Race Report – Maratón de Berlín 2025
Hace un par de años cuando comence a tomarle más el peso a esto del running, le dije a un primo que deberíamos ponernos como objetivo correr Berlín en su edición 50, sería un sueño y aunque no logré quedar en la lotería para esa maratón, si se dio el año siguiente, así que se estaba cumpliendo la primera parte del sueño.
La noticia me llegó luego de correr el maratón de Viña, mi séptimo, quizás el de la suerte, donde sin buscar una marca en específica si fue mi PB, con 3:01:56, lo cual se venía dando desde mi 2° maratón, bajando entre 10 a 15 minutos por carrera. Por lo tanto, me propuse ir en búsqueda del tan ansiado Sub 3 y que mejor que en mi primer Major.
Cuando se lo propuse a mi familia, estaban un poco indecisos, de cómo organizar las faltas de trabajo, vacaciones escolares, etc, pero finalmente me apoyaron como siempre e incluso se sumaron mis padres, hermanos y sobrinos, todo el familión.
Así que la «MISIÓN BERLIN 2025«, comenzaba a tomar forma.
Decidí viajar bastante antes de la carrera (12/09), por un lado, para ambientarme, pero también para aprovechar de pasear y conocer en familia, pasando por Madrid, Barcelona y Paris, antes de instalarme en Berlín.
Ya una vez instalado en Berlín (18/09), me lo tomé con calma, aunque igual salí a caminar para conocer un poco.
Cuando llegamos al retiro del KIT, todo fue increíble, la entrada, cantidad de gente, stands, etc, era alucinante y la ansiedad empezaba a manifestarse, pero siempre con una tranquilidad inusual, asumo que fue al riguroso proceso que había logrado completar, sin duda el más disciplinado de todos los otros que he vivido.
Para el banderazo, me coordiné con unos amigos y en especial con Raúl Bastidas, ya que tenía más experiencias en Majors y encajonábamos juntos, quizás era parte del plan correr los primeros km al mismo ritmo, así que podría lograr bajar los nervios y luego hacer mi carrera.
EL DÍA «D»….
Sonó el despertador a las 06:00 am, ya que nos juntábamos a las 07:25 en el Reichstag para entrar, hacer el calentamiento y luego encajonar.
Me fui vestido tal cual iba a correr, sin abrigo adicional, solo mangas para llevar los geles (lo cual dudé en algún momento por el calor, pero no tenía donde más llevar los geles, eran 6) y una bebida isotónica para seguir hidratándome, ya que desde el sábado hacia un calor algo inusual para la época.
Una vez encajonados (08:45) quedaron los nervios atrás, nos concentramos en el plan, se nos pusieron los pelos de punta con los mensajes de los videos previos en las pantallas gigantes y de un minuto a otro comenzó la cuenta regresiva…5..4..3..2..1…y partimos (9:18 aprox), nos dimos suerte, cruzamos la línea de activación de chip y le dimos inicio al reloj, creo que ya había cerca de 21°, aunque con unas pequeñas nubes que hacían más agradable la sensación térmica.
DEL 1 AL 15
Comenzamos animados, mirando el entorno, llevando el ritmo, tratando de seguir la Blue Line, todo era un sueño…disfrutando el público que ya animaba desde el principio…era una fiesta.
Cerca del km 5, ya dejé a mi partner, porque buscaba una marca 5 minutos más rápida que yo y para mí la idea era seguir el plan, así que me concentré y seguí a mi ritmo (4:14).
Punto de hidratación en el km 10 y me pareció un poco raro, pero se veía algo caótico, todos un poco desesperados y mucho vaso (plástico) en el piso, que junto al sonido de los corredores pasando y pateándolos, parecía una especie de alarma.
En el km 12, en la rotonda de Strausberger Platz, se suponía estaría mi familia para darme el primer golpe de apoyo y fotos típicas, llevaba un ritmo un poco más apretado (4:12), pero cómodo. Iba pendiente, me abrí un poco del «rebaño» y los vi, así que gocé esos 30 metros, saludé, grité, apreté y seguí, entre todo eso se me fue un poco el ritmo a 3:55, pero lo dejé de reserva.
DEL 16 AL 22
Ya extrañamente a esta altura estaba bastante transpirado, el calor definitivamente se había hecho presente, me parecía raro que desde hace un par de kilómetros veía gente al costado, elongando y caminando, y no cualquiera, sino que tenían aspecto atlético, pero asumí que no habían podido hacer una buena preparación o bien tuvieron algún tipo de lesión y decidieron correr igual, cosas normales de un proceso de maratón.
Cuando ya llevaba 18 kilómetros, 2 geles y mucha agua, noté una molestia en el pie derecho, la cual también había tenido en uno de los últimos fondos en Viña y algo de cansancio en las piernas, ya me costaba mantener el ritmo, 4:12, el cual en todo el proceso había sido cómodo.
