Estuvimos con la gran Erika Olivera, quien a sus 39 años se prepara para sus últimas carreras como profesional, después de muchos años en el atletismo y running y con todos los récords chilenos de 5.000 metros para arriba.
Algunos récords de Erika:
✹ 5.000 metros con 15:51.45 el 20 de mayo de 2000 en Río de Janeiro.
✹ 10.000 metros con 33:23.12 el 30 de noviembre de 1996 en Concepción.
✹ 21 km con 1h11m54s el 10 de septiembre de 2000 en Santiago.
✹ 42 km con 2h32m23s el 18 de abril de 1999 en Rotterdam.
✹ 4 JJOO (Atlanta 96, Sydney 00, Atenas 04, Londres 12)
Cuáles son tus próximas carreras?
Corro el 4 de octubre en Viña del Mar y en Punta Arenas en la Maratón del Estrecho de Magallanes dos semanas después, el 18 de octubre. Y por qué las dos se preguntaran, si tienen dos semanas de diferencias. Lo que pasa es que hasta hace muy poco, la maratón de Viña no estaba patrocinada por la Federación y era una carrera que teníamos contemplada, pero ante esta situación, debía tener un plan b en caso de que Viña no fuera federada. Pensé en Buenos Aires, pero el año pasado no tuve una buena experiencia, por lo que deseche la idea. E ir a otro maratón afuera, con las fechas muy encima era imposible. Entonces se abre esta opción de ir a Punta Arenas y me inscribí. Y Hasta que hace pocos días se resolvió lo de Viña del Mar.
¿Qué buscas en estas carreras?
En Viña del Mar y en Punta Arenas busco la marca para los Juegos Olímpicos, de donde piden las 2 horas y 42 minutos. Y si en Viña no me llegase a sentir bien o surja algún otro problema, podré tomar la decisión de retirarme de la competencia, cosa que no espero que ocurra y que todo vaya bien, pero ya se que hay otra posibilidad dos semanas después.
Y en el caso que logres la marca para los Juegos Olímpicos en Viña, ¿igual vas a Punta Arenas?
Igual voy y lo haré en los 42 kilómetros.
No es mucho dos maratones en 14 días?
Hubo un año que hice lo mismo, fue el 2002 ó 2003, y recuerdo que corrí un maratón en Francia y dos semanas después tenía un compromiso aquí en Chile, así que regresé para correr en Concepcion. Y afortunadamente corrí bastante bien, aproveche el entrenamiento que ya había realizado y tuve un buen rendimiento. Fue bien provechoso.
¿Cuál fue tu primer acercamiento con el atletismo? Digo, ahora corres calles pero tus inicios fueron en el atletismo.
A los 11 años y sin pensar siquiera en ser atleta. Ocurre que me llamó la atención una pista que aún está Puente Alto y que ahora es de rekortan. Pero antes de llegar a esa pista, yo salía a correr por los alrededores de mi población y lo hacía porque descubrí varias cosas durante esos treinta minutos de trote, como olvidar algunas situaciones o tener la mente en blanco. Entonces la sensación de vivir por esa media hora en otro lado era muy agradable. Y así llegué a una escuela de verano, donde conocí a un profesor de atletismo y en ella di mis primeros pasos en este deporte. Ocurre que él nos invitó a participar en la que fue mi primera corrida a nivel comunal. Y con 11 años gané esa competencia. Pero fue sin pensarlo, yo simplemente iba a pasarlo bien junto a una amiga que me acompañó. Luego la escuela se acabó, pero este profesor decidió continuar durante la semana, en época del colegio, con un taller de atletismo. Me inscribí y ahí di mis primeros pasos como atleta chiquitita.
¿Cuándo te diste cuenta de que el atletismo iba a ser tu vida?
A los 13 años conocí a mi entrenador, al que fue mi entrenador, Ricardo Opazo, quien me formó como atleta y siempre me decía que en el futuro iba a ser maratonista y con el maratón podría lograr muchas cosas, como representar a Chile, llegar a los campeonatos más importantes. Para mí él es uno de los mejores entrenadores que tiene nuestro país. Hoy trabaja con atletas paralímpicos, pero en esos años entrenaba a los mejores atletas del país, como Luis Nempo, Jorge Rojas, Eduardo Carrasco, Jaime Ojeda que fue a los Juegos Olímpicos de 1992. Por lo tanto, él tenía la claridad hasta dónde podría llegar con mi carrera.
En ese tiempo yo vivía en Puente Alto y con Ricardo entrenaba los lunes, miércoles y viernes en el Parque O’Higgins, lo que significaba que me demoraba una hora y media en llegar al entrenamiento. Recuerdo que nos reuníamos a las cuatro y media de la tarde, y al llegar los maratonistas ya estaban entrenando. Yo me iba tipo ocho, ocho y media y ellos recién terminaban su entrenamiento. Ocurre que antes se entrenaba mucho más que hoy, entonces yo decía estos tipos están locos, yo nunca voy a llegar a correr un maratón, porque el solo verlos entrenar ya era demasiado. Pero él siempre tuvo claro que a mi me iba ir bien.
