Race Report – Maratón de Chicago 2024
Correr
Ese placer de sentir tus pasos avanzando rítmicamente, las endorfinas subiendo y las gotas de transpiración coronando la frente.
Correr un maratón
Es correr un largo con un número en el pecho (como dice nuestro tremendo coach Omar Aguilar) donde se va en busca de una medalla pues el trabajo se hizo los meses anteriores.
Correr un Major
Es correr en una fiesta enorme llena de runners de todo el mundo, una Torre de Babel con caras, idiomas, modismos y costumbres desconocidas.
Correr Chicago
Plana, salvo esos benditos puentes donde uno exclama “¡¿Quién dijo que Chicago era plana?!” con más de 50.000 corredores y una organización de lujo: Entrega del número perfecta, salidas escalonadas que permiten correr con comodidad, largas y frecuentes mesas con agua y Gatorade, geles y tiendas médicas en varias partes, infinidad de personas en las calles alentando, enormes rascacielos (sí, la señal del GPS se pierde muchas veces) y una rica cerveza al terminar.
Este año en particular estuvo dura por la humedad que nos deshidrató sin darnos realmente cuenta y nos regaló un precioso muro (cierto coach ¡Todos corren hasta el km 30!).
Correr las 6 Majors
Esa ilusión que todos los maratonistas tenemos y en este caso por partida doble, luciendo con orgullo las dos enormes medallas por las calles de Chicago y felicitándonos con cada finalista con el que nos cruzábamos.
La primera ronda de las Majors, desde el 2010 al 2015, fueron parte de esas metas locas que uno se pone en la vida. Miles de kilómetros de entrenamientos, de viajes (más la excusa de las vacaciones), New York y Tokio corridas de principio a fin con la Pame, mi señora, varias lesiones, hacer mi mejor tiempo un par de veces y sentir que este deporte será para toda la vida, al igual que los grandes amigos que se encuentran en el proceso con los que correrás “ojalá” por siempre, como Julio con quien partimos en Chicago y terminamos en Tokio.
Pero nada es para siempre
La segunda ronda partió sin que fuera una meta, sino por correr Boston por segunda vez junto con Gonzalo. Y de ahí un evento inesperado, moverse a un país lejano como Singapur a vivir, empezar a correr bastante solo, salvo cuando las agendas con Ygor se alineaban. Vinieron otros maratones y con la excusa de Marcelo de “¿y si nos juntamos a correr que hace tanto que no nos vemos?”, vino Berlín, Londres y NY, y hasta que me di cuenta que “si corría Chicago terminaba las Major por segunda vez”.
Entrenar para Chicago fue a la par de moverme a vivir a Barcelona, donde por diversas razones no pude entrenar ni un kilómetro con un Partner. Me sentía más solo que Adán en el día de las Madres. Fue un proceso muy pesado que no se lo recomiendo a nadie. Hacer repeticiones solo y en la calle pues no tengo una pista cerca, con calor y falsos planos fue del terror… en más de una oportunidad me pregunté: “¿Para qué?” y me respondía: “¡Pues hay que terminar lo que se comienza!”. Afortunadamente, 20 Santiago Runners corrieron en Chicago este año, por lo que fue recompensa doble juntarme con ellos en la meta, con las piernas agarrotadas, pero todos felices y con más de alguna lágrima entre dolor y felicidad en algunos rostros.
Correr es un deporte personal, donde compites contigo mismo. Pero al mismo tiempo es un deporte grupal, donde el placer es compartir con ese runner que te obliga a mantener el paso cuando flaqueas. Un bien personal que se busca en comunidad.
En un aeropuerto leí hace un tiempo atrás una frase que hoy me hace todo el sentido: “Si vas a correr rápido, hazlo sólo… si vas a correr largo, hazlo acompañado”, ¡así que nos vemos en el siguiente entrenamiento!
José Arias
Fecha de la carrera: Domingo 13 de octubre de 2024