Mario Vargas: Mundial de Atletismo Porto Alegre 2013

Terminado el campeonato que se desarrolló entre los días 15 y 27 de Octubre del presente, y a bordo del avión que nos lleva de regreso a Chile, quiero compartirles mi experiencia de participar y conseguir mi primera medalla de oro en el principal torneo mundial de atletismo. Para ello intentaré armar y ordenar un relato coherente, con un sin fín de sensaciones, emociones, imágenes mentales, experiencias buenas y malas, etc.

De mi mundial anterior en Sacramento 2011, en el cual obtuve bronce en maratón y fui afectado por un tumor en la columna cuya presencia ignoraba, y me limitó por 1 año, concluí que es muy agotador y estresante participar en una sola prueba, así que programamos este evento para 3 disciplinas, siendo estas 5.000 metros planos, 10.000 metros y media maratón.

En la primera competencia de 5.000 mts., me encontré con un grupo muy fuerte de velocistas europeos, me presenté con el 11° mejor tiempo, y me llevaron literalmente a volar a 3´22´´ en las primeras 2 vueltas, 8 segundos más rápido que mi ritmo planificado, manteniéndome en tercera posición hasta los últimos 400 mts., donde intenté acelerar y no pude, al contrario, me quedé y pagué el costo de haber “volado” al comienzo. Terminé extenuado, mareado y sin piernas, relegado al sexto lugar, no obstante haber terminado en 17:34 mi nuevo récord personal. Como nuevo en estas lides, pagué el noviciado, me ganaron la pista interior, obligado a hacer el gasto por fuera, además por primera vez sentí la estrategia brava de mis rivales con mucho codazo y fiereza para defender su línea, pero el que no sabe aprende, y en el futuro esto sería de gran valor. De todas maneras no me gustó el resultado, y quedé desmoralizado y abatido, así que a recomponerse para lo que venía.

Analizado el desempeño con mi entrenador Roberto Niedmann, me hizo ver el error de correr al ritmo de terceros, corrigiéndome para que en lo sucesivo lo hiciera de acuerdo a lo planificado, olvidándome de los otros.

Tres días después, los 10.000 mt., donde me presentaba con el 7° mejor tiempo, ante los mismos rivales, pero algo había aprendido en la carrera anterior que haría la diferencia. Se inició la carrera con un contingente muy numeroso que nos obligó a permanecer en un grupo muy apretado, me ubiqué 5° con un estadounidense adelante y un alemán (Joachim, 5° en la anterior), por fuera y a mi derecha, nunca había estado en una carrera tan “especial”, para no llamarla de otra manera menos educada, un festival de codazos, Joachim me golpeó mucho para tratar de ganarme la cuerda interior, pero no estaba dispuesto a entregársela y me mantuve ahí, hasta la vuelta 20 de las 25, donde en la pasada por la meta, me empujaron violentamente fuera de la pista y caí de bruces en la cancha de futbol, un tremendo “caballazo”, que me hizo perder 15 lugares, pero la adrenalina me hizo levantarme al instante y tratar de recuperar los segundos, no sé cómo, pero pronto alcancé nuevamente mi quinta posición y todos mis rivales me cedieron el paso hasta llegar a la posición original, bonito gesto. Faltando 4 vueltas se dispara un grupo de 5 atletas, me agrego en la 5ª posición y sigo en mi ritmo de 3´38´´, no obstante en los últimos 400 mts., iba 4° a 15 mts. del alemán Joachim, quien empezó a aflojar y pagar el costo de haber perseguido al ruso que iba 2°. Se quedó sin aire, lo adelanté y me fui tras el tercer lugar, entero y con mucha fuerza, mi físico con memoria de maratonista sacaba a relucir el fondo que todos llevamos en el estanque de reserva. Cruzar la meta y obtener el bronce, significó una emoción y alegría desbordante, algunas lágrimas y el saludo de muchos chilenos, además de Kelly (mi esposa), que me acompañaba como en todas las carreras, para recoger los restos, pero no fue así en esta ocasión.

