Race Report Merrell Trekking Tour Puchuncaví 21k
La humedad de la costa y el triste humo de los incendios forestales cuajan el aire de Puchuncaví.
El color ocre de la tierra se mezcla con las primeras nubes del día: la humedad de la noche no se resigna y nos envuelve densa: serán 21k de Cross Country, mi disciplina favorita, el justo purgatorio entre el goce del plano y el sufrimiento de la montaña.
Mi amiga Vale irá por 10k, pero yo necesito un poco más de fondo, camino a Zolkan4Days. Largamos, silenciosos. Solo nuestros pasos crujiendo sobre el camino de tierra que zigzaguea entre los arbustos; los dulces cerros despiertan a nuestro paso mientras el calor ya me abate complice de los falsos planos que nos llevan a los acantilados costeros.
Es un juego de subidas arenosas y bajadas compactas, entre eucaliptos y boldos, olores magníficos y colores cálidos; estoy dosificando mucho las energías, más perceptiva que activa, dejo mis piernas rodar tranquilas. Pasado el primer abastecimiento comienzo a encontrarme con caras conocidas, con chicas que son las ‘dueñas’ de estos circuitos: me toparé con Dani Demarco y Nicole Valenzuela, dos huesos duros difíciles de roer, pero hoy parece ser uno de esos días en que las ganas de correr se sobreponen a la fatiga de las piernas: agacho cabeza frente a los desniveles y frente a la arena no me queda que soportar el ardor de los cuádriceps.
Bordeamos un acantilado asombroso: ahí el océano nos abraza lánguidamente con olas azules y nos refresca con brizas tímidas y saladas; disfruto, me pierdo en cada paso. Pronto llegamos al otro punto de hidratación donde por segunda vez lleno mi caramayola por completo: estoy evaporando del calor, goteando sal. Sueño bañarme en una tina de hielo, un chapuzón en el mar… y sólo veo un camino polvoriento bajo un sol abrazador.
Seguimos los pasos de los punteros, los kilómetros vuelan rápidos bajo nuestros pies; en una subida escucho un paso rapidísimo alcanzarme, es Violeta, futura ganadora, quien está remontando a la cabeza de la carrera y literalmente, me hace comer polvo. Trato de seguirle el paso pero no aguanto ni un kilómetro… un asistente en ruta me avisa que estoy en tercera posición, totalmente sorprendida por la soplada, decido cambiar el switch y remontar a la caza del segundo lugar porque a la Violeta no la alcanzo ni en bici.
Mentalizo, mentalizo todo. El mínimo soplo del viento sobre la piel sudada es un aliento fresco, pienso solo en levantar las rodillas mientras los arbustos arañan mis piernas y mi mirada busca el segundo lugar: es Cata Alegria, quien no suelta ni un centímetro, tiene una zancada que me quema en las bajadas, pero remonto en los planos, recorremos los últimos kilómetros pisándonos talones hasta que decido quemarme, no miro atrás ya no pienso en las distancias, aprieto los dientes y doy el alma hasta la meta. Llego empapada, evaporando de calor con una sonrisa imborrable.
Corrí por primera vez con mis nuevas Hoka Speedgoat, una joya del mercado de las zapas de trail, estoy sumamente agradecida con Zolkan Outdoors, su apoyo es clave en esta nueva etapa de transición al cerro. Agradezco a los amigos de M3ultra para la invitación, al team Santiago Mountain Running Co, porque me acogieron como una nueva hermanita y felicitaciones a Vale que quedó en el podio de su categoría. No falta una Mungku heladita reponedora para festejar!
Paola Castelvecchio
Fecha de la carrera: Sábado 21 de enero de 2017