Adrián Rodríguez: ”Berlín y el más grande de la historia”#AdriánRodríguez #MaratónBerlin #RunchileRaceReport

Race Report Maratón de Berlín 2018

Cuando decidimos ir a Berlin fue en gran medida por el grupo de nóveles maratonistas que se formó entorno al SRC (Santiago Runners Club). Con Paulina habíamos pensado en otra maratón europea dado que Berlín ya la habíamos corrido el 2011. Sin embargo, saber que Valentina, Héctor, Natalia, Alfred, Caro, Fran, Andrea, Pepa, Seba y Guzmán participarían. Más aún, Seba y Héctor como debutantes. ¡No nos lo podíamos perder!

El entrenamiento salió pesado para el volumen que programé, pero estaba confiado en poder acercarme a las 3:05. Así partimos a Berlín con una larga escala de 12 horas en París.

Ya en nuestro hotel partimos al día siguiente a la feria donde nos reunimos con el grupo.

Viernes de Exposición

Fue un día viernes muy agradable, en el antiguo aeropuerto de Tempelhof que conectaba al Berlin occidental con el resto del mundo libre durante la guerra fría (de hecho la estación de metro para llegar allí se llama Luftbrücke: Luft-aéreo, Brücke-puente).

Este es ahora un parque en medio de la ciudad. Imaginen lo que sería tener al ex-aeropuerto de Cerrillos hecho parque con tres tremendos hangares llenos de runners y marcas deportivas ¡Espectacular!

Sábado, maratón en patines

El sábado típico, puro descanso, caminatas por el barrio para soltar la ansiedad y aprovechar de pasear por la puerta de Brandemburgo donde se desarrollaba el maratón en patines en el mismo circuito pedestre. Esto nos dió un refresco mental del circuito ya corrido hace 7 años. Recordé esos últimos 1.600 metros tan topados de aquel año donde hice mi PB de 3:12:37. Ahora la historia era diferente, con 18 maratones en el cinturón y metas más ambiciosas.

Día de la carrera

Domingo por la mañana (como la pegajosa y desafinada canción de Carlos Caszely) ya listo, salimos con Paulina a trote suave rumbo a Unter den Linden para dejar nuestra ropa y tomar posiciones en los corrales respectivos.

Yo me ubiqué en el C (privilegio por mi Sub 3:00 de París 2017).

En la salida pusieron la misma obertura de siempre «Eye in the sky» de Allan Parsons, súper bacán. Consciente de que no estaba para bajar de 3:00 me fui para atrás del corral y salí muy medido pasando por la rotonda del ángel a 4:35 m/km. Luego agarré ritmo a 4:24-4:26 parejo.

Traté en vano de ir sobre la línea azul que da exactos 42.195 metros, más los puestos de agua estaban ubicados casi exclusivamente a la izquierda, lejos de la marca, lo que obliga a salir de línea y cruzarse, con varios choques y «sorry» de por medio. Los vasos plásticos son una rareza ¡Cómo no usan vasos de papel más ecológicos y comprimibles!

Esta vez, aprovechando la magnífica charla en la cena del SRC de Felipe Araya sobre nutrición, determiné utilizar 4 geles. El primero y cuarto con cafeína y los del medio con BCAA. Muy útil pensando que el isotónico era desconocido -y bastante malo- por lo que la necesidad de sales era tema.

El clima nos tocó bastante templado con mínima de 15ºC a las 9:00 y máxima de 22ºC a la 13:00, lo que si bien no es lo óptimo para runners amateurs no constituyó problema en absoluto, pues la humedad era baja.

Mis marcas hito salieron bien, pasando el 14K en 1:01:30, el 21.1K en 1:33:34 y 28K en 2:05:48. Ya vislumbraba que los 3:05 serían historia. Pero creía firmemente que mi remate final me alcanzaría para 3:08-3:09.

Sin embargo, pese a mantener un pulso muy bajo, mis piernas comenzaron a bajar irremediablemente de ritmo. No había caso, cada vez peor.

Ya en el 34K último gel con 100mg de cafeína cortesía de Pablo Valenzuela, trato de acelerar lo que puedo y ¡no pasó na’!

Finalmente traté de sostener para un digno 3:15. Aproveché esta vez de observar los kilómetros finales que son hermosos.

Cuando paso por la puerta de Brandemburgo se me puso la piel de gallina y tuve que contener la emoción, casi se me cae una lágrima, emoción que no viví la vez anterior donde la amnesia y dolor de esos kilómetros finales nublo el recuerdo.

Cruzo la meta en 3:15:31. Puño apretado, celebro feliz a lo Jorge Plaza de los Reyes.

No me equivoqué, gran maratón.

Le pregunto a la niña que me da la medalla ¿quien ganó? «Kipchoge, weltrekord 2:01:40”.

Wow, quedé impresionado. Y pensé inmediatamente en la Francisca, Héctor y Sebastián. ¿Harían sus debuts soñados y récords?

La duda tuvo respuesta pronto. Tras retirar mis cosas y ducharme en el parque cerrado escucho un Ceacheí. Era Carlitos Warnke con un grupo de chilenos y la Fran.

Ella me cuenta que no lo pasó tan bien al final, que bajó su marca en sólo algunos segundos. «Récord es récord Fran, felicitaciones». Luego me fui a tirar al pasto y esperar a la Pauli.

Estaba tan raja que me quedé dormido, al despertar fui al área de reunión: nadie.

Así que me fuí al hotel. Cuando veo los resultados en el teléfono me sorprende la gran marca de Vinet, el salto de Guzmán, la Andrea y Caro.

Paulina volvió a correr un maratón y quedó muy contenta. Lamentablemente Seba estaba con un bicho estomacal y lo pasó pésimo.

Fiesta post maratón con Eliud Kipchoge

Por la noche nos juntamos en el Club Kosmos ícono de la movida electrónica para la premiación.

Lo pasamos increíble, con los papás de la Nato incluidos. Full cervezas junto a Alfred, con Héctor de calcetinero maratónico, quien cazó a Kipchoge, Kipsang y Kipruto obteniendo de premio muchas fotos. Pero la Natalia se llevó el premio mayor: Kipchoge le firmó su medalla.

Qué manera de bailar, reír, celebrar. Un broche de oro para un maratón histórico.

Adrián Rodríguez
SRC

Fecha de la carrera: Domingo 16 de septiembre de 2018

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