Establecer objetivos es una muy buena manera de progresar como corredor. El hecho de fijar retos estimula nuestra capacidad de superación, es algo que nos anima a seguir día a día y que nos sirve de guía.
Fijarse retos no significa que tengamos que convertirnos en corredores competitivos. Algunos sí que establecerán objetivos deportivos, como completar una carrera —una media maratón o, incluso, una maratón— o bajar de una determinada marca. Y para eso hay que entrenar fuerte y machacarse. Pero otras personas preferirán tomarse las cosas con más calma y se plantearán retos más cercanos, como completar una vuelta al parque que tienen al lado de casa o conseguir una continuidad de dos entrenamientos por semana. Y con eso serán felices.
El reto depende de cada uno, pero el hecho de marcarse pequeños hitos siempre nos ayudará a progresar y a disfrutar de correr.
por Javier Serrano (Viernes 20 de marzo de 2015)
