Lilia Peigñan: “Correr por esa avenida ancha sintiéndose como una estrella”#BostonMarathon #MaratonBoston #RaceReport

Race Report – Maratón de Boston 2025

Este año el objetivo era Boston, había que aprovechar el tiempo obtenido en el MDS Santiago para poder clasificar al maratón que por meritocracia se puede correr.

La emoción comenzó desde el momento en que quedé clasificada, el correr mi primer Major, y también correr primera vez fuera de Chile hacia una ilusión extra en mí.

Llegando a Boston, en un mismo día tantas estaciones como tiene el año, no me importaba el clima en sí, ya estaba allí y el enfoque era disfrutar el maratón de principio a fin.

La ciudad respira running esos días, incluso desde que pisas el aeropuerto, negocios, hoteles etc. Es todo muy masivo, pero a la vez todo bien pensado, organizado y expedito.

Llega el día de la carrera, aún sin nervios, pero si agradecida de la oportunidad. Día bastante frío, pero con sol (tal como es mi día ideal para correr). Largaba en la primera oleada junto con mis compañeros de Cronos, por ende, estábamos en los primeros grupos para tomar los buses y despacharnos al pueblo de Hopkinton. En el bus, era la única mujer, constantemente me pedían mostrar mi dorsal (el cual llevaba cubierto), para corroborar que estaba en la ola correcta.

En el trayecto aproveché de tomar mi desayuno, el clásico pan con manjar, que gentilmente compartieron mis compañeros de Cronos, pues yo olvide el mío.

Encajonada, se escucha el himno nacional de EE.UU. y observo con que respeto y solemnidad el/la americano/a entona su himno. El disparo de la partida 10 am y comenzamos.

Los primeros kilómetros costaban avanzar, aun así, la magnificencia de ver tantas personas con el mismo objetivo hacia un agrado correr y esquivar.

Había escuchado que en la bajada no debía engolosinarme pues si lo hacía iba a pagar las consecuencias en las nombradas y temidas Newton Hills, por lo que fui muy prudente en los primeros kms. A medida que avanzaba, todo se hacía más fácil con los gritos de miles de personas apoyando en ruta, familias completas agolpadas, entregando aplausos, agua, comida, etc. Corría casi siempre en pelotones de hombres, por lo cual los gritos se realzaban cuando me veían pasar.

Lo imaginé grandioso, pero quedé corta con mi imaginación. Escribiendo estás líneas aún se me llenan los ojos de lágrimas, recuerdo caras, miradas, paisajes que van a quedar por mucho tiempo rondando mi memoria.

En cada zancada, me sentí pisando fuerte y segura, ya ahí mi objetivo era mantener el ritmo del paso, cuidando de no sobre exigirme y llegar con piernas a enfrentar las colinas.

 «Heartbreak Hill» como olvidarte, si iba por ti,  respire profundo y a enfrentarla… Caído/as en la ruta, atletas acalambrados… Dejé de poner mi vista en ello, “Lilo concéntrate”, miré al suelo, apreté los dientes y al final de la  «Heartbreak Hill» un pórtico que indicaba el final de la cuesta.                                                                                                                                                                                                               

La “Heartbreak Hill» me rompió el corazón, pero desde un punto de vista emocional, tanto escuchar sobre ella y yo estaba ahí saliendo airosa. Recordé a mis compañeros de Cronos, quienes debían estar seguramente enviándome piernas, pero la colina fue amorosa conmigo.

Después de eso, fue solo resistir, cada vez era más gente agolpada en las calles, pasando el túnel, los gritos de aliento eran cada vez más ensordecedores «You are a champion”, “good job” y tantos otros.

En el km 40 no me quedaban piernas, pero estaba mi corazón y mente intactos dispuestos a empujar el cuerpo hasta la meta.

Metros finales, observo la meta y aumento la cadencia. Sobrecogedor la multitud, sobrecogedor correr por esa avenida ancha sintiéndose como una estrella. Lo había logrado.

Una carrera bastante ruda y técnica, pero que para mí ha sido la más linda experiencia en lo poco que llevo corriendo. Mi felicidad fue (y lo es aún) proporcional a la dificultad enfrentada y superada. Quedo con el sueño de volver a verlas Newton Hills.

Agradecimiento a

1.- Fundación Boston Run, Olympikus y Carreras internacionales que hicieron posible el viaje.

2.- Mi entrenador José Ignacio Camps y a cada miembro de mi equipo Cronos. Por ellos, se corre.

Por Lilia Peigñan

Fecha de la carrera: Lunes 21 de abril de 2025

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