A los 17 años pase una etapa bien difícil y decidí retirarme del atletismo. Cuando cumplí los 18, a principios de 1994, me fui de mi casa. Ya había terminado cuarto medio y rendido la que en ese entonces era la Prueba de Aptitud Académica, hoy PSU, sabiendo que me iba ir mal. Ahí le dije a mi mama que no iba a estudiar porque quería probar y ver cómo me iba en el atletismo. Ella siempre me apoyó, aunque claro, quería que fuéramos profesionales con un título y yo estaba viviendo una etapa de rebeldía donde me iba en contra de todo el mundo y tampoco quería estudiar. También influyó mi entrenador, porque me convenció de continuar en el atletismo. Me aconsejo que ya fuera del colegio probara durante un año, él estaba seguro que me podría ir bien. Y lo escuché a él. Así que aproveché la oportunidad y afortunadamente durante el 94 me fue super bien, porque me dediqué a entrenar como atleta. Desde ese momento mi vida cambió muchísimo.
Yo en ese año ya corría los 10 mil metros planos. De hecho fui campeona sudamericana, clasifiqué a mi primer mundial junior en donde salí séptima con récord sudamericano, un mes después me fui al campeonato sudamericano junior en Argentina, en donde gané los 10 mil con récord sudamericano nuevamente, también corrí los 3 mil metros en esa competencia donde fui medallista de plata. También gané los Juegos Odesur en Ecuador. Por lo tanto ese año, 1994, marcó mi despegue como atleta, además de darme cuenta que esto era lo mío. Así que comencé a vivir como atleta.
¿Cuándo fue el salto al Maratón?
En 1995 y hasta hoy me preguntan si me arrepiento de lo que hice, y la verdad que no me arrepiento. Pero si soy consciente de que puede explotar mucho más las pruebas de 5 y 10 mil metros y yo en pista, de hecho, era una muy buena corredora de 3 mil y 5 mil más que de 10 mil. Pero también, Ricardo fue claro en que ya con 19 años era mi último año como juvenil, por lo tanto correr maratón era para buscar la récord juvenil en esa distancia. Desafío que a mi me pareció super rico, porque ya tenía el récord en los 5 mil y 10 mil y por qué no intentarlo. Corrí el Maratón de Buenos Aires, que fue mi primer maratón y que lo complete en 2 horas y 44 minutos, tiempo que fue récord sudamericano.
Luego el año 96 y con 20 años entrenamos para obtener la marca clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Atlanta, que era de 2h35m30s. La cual la logré en el Maratón de Santiago que se partía y se terminaba en el Parque O’higgins, donde registre 2h35m32s, y por aproximación, como no había nadie más fue a Atlanta a correr la Maratón.
¿Qué sentías de participar en unos Juegos Olímpicos?
Fue alucinante porque corrí con grandes atletas y porque no conocía Estados Unidos. Fue una experiencia demasiado enriquecedora.
Participaste en cuatro Juegos Olímpicos: Atlanta, Sidney, Atenas y Londres. ¿Cual es la que recuerdas con más cariño?
Todas han sido experiencias enriquecedoras. Pero Londres me dejó super contenta. Porque Atlanta fue la primera y fue una experiencia nueva para mí; Sydney 2000 fue donde mejores marcas obtuve y soñamos con pelear alguna medalla, pero ocurrieron muchas cosas como que mejoró muchísimo la competencia en mujeres, hice lo que estuvo a mi alcance y registre 2h35m. Atenas más que otra cosa fue dolor. Fue el primer año que pensé en retirarme porque sufrí dolores físicos. Y después me salté Beijing y al ver la competencia me picó el bichito en volver a otros Juegos Olímpicos. Ya había perdido las becas del Estado, a mi entrenador, pero había ganado una familia. Entonces consideré que tenía una deuda pendiente conmigo. Y me auto impuse correr en un buen nivel, en 2 horas 37 para obtener la marca para Londres y comencé a entrenarme sola. Afortunadamente me fue bien. entrené en Oxford, después llegar a Londres me llenó, ya que registré 2 horas 36 minutos y 41 segundos.
Ahora buscas con 40 años clasificar a tus quintos Juegos Olímpicos y leí que sería tu última carrera.
Quiero que sea mi última carrera a nivel internacional, en el alto rendimiento. Yo creo que va a hacer una de mis últimas carreras competitivas. Porque quiero correr una acá en Chile para poder despedirme, pero tiene algo súper difícil de explicar, porque si bien hoy las marcas son muchos más fáciles de conseguir, para mí ha sido súper difícil en la parte física, porque mi cuerpo está más cansado, está más averiado. Aparte de más responsabilidades,que tiene bastante desgaste.
Sabemos que estas estudiando, ¿Qué estás estudiando?
Ingenieria de ejecución en administración de empresas en la Universidad de los Lagos. Viajo a Puerto Montt cada 15 días y la verdad es que ellos se han portado súper bien, me permiten rendir los exámenes una vez que vuelvo de mis viajes.
¿Qué le falta a Erika Olivera?
