Race Report – Maratón de Boston 2025
La previa
Boston es Boston, así de simple. La carrera que todo maratonista desea correr no defrauda. Para mí, el campeonato del mundo de maratón, el Hawaii de los triatletas. Al igual que este último, el circuito es duro, el sube y baja durante todo el trayecto hace muy difícil mantener una velocidad crucero sumado a que te va “quemando” las piernas desde la primera zancada.
Los días previos todo gira en torno a la carrera y la ciudad se prepara para ello. La logística es impecable, el retiro del kit expedito, los buses a Hopkinton funcionan perfecto (recomiendo ir en ellos, es parte de la experiencia del maratón) y la entrada a los corrales (al matadero) todo bien señalizado y ordenado.
La carrera
Boston es la carrera que cierra mi temporada 24/25 que comenzó en septiembre con el maratón de Buenos Aires, noviembre con el Ironman 70.3 de Valdivia y en enero con el Ironman 70.3 de Pucón. 12 semanas de entrenamiento, despertador a las 4:20 am de martes a viernes y tiradas largas de run y bike los fines de semana que sin duda hacen que valga la pena el “esfuerzo” (al final lo hacemos por gusto) y poder correr al lado de los mejores amateurs del mundo en un circuito desafiante, no solo por la topografía, sino que por el clima que te puede tocar el día D (2023 me tocó lluvia casi todo el circuito y mucho frío).
La semana previa, me vino un virus estomacal que me tuvo 3 días en el baño y 4 días entre Tongoy y los Vilos, por lo que el entrenamiento programado pasó a preocuparse de no deshidratarme y de llegar lo más sano posible a Boston. Por suerte, el día que llegué, “volví a la normalidad”, así que el sábado estaban programados 18k que los cambié por 13k desde el km 25 hasta el km 38 (Hotel Arcadian) y “hacer turismo por las Newton Hills”.
Lunes, 6:10 am, tomé el metro en dirección a los buses que te llevan a la partida junto al roommate (Carlos Jara Bravo, 2:52:00… no te retires Carlos !) y a las 8:35 am ya estábamos en la escuela de Hopkinton. 10:05 aprox comenzaba mi segunda aventura en Boston donde salí a buscar el pace establecido (300 watts) y obtener el sub 2:55:00. Km 3 empiezan a doler las piernas, por lo que supe que no sería un día fácil, pero me tenía fe. Medio maratón en 1:25:39 y mi mente lo único que dijo fue… tienes 1:30:00 (4:15 min/km) para la 2ª mitad, así que “me entretuve” sacando la cuenta km a km llegando a las Newton Hills con 50 segundos a favor, las pasé según el plan y me “ilusioné” con cumplir el objetivo. Sin embargo, en el km 37,5 se me apareció marzo y la noche… juntas … y lo más “extraño” fue que venía con los brazos y zona del cuello mal, al borde del calambre (nunca me había pasado) y tuve que parar. Me comí un gel que atrapé km antes (Maurten, nunca los había probado) y unas naranjas que me dieron del público. Finalmente, pude retomar más menos el ritmo que traía y pude cerrar en 2:57:29 (PB del circuito) y nuevamente ser un finisher de Boston.
POST
Maratón 19 al bolsillo y ya en Chillán, analizando la carrera (Garmin, Strava, Stryd y TP), lo dejé todo en la cancha y estoy FELIZ con el desempeño logrado. Hasta antes de “morir” iba con 299 watts de promedio y los últimos 5k bajaron a 275 watts. Me tomé como 5 pastillas de sal, casi 7 geles e hidratación en casi todos los puestos intercalando entre agua y Gatorade. Quizás me quedé corto, pero Boston es Boston y hay que correrlo para entender que el circuito no te suelta nunca. Volvería feliz a vivir la experiencia, hay que correrlo alguna vez en la vida y si podemos hacerlo más veces, mejor aún.
Agradecimientos a mi Sra. Carolina Carrasco y mis guaguas (Isi y Javi) que me aguantan en toda esta locura, pero que saben que es el mejor psiquiatra, psicólogo, cardiólogo, etc. que podemos tener. A mi profesor, Pedro Palma Dos Santos (Plus Performance), al equipo kinésico de Mr Kine (Salvador Bustos) y al Team CSS (Comercial San Sebastián).
Por Leonardo Guajardo
Fecha de la carrera: Lunes 21 de abril de 2025