Pasaron 5 días y a participar en el cierre de este mundial, domingo 27 de Octubre, parque Marinha, 6 am, una pequeña llovizna y tiempo fresco para largar en media maratón a las 7am, me presentaba con el 4° mejor tiempo, detrás de un argelino, un noruego y el alemán Joachim nuevamente. Con mi plan de carrera muy presente y viento posterior, inicié y mantuve velocidad de crucero a 3´48´´, prontamente identifiqué al noruego y a Joachim 100 mts. más adelante, seguí parejo y la distancia se mantenía, llegamos al km 14 con viento en contra y ya preocupado, percibí una mínima desaceleración de ellos, alcanzándolos y pasándolos en el 15k, y …… ¡sorpresa!, no era Joachim… asumí que iba más adelante y que yo estaba 3°, empecé a acelerar para alcanzarlos y nada. Afortunadamente en el km 19 había un retorno que me permitiría ver a los punteros, los observé a todos por 3 minutos y que gran sorpresa nuevamente, nadie de mi categoría, estaba punteando, así que con toda la adrenalina de saberme en primera posición, y muy fuerte físicamente me fui con todo en busca de la meta y el oro, crucé la línea final y perdónenme amigos pero definitivamente no hay palabras para expresar lo que sentí, Campeón Mundial en Media Maratón, medalla de oro, para mí no es cualquier cosa, fue un anhelo de mucho tiempo, lo busqué por 5 años y en ese momento llegó, una alegría embriagadora y desbordante, gritaba como enajenado y saltaba como un canguro según mis nietos, cosas maravillosas que nos regala el deporte, definitivamente soy un privilegiado. Cerré con 1:21:28, con 1 minuto de ventaja sobre el noruego. Además de agregado obtuvimos junto a Fawaz y Saavedra, medalla de plata por equipos.
Un gran orgullo para mi Club Atlético Master de Valdivia así como el Santiago Runners en los que milito, que en esta ocasión también coronó campeona mundial de maratón a Luisa Rivas (SRC) por cuarta vez consecutiva, escoltada en tercer lugar por Ruth Guzmán, también chilena del CAM Valdivia. Destacando asimismo Raúl Jara en media maratón, quien con un crono de 1:36:53 y su 15a posición, logró bronce por equipos en media.

Una anécdota, al final de los 10.000 se armó una trifulca en la meta ya que Joachim me encaró por no cederle la pista, yo perplejo y mi incredulidad por la reacción de los 5 runners que íban en el grupo, que lo retaron severamente por el festival de codazos, y además lo responsabilizaron por mi caída, de lo que no me percaté en el momento, o sea no éramos precisamente amigos. Pero, inesperadamente, en la premiación por equipos donde Alemania se impuso, Joachim me buscó y me invitó a celebrar con champaña junto a sus compatriotas detrás del podio, terminamos como amigos, un ejemplo de hidalguía en el deporte.
Para cerrar -disculpen la lata por lo extenso- pero fueron 3 pruebas y quería expresarles a ustedes, mis amigos, mis sentimientos y lo que esto ha significado para mí. No puedo dejar de agradecer a Kelly, mi fiel compañera que se lo ha sufrido todo en estos 12 años de maratonista, a mis hijos y nietos, a mi entrenador Roberto Niedmann, a mi club federado CAM Valdivia, a mi querido Santiago Runners que me cobija y me permite interactuar con mis pares, además de conocer y disfrutar a grandes y buenos amigos, y una petición, sigan teniendo paciencia con este runner sexagenario, que para mí uds. son como el oxígeno que me mantiene en competencia. Ahora a descansar una semana, para el 24 de noviembre estar compitiendo nuevamente en media maratón en Vancouver Canadá…maratón en la misma ciudad en Mayo 2014, y el mundial de atletismo en Lyon 2015, hasta que la salud y el físico nos lo permita. Un fuerte abrazo a todos y será hasta la próxima.

Mario Vargas

Sábado 2 de Noviembre de 2013

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