., Fry, A., Gleeson, M., Nieman, D., … & European College of Sport Science. (2013). Prevention, diagnosis, and treatment of the overtraining syndrome: Joint consensus statement. Medicine & Science in Sports & Exercise, 45(1), 186-205. AQUÍ

Lunes 29 de diciembre de 2025

Comentarios

comments