Race Report – Maratón de Tokio 2025
Partimos con mucha ilusión este largo viaje. Haciendo una breve escala en Nueva York, llegamos a Tokio el sábado de la semana antes de la carrera, con la idea de adaptarnos de la mejor forma a las 12 horas de diferencia con nuestro país.
Durante los días previos, pudimos correr y conocer la ciudad. Corrimos alrededor de varios sitios turísticos, entre ellos, el Palacio Imperial y así irnos empapando poco a poco de la cultura japonesa. En términos de running, me gustó mucho el respeto hacia los corredores y deportistas en general. A pesar de correr por sitios completamente turísticos, siempre tuvimos la prioridad como corredores y nunca fue limitante el correr por ejemplo por la vereda. La clave era respetar el correr por mano izquierda (al revés de nosotros).
Respecto al retiro del dorsal, se realiza en el Tokyo Big Sight, un lugar magnífico, con un entorno maravilloso. Aquí es importante mencionar que se retira el dorsal y bolsa para que te lleven tus cosas a la meta, el cual se solicita al momento de inscripción. La carga de carbohidratos obviamente estuvo marcada por el arroz y también las pastas, lo que es fácil de encontrar en la ciudad.
Día de la carrera
Nos tocó un día increíble, el frío se había ido y la temperatura llegó a los 20 grados aproximadamente. Conversando con personas locales me dijeron que tuvimos suerte. De hecho, al día siguiente cayó agua nieve con una temperatura que promedió los 0 grados. Nosotros estábamos alojados cerca de la largada por lo que nos fuimos caminando. También hay personas que eligieron alojamiento cerca de la meta, lo que no genera mayores inconvenientes para llegar ya que el metro durante ese día es gratis para todos los maratonistas.
Siguiendo con la previa de la carrera, el orden de todo era increíble. Todo muy bien señalizado (japonés e inglés) y en caso de dudas, los voluntarios estaban dispuestos a atender nuestras preguntas. De hecho, tengo varios videos donde ellos dan sus mejores deseos para la carrera.
Encajonamos y la verdad es que la emoción se apoderó de mí. Veía todo y recordé todas las veces que lo vi por TV y me imaginé a mi familia y amigos pendientes de cómo iba a resultar todo. Pensaba y me decía a mí mismo “es un sueño hecho realidad”.
9:10 am y parte todo, muy puntual como son los japoneses. Iba pendiente de irme por el lado izquierdo porque nuestro amigo Juanfra (que nos fue a ver exclusivamente, a mi polola y a mí, desde Kioto) iba a estar alentándonos, lo que le dio un condimento especial a esta carrera. Me costó entrar en ritmo, pero desde el km 3 ya se pudo correr con total libertad.
El primer encuentro con Juanfra fue en el km 17 y fue una dosis extra de energía. El ambiente de la carrera me encantó, a mi parecer no son tan silenciosos como dicen que son. Gritos como “ganbare, ganbare” se apoderan de las calles (como un vamos, vamos) aplausos, ruidos de campanas, personas disfrazadas esperando que le des la mano y familias completas alentando.
La primera mitad de la carrera, hice videos porque no quería dejar pasar esta oportunidad e inmortalizar cada uno de los momentos vividos. Ya en la segunda mitad, mi idea era enfocarme en correr más rápido. Aproximadamente en el km 30 volví a ver a Juanfra y me quedaba una vez más para verlo en el km 40. Respecto a los puntos de hidratación, creo que nunca me había tocado ver algo tan bien organizado y ejecutado. Los puestos van separados por agua y Pocari Sweet (isotónico oficial que es como una limón soda pero sin gas).
Cada una de estas estaciones tienen 2 números y el último número de tu BIB te indica en la estación que te corresponde pasar y tomar agua. Las estaciones de hidratación son gigantescas y muy ordenadas. La carrera para mí es muy amigable y a mi gusto la encontré plana. Para mí es perfecta, salvo por el esfuerzo que conlleva llegar hasta allí jaja.
La fui disfrutando km a km, a tal punto que fui acelerando, todo en orden hasta el km 35 que me acalambré en la zona de los isquitibiales. Jamás pensé que me pasaría, anteriormente en mis 9 maratones no había experimentado esa sensación y desde ahí en adelante supe que la carrera la terminaría a puro corazón. Es así como vi a mi amigo en el km 40, última dosis de energía y a terminar como sea el maratón. Sabía que el tiempo que buscaba se me había ido pero esa medalla se tenía que ir a casa costara lo que costara.
Esa última recta se me hizo eterna, fui grabando y dando la mano a todas las personas del público. Si me veían parar, me hacían correr y entregar lo último que me quedaba. Llegamos a la meta, con una sensación de orgullo pese a no lograr el objetivo planteado. El terminar un maratón siempre es motivo de felicidad y aprendizaje.
Hace 4 años jamás pensé que correría un maratón y mucho menos que llegaría tan lejos corriendo. Este maratón para mí es presente, por todos los buenos momentos que me dio junto a mi polola y amigos y también es futuro por todos los aprendizajes que me deja y cosas que corregir.
El correr en Tokio es un sueño que se hizo realidad y que se fue construyendo todos estos años. Gracias a todos los que fueron parte de este proceso, papás, polola, amigos, entrenadores y ASICS. No queda nada más que decir que, Arigato gozaimasu (muchas gracias) Japón por todo lo que nos entregaste.
José Patricio Herrera
Fecha de la carrera: Domingo 2 de marzo de 2025