Testeo Asics Gel Nimbus 22

Cuando las innovaciones respetan el espíritu original de un clásico, el resultado es fenomenal.

Nimbus, tan sólo nombrarlo es sinónimo de suavidad, comodidad y amortiguación sin igual, de hecho, lo asocio casi más a un colchón Premium que a una zapatilla. Así es la fama que se ha ganado este modelo, el segundo más antiguo tras el buque insignia de la casa de Kobe, las Gel Kayano.

Los últimos modelos, si bien introdujeron nuevos compuestos, sorprendieron con diseños algo eclécticos. Pero este año, Asics Gel Nimbus 22 se vino un cambio notorio: Vuelta al diseño elegante, con amortiguación y comodidad garantizadas… pero no a cualquier precio, liviandad y desempeño también pueden entrar en la ecuación.

Si bien un peso de 335g en talla 10.5 US, para los cánones actuales en calzado runner, no entra en la categoría liviana. Debo reconocer que para una zapatilla de este calado es bastante bueno. Drop de 10mm para runners principalmente taloneadores.

Upper:

Respecto de los modelos anteriores, la talonera de plástico rígido fue removida, sin embargo mantiene una buena rigidez que acoge el talón en el mullido collarete interno a la perfección. El resto del upper tiene un diseño nuevo llamado”monofilamentos”, elástico, suave con moderada ventilación. Tal vez debido a esto Asics agregó un termo laminado en el símbolo de la marca donde se insertan los cordones para darle mayor sujeción al metatarso. La lengua con relleno mullido y generoso, los cordones ni se sienten al ajustarlos.

Media suela de tres componentes:

Flytefoam, EVA tratada con derivados de caña de arroz para dar mayor estructura al trabeculado interno (mayor durabilidad) en el sector del talón y mediopié.
Almohadilla de Gel en todo el contorno del talón, 180 grados, más una capsula en el interior a la altura del hueso donde nace el dedo gordo.
Flytefoam Propel (combinación de Flytefoam mas polímeros) en toda la mediasuela, resultando un mayor rebote y reactividad, además de ser muy flexible.

Novedad: Suela con nueva geometría

La suela tiene una geometría de ocho cortes transversales (5 en la zona anterior y 3 en el talón) para reducir la cantidad de goma –y por ende el peso- así como dar mayor flexibilidad. Esos surcos buscan que la transición de talón al antepié sea más fluida y natural. Le sacaron un pedazo de suela bajo el arco, donde se aprecia ese típico trozo de plástico rígido o Trustic levemente elevado que da un pelito de soporte al arco.

Sensaciones:

Es una zapatilla de volumen pulcro y peso ad-hoc. La tracción sobresale, de tranco mullido, ideal para ritmos aeróbicos y regenerativos. Los taloneadores la disfrutarán al 100%, la transición al caer sobre esa generosa pastilla de gel y rodar hasta el antepié en su flexible planta hace un deleite el correr relajado. Tiene un pelín de estabilidad gracias a una base amplia, lo que otorga seguridad, para alguien con pie plano como yo, el Trustic es un acierto. Las usé, antes de la cuarentena, por aproximadamente 100 km en diversas superficies: Asfalto, veredas irregulares, ripio de parques, las probé hasta sobre “jardines de rocas” con cuidado eso sí para no doblarme el tobillo y cumplieron. En ritmos suaves a moderados cumplen regio, no así al meterle ritmo duro. En rigor es una zapatilla neutra con buena estabilidad y amortiguación espectacular.

Conclusiones:

Zapatilla hermosa, elegante y equilibrado diseño. Muy “amables” con nuestras piernas, ideal para entrenamientos de base aeróbica, trotes regenerativos, largos y maratón. Sobresalientes atributos que disfrutarán en plenitud corredores neutros (me atrevo a incluir hasta pronadores leves) de peso medio-alto y alto por sobre 75 kilos, que necesiten mayor estabilidad en la base.