Pasé el medio maratón, miré el reloj y marcaba 1:28:30, lo cual ya se me estaba haciendo algo complicado y debería mantener el resto de la carrera si quería lograr bajar la barrera de las 3hrs, lo cual era demasiado estrecho.
Pare en incontables ocasiones, en muchas con ganas de abandonar y tomar el metro, pero el recuerdo del proceso y la travesía para llegar ahí fue la motivante para pararme y seguir una y otra vez.
DEL 23 AL 40
El calor mostraba su peor cara, promediando 26° con algunos peaks de 30° cuando pasábamos por zonas despejadas de árboles, los puntos de hidratación se hacían imprescindibles (ahí ya iba con una caja de agua de 500 ml aproximadamente que me dieron algunos que apoyaban desde la vereda y rellenaba en todos los puntos) y se rogaba que fueran más seguidos, las piernas reclamaban descanso y los geles no se sentían, era como un motor con fallas en la partida, ya que luego de tomarlos se sentía un pequeño «punch» de energía que se desvanecía a los pocos kilómetros, no más de 2 km.
Ya cerca del kilómetro 24 el dolor en el pie derecho era invalidante, sentía que la uña me iba a explotar, mientras luchaba contra todos los obstáculos, pensaba en todo el esfuerzo que se había hecho, durante el proceso, saliendo a entrenar, a veces sin ganas, sin luz, con frío, de madrugada, etc, todo lo que implica entrenar en período de invierno, y también pensaba en todo el esfuerzo que había hecho para llegar hasta aquí. Seguí metiéndole fuerza y cabeza, haciendo todo lo posible por seguir avanzando, hasta que cerca del km26, al costado vi a un señor que estaba recibiendo RCP (todavía recuerdo su cara, un oriental mirando hacia el infinito), cosa que por suerte jamás me había tocado presenciar.
Entonces se me vino todo al piso y pensé que esto dentro de todo es un hobby, somos deportistas amateurs, que tenemos trabajos y vida normales, aunque no somos personas comunes y corrientes, ya que no todos corren esta distancia de la prueba madre.
En ese momento decidí largar y dejar el objetivo, el cual pasó de buscar el Sub 3 a solo cruzar la meta, aunque decepcionara a todos, sobre todo a mí mismo.
En estos momentos comenzó una durísima lucha interna, con nuevos desafíos, ahora también se sumaron algunos ahogos y dolores en la parte lateral y posterior de las costillas, lo cual me obligaba a parar para recobrar la respiración, esto me disparaba la FC a 197.
Ya la carrera a partir del km 28 en adelante, fue una constante entre baños de agua (que duraban solo unos 500mts ya que quedaba seco de nuevo), molestias de todo tipo, paradas a elongar el tronco y controlar los ahogos y mucha caminata, miraba el reloj y ya cada vez me relajaba más. Sólo quería ver el «Branderburger Tor» y hacer esa última parte de la carrera.
Al final, traté de disfrutar. Me acercaba a la gente, me tome fotos con varios (que quizás nunca vuelva a ver) alentaba a otros corredores, converse con varios que iban como yo, jugueteaba con los niños que animaban, etc.
ÚLTIMOS 2.195 MTS
Después del caos que vi durante la segunda parte del recorrido, donde la gente caía producto de los golpes de calor, otra se desmayaba, otros realmente caminando como zombies apoyados por paramédicos y bomberos.
Así con todas esas variables se hicieron eternos esos últimos 12 ó 10 km finales. Luego en el último km, llegando a la puerta de Brandeburgo, empecé a revivir todo el proceso y me llené de emoción hasta que vi a mi barra favorita (mi señora, mis hijos, padres y hermana) con los carteles de apoyo recogidos en la Expo y me tuve que acercar a abrazarlos para el último «punch» de fuerza y lograr cruzar la meta, donde ya me fui a la cresta y me quede llorando un rato como niño ¡El resto fue solo goce!
Este maratón fue un golpe a la realidad, donde realmente se levantó nuevamente el real muro de Berlín, tal como lo cuenta la historia.
Luego de esta 8° carrera uno sigue aprendiendo y por más que uno proponga con ganas y disciplina, la MARATÓN siempre dispone y decide como será…
Ahora procesando y asumiendo todo, lo único que quiero es volver a cruzar una meta para confirmar todo lo entrenado y recuperar la confianza.
El resumen fue venir a Berlín a la búsqueda de un nuevo PB, ser parte del grupo de Sub 3, pero la realidad fue un tiempo total 3:47:09.
Gracias a mi coach Marcela Guzmán, a mi club Running Armada y a mi Kine Miguel Riquelme., a mis partner de runners y a mi familia por el gran apoyo que siempre me han proporcionado.
Que sigan estas locuras buscando nuevos objetivos….
Hans Gamper
Fecha de la carrera: Domingo 21 de septiembre de 2025