Race Report – Maratón de Chengdu 2024
Me desperté a las 4:30 am, tres horas antes de la partida. Desayuné un pan con palta que había comprado el día anterior, me duché, pedí un DiDi y partí hacia el lugar de inicio. Mientras iba en el taxi, hablé con mi pareja y mis papás, que me estaban apoyando a la distancia. Apenas el conductor no pudo seguir avanzando, me bajé y empecé a caminar siguiendo a los otros maratonistas. En ese momento, me invadió esa mezcla de adrenalina, impaciencia y nerviosismo que siento antes de cada maratón.
Caminando junto a la multitud de corredores, miraba a los lados y no encontraba a otro occidental. Los seguía sin entender bien las señales ni poder comunicarme con ellos. Con una mirada y una sonrisa, compartíamos las mismas emociones. Nos esperaban los mismos 42 kilómetros, los cuales no discriminan según el lugar en que naciste ni el idioma que hablas. Una vez en el punto de partida, cantaron el himno de China y comenzaron a avanzar los corrales.
La adrenalina hizo su efecto y no sentía ningún dolor de los días anteriores. Pude ir al baño antes de llegar a la línea de partida y tomarme una Gatorade completa antes de partir. Había hecho todo, todo lo necesario antes de llegar a ese momento. Fueron cuatro meses de entrenamiento y una larga lista de preparativos los días anteriores y el mismo día de la maratón. Sentía que mi cuerpo estaba en su mejor versión para la carrera y la experiencia que se venía por delante.
Y partió la maratón. Chengdu, con menos días de sol que Londres, nos dio la suerte de un día soleado y completamente despejado. La temperatura comenzó en unos agradables 16 grados y terminó en 20. Había una alta humedad de 80%, que no se sentía en el clima pero sí un poco en la transpiración. La ruta era generalmente plana y pasaba por muchas sombras que ofrecía la ciudad. Al principio me costó pasar al pelotón, pero después del kilómetro 5 logré el ritmo para el que me había preparado.
Chengdu es una ciudad imperial china, con grandes avenidas y altos edificios bien separados unos de otros. La ruta está muy bien diseñada y pasa por los principales destinos de la ciudad. Más de una vez me sorprendí por lo grande, moderna y auténtica de las calles y edificaciones. Los chengduenses se acumulaban a los costados para darte ánimo, donde rápidamente me di cuenta de que “jia you” era como decir “vamos” en mandarín. Me sentía como si estuviera pasando por el medio de esas paradas militares chinas que uno ve en la televisión.
Pude mantener un ritmo constante hasta el kilómetro 35, donde empezaba una subida hasta el 40. Tenía un poco de susto, pero era un desnivel casi imperceptible. Me sentí tan bien llegando al final que aceleré en el último kilómetro antes de llegar a la meta. Imposible estar ahí y no emocionarse. Mirar hacia atrás y pensar en todo lo que me permitió llegar a ese momento me llenó de agradecimiento. Le pedí a la primera voluntaria que vi que me sacara una foto para poder guardarla como recuerdo.
Correr una maratón es más que correr 42 kilómetros. Para mí, correr maratones es una metáfora de la vida. Uno se prepara con tiempo y dedicación para ser la mejor versión de uno mismo. Entrenas entre tres y cuatro meses con el desafío de llegar hasta el final y mejorar tu propio tiempo. Corres la maratón, logras o no tu meta, y celebras haber podido llegar a ese momento. Y después de un par de meses de recuperación, uno comienza de nuevo con otro proceso para volver a superarse una vez más. Y así sucesivamente.
Con Chengdu, ya han pasado seis años desde que corrí mi primera maratón, siendo esta la novena y sumando 42 minutos de superación. Para mí, correr maratones es más que solo correr 42 kilómetros o completar los tan conocidos majors; es lo que me permite desafiarme, disfrutar y compartir una experiencia única con personas que, sin importar nuestras diferencias, somos parte del mismo camino y destino. Para mí, la vida tiene sentido cuando buscamos mejorarnos cada día, empezando por nosotros, pero especialmente para otros.
Correr en China fue una experiencia inolvidable. China tiene 14 maratones de categoría oro y platino según la World Athletics, siendo Chengdu una de ellas. Son eventos gigantescos, que no tienen nada que envidiarle a las grandes maratones del mundo. Uno se siente ajeno y perdido desde el momento de la inscripción hasta el día de la carrera, pero eso también es lo que las hace tan especiales. El tiempo y los recursos pueden hacer que sea difícil ir desde Chile, pero si logras organizarte para venir a correr a China, te aseguro que no te vas a arrepentir.
Vicente Mariscal – 3:22:23
Fecha de la carrera: Domingo 27 de octubre de 2024