Race Report – Maratón de Londres 2024
En el 2016, hace 8 años, estuvimos mi esposa y yo en Londres. Durante esos años, llevé una vida sedentaria, sin práctica deportiva, sin indicios de correr, y mucho menos de participar en una maratón.
El domingo 21/04, con 14 maratones ya en mi historial, me preparaba para completar la N°15 y mi 5to Major. Este año, decidí regresar para correr el Maratón de Londres 2024.
Algunos compañeros del Team Mora que ya habían corrido allí me habían hablado sobre el gran ambiente en la ruta y lo organizada y entretenida que era la carrera.
Para ser sincero, no suelo prestar mucha atención a esas cosas. Por lo general, me concentro en la carrera, en mantener el ritmo y en mis sensaciones. Prefiero disfrutar cuando veo el cronómetro en la meta, aunque la mayoría de las veces se sufra más de lo que se disfruta. Habrá tiempo para salir a correr y disfrutar del recorrido sin preocuparme tanto por el tiempo.
Fuimos al retiro de los kits el viernes por la tarde. Pensé que estaría abarrotado, pero el lugar era amplio y de fácil acceso en metro. Todo fue muy ágil y bien organizado. Me llamó la atención algo que no había visto antes: imprimir el número en el momento y agregarle el chip. Esto agiliza mucho el proceso, ya que no es necesario hacer fila según el rango de números; en cualquier fila te pueden entregar tu dorsal. Luego había bastante mercadería de New Balance, muchos stands de las marcas clásicas de los Majors, fundaciones de caridad y lugares donde todos hacían fila para tomarse una foto. Al final, estaba el retiro de la camiseta técnica de finisher.
El día de la carrera, teníamos que llegar al punto de partida en tren. Ese día, el transporte público era gratuito para todos los corredores, solo bastaba con mostrar el dorsal. Sería genial ver algo así en nuestro país, Chile. Si se puede hacer para las elecciones, no veo por qué no implementarlo para eventos deportivos.
En mi caso, tomé el metro y luego el tren correspondiente según el color y la oleada de largada asignada. A través del correo electrónico y la aplicación, nos informaron sobre los horarios de los trenes y la apertura de las áreas de espera y encajonamiento.
El tren estaba lleno de corredores. Al salir de la estación, había muchos voluntarios y policías indicando el camino hacia el punto de partida, todo muy bien señalizado por colores para saber en qué área debías ingresar.
Me sorprendió que no revisaran mi mochila, solo que el dorsal correspondiera a la oleada. En otras maratones, especialmente en Estados Unidos, hay un control exhaustivo de eso.
En TropiLondon (en analogía a Concepción, que le llamamos TropiConce porque el clima cambia continuamente), hacía bastante frío y había mucho viento. Había sol al llegar y luego se nublaba, pero el frío y el viento nunca cesaron. Pasaba el tiempo y no veía a ningún corredor empezar a calentar; todos estábamos muy abrigados y yo no quería ser el primero en trotar, así que esperé a que se formaran grupos y me uní al trote en círculos. Después de 15 minutos de trote suave, incluyendo un par de ascensos, nos encajonamos.
Comenzó la carrera y solo se oía el ruido de la gente animando. La ruta era plana y tendía a descender hasta aproximadamente el kilómetro 5, luego tenía falsos llanos constantes con subidas y bajadas cortas, aunque no tantas como en la Maratón de Boston, lo cual, en mi experiencia, agota silenciosamente las piernas.
Mentalmente, pensaba en una carrera plana con un desnivel de +75 metros, pero no la sentí así. Creo que había un poco más de subidas, cortas pero varias. Al mirar mi reloj, marcaba +184 metros de desnivel y 42.58 km de recorrido. No pensé que marcaría 400 metros más, considerando que seguí la Línea Azul durante todo el recorrido. Creo que fue porque en muchos tramos nos obligaban a cambiar de carril para permitir que la gente cruzara las calles. Podrían pensar que 400 metros no es mucho, pero si corres a 5 minutos por kilómetro, tendrás que sumar 2 minutos a tu tiempo final, lo cual es considerable para aquellos que buscan mejorar su marca.
En cuanto a la hidratación, había mucha agua a lo largo de la ruta y bebida isotónica en algunos sectores. Te entregaban botellas de agua, muy cómodas para hidratarse a mi gusto (mucho mejor que los vasos).
Durante el recorrido, siempre estuve acompañado de otros corredores; nunca corrí solo, creo que éramos un poco más de 50 mil corredores. Y el apoyo de la gente fue constante; no recuerdo un tramo sin personas animando a los maratonistas.
Una vez terminada la carrera, te entregaban la medalla a pocos metros de la meta, además de agua e isotónica. Luego estaban las carpas para retirar las bolsas con las pertenencias de los corredores, y al salir de esa zona, el área de reunión para encontrarse con los acompañantes. Solo creo que faltaba más señalización para llegar al metro después de la maratón; nos costó encontrarlo porque como estaba todo cerrado, el acceso era complicado y había que caminar bastante, cuando uno solo piensa en ir a ducharse, comer y descansar.
El Maratón de Londres fue una bonita experiencia. La ciudad es hermosa, la ruta excelente y la organización muy buena. Es un poco difícil entrar por sorteo, pero no se pierde nada con intentarlo. Cada año hay más chilenos participando.
Mi tiempo final fue de 2:42:20, quedé feliz pero no completamente satisfecho.
Feliz porque fue un proceso de recuperación más corto de lo esperado después de una lesión de 12 semanas, durante las cuales estuve un mes sin poder entrenar. Y en ese período de recuperación, me enteré de que había sido aceptado en Londres, así que tocó aplicarse, volver a empezar de cero e ir viendo cómo respondía el cuerpo. El coach Raul Mora de TeamMora me fue aumentando la carga progresivamente para ver como respondía y favorablemente llegué mucho mejor de lo que pensé al inicio. Di todo lo que tenía en Londres y eso me deja feliz.
No conforme porque uno siempre quiere más y aunque no iba con la misma continuidad que en el proceso anterior me la jugué para buscar el PB y me pasé por 90 segundos.
Pero el saldo es positivo, en las maratones los milagros no existen y el cuerpo no puede dar más ritmo de lo que se entrenó. Podemos ponerle corazón y cabeza para resistir sin duda, pero son 42K, es muy importante la continuidad, por eso debemos cuidarnos para no lesionarnos y obligarnos a retroceder.
¿Volvería a correr Londres?, por supuesto que sí, ojalá algún día tenga la posibilidad de volver. Espero se motiven muchos más compatriotas, crezcan los representantes chilenos y que la tómbola de Londres nos regale más cupos.
José Pacheco
Fecha de la carrera: Domingo 21 de abril de 2024