Israel Escudero: Endurance Challenge 160k 2014

Antes que nada quiero agradecer a tantísima gente que me ha ayudado a cruzar la línea de llegada de los 160 km del Endurance Challenge.

Cada abrazo, cada beso, cada gesto de ánimo, cada gesto de comprensión, etc., etc., fueron mis baterías, no sólo para correr todos estos kilómetros, sino simplemente para PARTIR.

A todos ellos Muchas Muchas Muchas gracias por estar ahí…SIEMPRE…!!!

Agradecimiento a todos los amigos/sponsor/compañeros que han estado conmigo en las buenas y en las malas durante este proceso de entrenamiento, que como algunos saben NO TODO FUE COLOR DE ROSA.

Gracias Totales y siéntanse ganadores de este resultado, que con mis piernas, llevé a cabo.

En mi planificación personal, esta distancia la tenía que correr el año próximo, pero mis ganas de estar presente en ULTRA TRAIL DU MONT BLANC 2015, eran una gran motivación para re-programar el entrenamiento físico y poder lograr, lo que mi cabeza me venía diciendo hace rato.

Hace mucho tiempo que hago carreras de larga duración (Triatlón y Trail) y sabía que mi cuerpo se comportaría a la perfección en carreras donde el stress físico y la lucha mental son vitales.

Pero había algo que no conocía y sabía que tenía que aprender para terminar una carrera de 160 km de 24 horas aproximadamente.

Las carreras anteriores para muchos fueron malos resultados, pero dentro de mí supe que había encontrado, en los DNF de Lavaredo (Junio) y Costa Rica (Mayo), la última llave para desbloquear MIS FUTURAS ULTRAS.

En estas carreras me encontré con las peores sensaciones corporales de mi vida, en donde la cabeza y cuerpo se bloquean y donde, para muchos, estas MUERTO… pero fue justamente ahí donde encontré lo que buscaba.

Desde Junio, hasta el 17/10, fueron entrenamientos físicos muy bien programados (Muchas gracias Marce Vasoin – suegro), duros y muy específicos para las Ultras que me gustan (y que se adaptan muy bien a mi cuerpo/mente, aunque esto es secretooo…). Fueron kilómetros de todos los colores y de todas las medidas, para llegar a lograr las condiciones y sensaciones que quería, y que alguna vez había sentido en otros deportes o en distancias más cortas.

En la parte mental, que es la parte que más me gusta, tengo que confesar que me da mucha pereza hacer el entrenamiento mental para una carrera de 10-15 horas, pero fue el gran secreto de esta preparación (Muchas gracias Suu Trinarolli – suegra). Tenía todos los condimentos, y fui armando la película de a poco, mentalizándome circuito, sensaciones, condiciones ambientales, sensaciones, ropa, sensaciones, mochila, sensaciones, saludos de la gente que me quiere, sensaciones, saludos de la gente que no me quiere, sensaciones, correr de noche, sensaciones, bloqueo mental/físico, sensaciones, dolor de piernas de últimos kilómetros, sensaciones, llegada, sensaciones, abrazos, sensaciones, sensaciones, sensaciones, sensaciones…

Con todos los deberes hechos, y haber desconectado físicamente y mentalmente la última semana, me presenté en la partida de esos 160 km.

Sinceramente, la batalla que más respetaba era la mental, aunque tenía muchos amigazos cuidándome-mimándome, hasta los últimos minutos, que habían venido a darme el último empujón.

La carrera en sí la respetaba, pero como mi único objetivo claro era llegar, y mantenerme en la «zona de confort” durante el mayor tiempo posible, estaba tranquilo que físicamente llegaría donde mi cuerpo y mi preparación me tuviesen que llevar.

Desde que supe que corría Juan Carlos (futuro ganador) sabía que junto a él iba a aprender a correr los primeros kilómetros de un Ultra. Juan Carlos tiene en su CV, infinitas Ultras, incluida una de 510 km NonStop, que no recuerdo el nombre. Además, es una excelente persona y desde que lo conocí (en Costa Rica 2013) supe que la frase PURA VIDA, le encaja a la perfección.

Con él corrimos, charlamos y compartimos varios momentos de pura transparencia, en donde lo que más se parecía era a un equipo. Yo tiraba más en subida y él en bajada. En plano, íbamos bastante parejos.

Siempre nos estuvimos moviendo en los puestos 3-4, con un ritmo perfecto (lo digo ahora) y, como me dijo él, que nos llevaría a hacer el 1-2, sin saber quien de los dos ganaría. Confié plenamente en él cuando me dijo esto en el kilómetro 65.

Tenía como objetivo llegar al km 80 “como si recién hubiese salido” y así fue. Acá fue donde tomé una decisión inteligente, que antes no lo hubiese hecho (la importancia de ganar experiencia). Dejé que Juan Carlos se vaya, antes que salir sin haber comido bien, y sin haberme cambiado de Shirt y Sock, manteniéndome en mi carrera personal.

A partir de ahí fue una carrera en solitario, en donde la música, los monólogos de Hernan Casciari y los encuentros con Agus, Ema y Ara, en los avituallamientos fueron pieza clave.

El ritmo en algunos momentos bajaba un poco, pero todo estaba saliendo como en mi película mental, y cada vez estaba más seguro que si mi físico y mi cabeza seguían haciendo lo que saben hacer, sólo un experimentado como Juan Carlos, me podía ganar.

La anécdota, y para mí un buen indicio que mi cabeza funcionaba bien después de 128 km, fue que saqué cuentas de cuánto le llevaba al que me seguía, y me acosté a dormir, pidiéndole al voluntario que me despertase en 10 minutos clavados. Esto mismo lo había hecho en el 117, pero sólo habían sido 2 minutos.

Con ese pedazo de descanso, seguí mi carrera y con un ritmo muy bueno, aunque ni en mis mejores partes de la película, me imaginé la frescura que tuve en los últimos 30 km y el ritmo de las últimas subidas.

La verdad que no me deja de sorprender la capacidad de nuestra cabeza para afrontar estas “cosas imposibles” o para buscar nuestros límites.

La frase, que parece hecha, y que más me resuena es, QUERER (sinceramente) es PODER.

Durante mucho tiempo, para muchos era una locura, algunos decían que no estoy para esto, otros se cansaron de esperarme en mitad del camino, pero lo que siempre persistió fueron mis ganas de luchar por lo desconocido, por lo difícil, por los límites, por lo normal… y así será siempre (Agus, perdonameee…!!!).

Quiero agradecer infinitamente a todas esas personas y sponsor que han entendido que la vida de un deportista es como un circuito de Trail, con subidas y bajadas, y siempre han estado a mi lado. Todo un aprendizaje para mí y mis respetos a cada uno de ellos.

Un agradecimiento más que especial para Agustina, que no sólo me banca los 365 días del año, sino que fue la mejor asistente en la carrera, y para mi negrito Emanuel, mi hermano menor, que a pesar de no compartir mucho tiempo, me conoce como nadie.

Abrazote grande a todos los que luchan por sus límites, corriendo…!!!

El año que viene estaré en Ultra Trail Du Mont Blanc 2015.

Compressport Int, Raidlight Int, Squezzy, Sportlife, Garmin y unoSansport.comdos… Muchas gracias..!!!!!

Fran Urzúa y sus masajes, que, esté donde esté, siempre ha estado a mi lado, cuidándome las piernas como nadie.

Israel Escudero

Fecha de la carrera: 17 y 18 de octubre de 2014