Todos quienes corremos y participamos en competencias por lo general recibimos una bolsa con diversos artículos: Barritas de cereales, pulseras de goma, gorros, la deseada polera técnica, la mayoría de las veces un chip, pero siempre ese pedazo de papel engomado rectangular con un número impreso.
¿Alguien ha reparado en lo que significa ese número? Con el advenimiento del chip ya pocos lo toman en cuenta, a diferencia de los años 90´s donde muchos lo guardaban como trofeo de guerra cuando las poleras conmemorativas no eran la norma.
Pues bien, ese numerito es nuestro RUT de Runner, nos identifica. Para efectos de premios es el que nos pone a la par de nuestros colegas de categoría, y si falla el chip es el que figurará en los registros de tiempo, mi tiempo, el que me gané, no el de otro.
Además hay un tema no menor: La Seguridad. Uno por lo general no corre con un carnet médico (aunque hoy hay pulseras con dicha información) que nos identifique, y cuando entramos a una competencia se llena un formulario con nuestro tipo sanguíneo, alergias y números de contacto en caso de emergencia.
Hace unas semanas durante la maratón Costa del Pacifico sucedieron tres incidentes: el desmayo a dos kilómetros de la meta de un miembro de Fullmarathon, la hipoglicemia con compromiso renal de un varón y, lo más serio, el preinfarto de otra corredora. Los tres casos fueron estabilizados y trasladados al hospital, en las ambulancias dispuestas para el evento. Sus datos se obtuvieron con prontitud al chequear sus números vía telefónica con la base de datos de la organización (el chip no sirve de nada en estos casos). Afortunadamente, y gracias a la correcta reacción del equipo médico de contingencia no hubo consecuencias que lamentar.
¿Porqué escribo esto? Porque he visto con preocupación lo poco valorado que es este instrumento, que tan livianamente es desechado porque molesta el roce o indolentemente intercambiado con otro amigo. ¡¿Se imaginan a Alexis Sánchez colocándose la camiseta número 2 en vez de la 17, y luego le hace 4 goles al Chelsea?! Regalándole de paso la gloria a un compañero de equipo inmerecidamente. Sé que suena a lesera, pero es así de tonto el no cuidar nuestro número. Y no cuesta nada.
Nota: Hasta en la Maratón Boston hemos visto como se duplican números (Leer AQUÍ)
por Adrián Rodríguez (Martes 20 de enero de 2015)