Testeo de las Merrell MOAB Flight

Las vacaciones en el sur estaban planificadas e iba a tener la oportunidad de probar las nuevas MOAB Flight, de Merrell.

A simple vista me llamaba la atención su novedosa capa de amortiguación Float Pro en la entresuela, con una amortiguación notoriamente superior y una suela Vibram que prometía tracción, pero con suavidad.

Y llegaron los senderos orgánicos del sur.

Las zapatillas, muy livianas (540 gr. el par de hombre) permitían agilidad y velocidad. Muy cómodas y, sobre todo, tal como me imaginaba al verlas, con muy buena amortiguación. Para senderos sedimentarios e incluso para trotar en calle o pista, la amortiguación es muy cómoda y permite correr grandes distancias sin sentir molestias.

El drop se sentía adecuado para estos senderos amistosos (10mm). Los antiguos caminos madereros, perdidos entre bosques y montañas, fueron pasando hasta llegar a una cuesta de ripio, con mucha piedra suelta. En este tramo de piedras, la notable amortiguación deja de ser un punto fuerte pues aumenta la sensación punzante de algunas piedras hacia la planta del pie. Pero el ripio pasó, para internarme nuevamente por los senderos sureños.

Una vez alcanzada la cumbre y logradas las vistas, comienza el descenso con ganas de ver como se portaban las MOAB Flight, en bajada rápida. El tamaño de su suela (un poco mayor al de la capa de amortiguación, sobre todo hacia el talón), entregaba más superficie de tracción y por lo tanto mejor grip, a pesar de que esta suela Vibram no tiene tanto relieve como otros modelos Merrell.

Comodísimas para los cambios de sentido y pasadas rápidas por obstáculos.

Terminé mi primera prueba con las zapatillas, sacando las siguientes conclusiones, en escala de 1 a 10, le pongo nota:

Peso: 9 (540 gr.)
Amortiguación: 10
Firmeza: 9
Suela: 9
Grip : 8
Drop: 10
Capellada: 8

Ideales para todo tipo de terrenos y condiciones, aunque no para tramos muy extensos de caminos de ripio ni tampoco para alta montaña, pues al ser ágiles y de buena amortiguación, se comportan mejor en senderos más blandos que pateando piedras. Por eso hay distintos modelos para distintos usos.

Seguiré usándolas para los senderos comunes de los alrededores de Santiago, además de calle y pista… es decir probablemente en el 80% de las salidas que uno logra hacer.

¡Nos vemos afuera!

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Andrés Miller

Deportista y amante de la vida al aire libre

Jueves 8 de abril de 2021