Hace unas semanas hablábamos de cómo hay que empezar a correr (AQUÍ). Se trata de no sufrir o, al menos, de no sufrir mucho. Y con constancia y sentido común podemos apasionarnos a esto de correr sin dejarnos la vida en el intento.
Elegimos a dos personas, a Mariluz y Jesús, para poner en práctica mi sistema de entrenamiento. En aquella primera sesión, hicimos un entrenamiento de 13 minutos, de los que sólo corríamos 4 minutos, y 9 caminábamos. Ha pasado un mes y la evolución de estos chicos es considerable.
Por Javier Serrano (Lunes 1 de diciembre de 2014)