Esta mañana amaneció muy fresca, con una temperatura que para muchos resulta incómoda. Esa que se te mete entre tus ropas y te enfría la espalda. Pero para quienes corren resulta el santo grial en busca de marcas personales.
Este año la partida de los 21K fue convenientemente relegada al final para no toparse con los de 10K ni estorbar a los maratonistas. Debido al horario de salida pactado (30 minutos posterior a la largada general del maratón) muchos decidieron llegar en metro y así evitar la larga espera expuestos al frío matinal. Resulta curioso, para quien está acostumbrado a transitar y utilizar dicho transporte capitalino, el observar un 90% de corredores llenando los carros, todos con diversa indumentaria, relojes y zapatillas. Carnavalesco al menos.
El encajonamiento comenzó muy lejos de la partida por la calzada sur, bien pasada la casa central de la Universidad de Chile. Es que los 10.000 corredores se hicieron notar. Tras la partida, algo estrecha, recién se pudo agarrar ritmo transcurrido el primer kilómetro. Muchos corredores, no lo suficientemente rápidos y por inexperiencia, se colocan delante y entorpecen el tránsito de los más veloces generando empujones y el peligro de una caída. Para la próxima sería bueno corrales por tiempo tal como el maratón para evitar este problema.
Los puestos de agua e isotónico estuvieron fenomenales, los voluntarios muy vivaces entregaban eficientemente los fluídos en ambos lados de la ruta. Carabineros cortó el tránsito dando garantías a los corredores, sin embargo siguen pecando de dejar a los automovilistas parados justo frente al recorrido, en vez de desviarlos dos cuadras antes. Si hicieran esto no solo aumentaría la seguridad, sino evitaría la desazón de los automovilistas, quienes por último podrían regresar a sus casas o tomar rutas alternativas.
El apoyo tanto de bandas musicales en vivo, cuerpos de bomberos y de la gente se sintió como nunca antes, muy masivo con niños y familiares alentando con pancartas y gritos. Concentrado en diversos puntos del recorrido tales como Avenida Matta, Estadio Nacional, Pocuro, Eliodoro Yáñez, Plaza Italia y el “túnel de gente” los últimos 400 metros resultó memorable.
Por último el área de reunión en el sector de Paseo Bulnes resultó muy conveniente y expedito. La entrega de frutas, líquido y medallas, junto con lugares donde echarse y sentarse, todo bien organizado. Y con múltiples encargados del aseo lo que evitó la acumulación de basura y permitió disfrutar de la explanada a los ya agotados corredores.
Este 21K es el más masivo que se realiza en Chile, este año se inscribieron sobre 14.000 personas y lo completaron 9.902 corredores. Pero la organización sacó la labor con honores, otorgándole a todos quienes corrimos este evento una excelente experiencia, que se repita y por qué no, sea aún mejor el 2015.
Adrián Rodríguez
Fecha de la carrera: Domingo 6 de abril de 2014