No me falta nada por lograr en lo deportivo. Pero en Londres decidí proyectarme otro ciclo y llegar a Río. Todo lo que estoy haciendo hoy es la yapa, pero también mis hijos están más grandes y nunca me han visto competir en unos JJOO, y quiero dejarles ese recuerdo.
¿Que va a hacer de Erika Olivera después de su última carrera?
Terminar mis estudios universitarios a fines del 2016 y después ojalá poder llegar al Congreso como Diputada. Ya estoy trabajando con un equipo, así que el próximo año comenzamos con la campaña política y me gustaría poder ser electa.
Hay muchas cosas que un político debe preocuparse, pero el 2007 me di cuenta que la política es necesaria para el deporte. Y el 2012, en Londres, ya sabía que me iba a lanzar para buscar una posición política.
No es una tarea fácil y veo que te gusta conquistar nuevos desafíos
Estoy consciente que va a ser un camino difícil, sobre todo por mi familia, pero siento que es necesario. He vivido hartas cosas lindas en el deporte, pero también la parte dura, la que sacan lágrimas. Por lo tanto, creo que un deportista debe ser respetado como es y mientras en Chile no existan leyes buenas que nos cuiden o no tengamos personas que nos representen, es muy difícil que en nuestro país tengamos ese cambio. Pero creo que debo devolver la mano hacia el deporte, porque me ayudó muchísimo, a formar una familia, a poder ser resiliente. Yo tal vez hubiese sido una persona con mucho odio y gracias al deporte no lo fui. Que nadie me diga que con el deporte uno no cambia, porque si cambia.
Me imagino que quieres ayudar al deportista con esta decisión de postularte como diputada
Uno siempre ocupa esa frase cliché: Yo no quiero que vivan lo que yo viví. Yo llevo 11 años trabajando como entrenadora y he visto a muchos muchachos que vienen de todo Santiago y muchos de ellos se quedaron en el camino, porque no se le han dado las posibilidades para poder desarrollarse como deportista.
Te quería preguntar por tu rol como entrenadora, ¿trabajas con personas que buscan una mejor condición física o con medalleros y deportistas que buscan una mejor marca?
Es un club federado que busca que los talentos que quieran entrenar, puedan participar en carreras federadas. Muchos han representado a nuestro país. Pero hace un par de años, llegaron atletas de alto rendimiento, otros que están en formación y runners, que no me gusta llamarlos así, porque son personas con alma de atletas. Por lo tanto, son personas super respetables. Creo de todos los que están entrenado, uno sólo me ha dicho porque se quiere mantener solamente.
Yo soy entrenadora de uno de los grupos de acá en Recoleta, tenemos un grupo en Valparaíso a quienes les envío las indicaciones que siguen al pie de la letra. Normalmente no corro mucho con ellos, prefiero verlos correr y así corregir más fácilmente los errores. Me reúno acá en Recoleta los martes y jueves con mi grupo. Conmigo trabaja Pablo Soto y aparte de eso, hemos armado escuelas formativas gracias al gobierno regional, en las comunas de Huechuraba, Independencia, Lo Prado, Quinta Normal y Conchalí, las que manejan otros profesores, pero bajo el alero de nuestro Club. Y aparte de eso, tenemos cinco escuelas que trabajamos con la Corporación Maratón de Santiago, en el Parque O’Higgins, Inés de Suarez, Araucano, Colegio Leonardo Da Vinci y el Encuentro Aldea en la Reina.
¿Tienes algún referente o alguien que admires?
La verdad es que no. Cuando comencé en el atletismo nos llegaban invitaciones al Orlando Guaita que se hacía en el Estadio Nacional. Y mi mamá nos llevaba y yo iba con mi cuadernito para pedir autógrafos. Recuerdo a Luis Migueles (actual plusmarca argentina por más de 30 años en los 800 metros) quien me autografió mi cuadernito. Y de Chile fue la Mónica Regonesi, ella como figura fue mi referente, porque siempre tenía una estampa de peleadora. Y de hecho la vi correr muchas veces sola en la pista y una vez le dije que yo le iba a batir su récord y ella me respondió: Bátelo nomás, si los récords están para eso.
¿Quién podrá batir tus récords?
Yo estoy entrenado a Nicole Urra, una chica que tiene todo el potencial para batir mis récords.
Hay muchas mujeres que se están destacando en sus especialidades, ¿cómo ves el desarrollo de las mujeres en el deporte chileno?
Han crecido un monton y cada vez nos estamos insertando más. Hace un par de semanas estuve en la Brooks Run donde corrieron más mujeres que hombres y eso levanta el ánimo.
¿Cómo quieres que recuerden a Erika Olivera?
Me gustaría que me recuerden como una mujer luchadora. Siempre buscando lo difícil porque me gusta.
Gracias Erika por tu tiempo y ojalá en Viña o Punta Arenas se cumpla tu objetivo y podamos tenerte nuevamente en unos JJOO.
Como nos quedamos con muchas preguntas para hacerle y seguir conversando, les proponemos a nuestros lectores que nos envíen preguntas a runchile@runchile.cl y la próxima entrevista será exclusivamente con las preguntas de los lectores.
Entrevista realizada en septiembre de 2015