Francisco Salazar: “Mi maratón número 41”#MaratónViña2019 #RunchileRaceReport

Race Report Maratón de Viña 2019

Corro de lunes a viernes más de 10 kilómetros cada día, siempre buscando los dos dígitos antes de parar y acompañado de mis amigos mañaneros desde las 5:14 am. Venía de acompañar a mi hija Fernanda del Mundial de Niza y algo de turismo, por lo tanto, mis 10 kilómetros fueron siempre en diferentes horarios y lugares con ella o solo.

Al llegar a Chile, 15 días antes, logré hacer un buen largo de 30 kilómetros, lo que dista mucho de cuando buscaba en los Santiago Runners bajar las tres horas, donde hacia 10 largos de 30 km antes de la carrera. Hoy pienso que el cuerpo no soportaría eso, podría lesionarme y apuesto a uno o dos largos más el día de la carrera.

Viajamos los seis a Viña, lo que detallo a continuación no es un ejemplo a seguir, sino la rutina de alguien que ha corrido muchas maratones, que le resulta y tiene la suerte de contarlo. Llegamos a Viña el sábado a las 8:00 pm, comimos apurados, lo de costumbre, intento que sea un día más y no buscar presiones extras de todo tipo, alimentación, tiempos, lugares, etc.

En el día de la carrera, me despierto a las 4:00 am y como una barra energética y sigo durmiendo. Me levanté a las 5:45 para comer otra barra, más un té, dos plátanos, una tostada de pan y me fui caminando con la Ferni a la salida y en el trayecto me tomo un Gatorade con el que finalizo mi alimentación previa.

Caliento 2 km corriendo y derecho al punto de salida con buzo completo, minutos antes boto el pantalón y a los 3 km el polerón. Ceremonia que siempre hago con o sin frío en todos los maratones.

El día estaba espectacular y el recorrido es único, no hay maratón que veas siempre el mar en los 42 km como en esta carrera. Kilómetro a kilómetro no les voy a contar porque sería latero, pero siempre en cada carrera los acontecimientos son diferentes e inesperados, con quien corres, con quien conversas y con quien terminas.

Hace años en USA, corría solo, y se me sumó una mujer al lado que notaba que saltaba más que yo al correr, cuando me descolgué de ella, me percaté que le faltaba una pierna y corría con una prótesis que la impulsaba un poco más, admirable. Otra carrera se me suma un corredor algo más bajo corrimos más de 20 km juntos y al separarme me di cuenta que corría descalzo. Cosas que pasan y finalmente es lo que más recuerdas, no así los tiempos.

Este maratón de Viña, fue un muy buen amigo del Triatlon UC, Fernando Soto, quien apareció de sorpresa y requería entrenar 15 km y me acompañó a mi ritmo, respetando el silencio cuando hay que callar y los monosilabos cuando se conversaba, inesperado todo pero muy agradecido de la compañía.

En el km 21 termina la compañía del pacer y sigo solo, en el km 37 aparece mi amiga de 33 años Loreto Santa Cruz en bicicleta, imposible de aburrirse con ella y tanto cariño y alegría que irradia, me acompañó hasta que la sacaron los últimos metros, es ejemplar. Terminé en un buen tiempo para la categoría, y sumé otra más, que es lo que busco.

Quiero agradecer a Runchile esta oportunidad de transmitir algo de esta carrera, mis anécdotas y de alguna manera representar a todos los que llevan muchas maratones y quizás, alguno, más que las 41 que tengo y no han tenido la oportunidad de contarlo.

¿Cuáles son las 41? Son 20 Santiago, 11  Chicago, 2 New York, 1 Paris, 1 Minnesota y 6  Viña del Mar. La siguiente es el Gatorade Maratón de Santiago 2020. Con Santiago si todo resulta bien y cruzo la meta será la carrera 42 de 42 km.

Por Francisco Salazar

Fecha de la carrera: Domingo 6 de octubre de 2019

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