Race Report Run Camp de Under Armour
Under Armour me invitó a participar de este novedoso evento. El cual consistió en recorrer una ruta de 16 kilómetros en subida por el camino a Farellones, desde la curva 1 a la 40, con 1.500 metros de desnivel, escaso oxígeno y llevando al límite mis capacidades. Pero para que me invitaran, días antes participé a través de Facebook para conseguir ser una de las seleccionadas. Lo fui y debí probar mi habilidad en un duro test de consumo de oxígeno en clínica Meds, el que aprobé de buena manera. Así me aseguré el cupo dentro del selecto grupo escogido para vivir esta experiencia llamada Run Camp.
Programado para el sábado 5 de noviembre, nos reunimos a las 15 horas en las oficinas de la marca, donde escogimos la ropa que más nos acomodó. Luego vinieron los saludos y la presentación frente a quienes aún no conocíamos de los demás corredores. Esto siempre en la compañía del equipo de UA, más la prensa invitada. Hasta que llegó el momento de partir arriba de una van, rumbo al camino de Farellones, donde nos esperaban nuestras mochilas de hidratación. Luego de terminar de equiparnos, de las últimas indicaciones, unos lúdicos juegos y elongaciones, llegó el momento de enfrentar el desafío y comenzar a correr. ¡Partimos!
Yo siempre he asociado Farellones con nieve y frío, pero aquí fue todo lo contrario. Desde el comienzo el sol se dejó sentir con fuerza y no dio tregua con una sensación térmica de casi 30 grados. La premisa era correr bajo condiciones extremas y así fue: el desnivel, calor, fatiga y deshidratación pesaron a lo largo de toda la experiencia. Por eso que encuentro muy cierta la frase de Under Armour, esa que «un runner puede contra todo», porque todos los que participamos entregamos nuestro máximo esfuerzo.
Yo sufrí en los primeros 3 km. Me costaron un mundo, pero luego me acomodé a las duras condiciones y logré disfrutar del recorrido. Durante el trayecto habían dispuesto 3 puntos de hidratación los que se convirtieron en un oasis, donde los geles, el agua más los isotónicos heladísimos, junto con la fruta y los frutos secos, lo agradecimos un montón.
Cuando partimos intentamos ir en grupo, pero a medida que pasaban los kilómetros cada uno siguió su ritmo. Era entretenido alcanzar a alguien y evitar que otro te pillara, porque fue como un juego que permitió reirnos, pero también sirvió para inyectarnos ánimo, entre palabrotas lanzadas al sol que hicieron más llevadera la experiencia.
En cada tramo fuimos escoltados por los móviles de la productora y los fotógrafos, más las motos que se preocuparon de nuestra seguridad. Las últimas curvas estuvieron de lujo porque fueron cortas en relación a las primeras y eso te animaba con quien iba una más arriba o una más abajo. A esa altura la temperatura ya había descendido considerablemente.
Pero en los últimos metros fueron especiales porque me fui “acompañada”, separados entre todos por escasos metros, con otros tres corredores quienes fuimos escoltados por un cóndor que voló sobre nuestras cabezas. Una imagen maravillosa para una gran jornada.
Al terminar el desafío, disfrutamos de la segunda parte, donde la producción nos trasladó hasta el «Lodge Cordillera», donde Under Armour nos preparó una recepción, con unos necesarios masajes, un reponedor baño y más ropa de la marca.
La tarde cayó al son de música, una fogata, asado, cerveza y muy grata compañía. Cada uno compartió sus impresiones y sobre todo lo orgullosos que nos sentimos de haber llegado corriendo a Farellones.
A esas horas todo fue una fiesta, porque para mí fue un agrado compartir con la leyenda de Cristian Bustos, con Pierangela, la seca Jime Labraña, Morita, Sofi, Fernanda, Tania y el grupo completo. Hasta que en un momento me encontré un hermano perdido, «El Pantera» (pero de calle), junto con los traileros (Cristian, Karen, Rosita, Óscar, Mauricio y JC) con quienes me veo más a menudo en las competencia y con quienes compartí un momento especial.
Es atractivo que una marca de la envergadura de Under Armour se fijara en nuestro país para hacer su segundo formato Run Camp, ya que el primero fue en EE.UU. Por lo mismo, no me queda más que agradecer a la vida de lo afortunada que fui al estar ahí. Y, por supuesto, que a Sergio, Javier y Charles por la invitación y el mega evento que nos regalaron. Como dijo un compañero, «solo nos faltó la Corona para correr como reyes».
Cindy Ramírez Brito
La Pantera
Ultramaratonista
Martes 5 de noviembre de 2016