Katherine Sepúlveda en Buenos Aires: “Volvería mil veces a correr por sus calles”

Race Report – Maratón de Buenos Aires 2024

Oriunda de Chillán, viviendo en Santiago. El amor por las maratones comenzó al asistir a Maratón de Chicago 2022, con un entrenamiento que comencé en solitario y al cruzar la meta quedé con una sensación hermosa de satisfacción saber que se puede y que había que mejorar la terminé en 4:18:51.

Busqué Club y llegué a mi querido Santiago Runners. Preparé el Maratón de Santiago 2024, superando mis expectativas, linda maratón, estas en casa por ende la sensación en cada paso es emocionante y logré así un tiempo de 3:24:42.

La decisión de ir a Buenos Aires, la “Ciudad de la furia”, vino después de mi experiencia en Santiago, ciudad que me encanta por su mezcla antigua europea, y sin más palabras comenzamos el entrenamiento con mi Coach Isaac Baeza. El enfoque no solo estaba en el rendimiento físico, sino también en fortalecer la mente para enfrentar los desafíos que se presentarían en esta nueva misión de maratón.

Llegué a Buenos Aires y al bajar del avión la humedad se sintió, aquel día llovió, al parar, salí a trotar por el Parque de Palermo, donde sería la partida y meta de esta maratón; tan solo fueron 5k de activación para sentir la humedad de la ciudad.

Mi experiencia en la Expo fue el viernes en la tarde, fue rápida, expedita, sin problemas de ingreso. Primero entras por el Salón de acreditación, en el primer stand te entregan el dorsal y luego en otro la polera. Pasas por un pasillo lleno de luces y mensajes para ingresar al salón donde se encuentran los stands deportivos. Me vi rodeada de otros corredores entusiastas y motivados, cada paso era una preparación mental y emocional para lo que vendría.

El día de la Maratón, desde muy temprano, la emoción, ansiedad, nerviosismo, alegría y el corazón empieza a latir con más fuerza, empiezo a canalizar las energías y repasar los tres objetivos que nos pusimos con mi coach, mi intención era hacer mi mejor marca personal (PB) en Buenos Aires, pero hay factores que nos obligan a cambiar la estrategia, el estar conscientes y dispuestos a aceptar lo imprevisto.

Empecé a las 7:03 am, marcando el ritmo, sintiéndome completa y llena de emociones, en ese momento viendo a todos los corredores que estaban a mi alrededor, concentrados a su manera, algunos serios, esperanzados, otros saltando de alegría y energía.

Me sentí bien hasta el km27, luego cada paso era un reto mayor, aumenté mi ritmo, no lo podía entender, intenté mejorar, pero las piernas no me respondían, poco a poco me di cuenta que había un nuevo cambio de estrategia y ya no había que ir por el tiempo objetivo, sino que llegar lo más cercano a mi último tiempo en maratón. Ya en el kilómetro 30 tomé la decisión de pasar a la tercera estrategia. Llegar a la meta y aguantar los últimos 12 km que quedaban por delante, disfrutar (aunque bastante sufrido) el trayecto y llegar a la meta con la cabeza en alto. Ver la meta y cruzarla la línea de llegada fue el mejor momento del día, la felicidad, la emoción, la energía, la realización personal es inexplicable, lloré como no me había pasado en las otras dos maratones.

Aunque no logré mi mejor tiempo, ha sido la experiencia mas linda de todas, Buenos Aires se queda con un pedazo de mí y yo me quedo con un aprendizaje invaluable. Cada maratón es única y cada una nos enseña una lección nueva, hay que aceptar los cambios que nos entregue en el camino a no frustrarse y disfrutarlos quedo feliz con mis 3:30:56.

Volvería mil veces a correr por sus calles, sus barrios, la energía que entrega Buenos Aires no lo va a entregar otra. Para todos los corredores, deseo que encuentren en cada carrera una nueva oportunidad de crecimiento y felicidad. ¡Que cada paso los acerque más a sus sueños!