Race Report – Maratón de Berlín 2024
El 29 de septiembre de 2024, crucé la línea de meta de la Maratón de Berlín, después de meses de entrenamiento dedicados y enfocados. Esta carrera representaba no solo un desafío físico, sino también mental, donde el recorrido y la atmósfera de Berlín fueron compañeros perfectos para la experiencia.
La previa
Desde mi llegada a la ciudad, el ambiente que rodea la Maratón de Berlín me llenó de emoción. Estar entre los corredores más rápidos del mundo, en uno de los circuitos más veloces, era una experiencia que ya valía cada kilómetro recorrido en los entrenamientos. La temperatura ideal y el cielo despejado auguraban una jornada perfecta para correr.
Los primeros kilómetros: controlando el ritmo
Desde el disparo inicial, me sentí lleno de energía y con buen ritmo. Los primeros kilómetros pasaron sin problemas, con la multitud animando y la adrenalina al máximo. Mantuve un paso constante, aprovechando la energía del inicio para establecerme bien en la carrera sin agotar demasiado las piernas desde el principio. Berlín, con sus calles amplias y planas, te invita a volar.
El paso por la mitad de carrera: mantener la calma
Al pasar por el kilómetro 21, mi cuerpo estaba respondiendo bien. Aunque sabía que los kilómetros más duros estaban por delante, me concentré en mantener una mente positiva y seguir el plan de carrera. Crucé la mitad en un tiempo competitivo, lo que me llenó de confianza, pero también sabía que debía reservar energías para los últimos tramos.
Kilómetro 30: la verdadera prueba
A partir del kilómetro 30, como suele ocurrir en toda maratón, las sensaciones se intensificaron. Las piernas comenzaron a sentirse pesadas, y el cansancio acumulado hacía que cada paso se sintiera más consciente. En este momento, el corazón tuvo que asumir el control. La mente decía que era posible mantener el ritmo, y aunque los pensamientos de fatiga intentaban infiltrarse, la concentración en la técnica y la respiración resultó fundamental.
El muro de los 35K: superarlo con fuerza mental
El famoso “muro” apareció cerca del kilómetro 35, ese punto en el que las piernas parecen pedirte que pares. Pero en esos momentos recordé los meses de preparación, los entrenamientos duros y las ganas de cruzar la meta. Me enfoqué en pequeños objetivos, alcanzando a los corredores que tenía delante y sumando un kilómetro más a la vez.
El último tramo: la recta final
A medida que me acercaba a la Puerta de Brandeburgo, el sonido de la multitud se hacía más fuerte, y con él, el impulso para dar lo mejor de mí en los últimos kilómetros. Sabía que el tiempo era excelente, y aunque las piernas ya no respondían como en el principio, el deseo de cruzar la meta fue suficiente para dar ese último esfuerzo, la motivación de que en Chile me estaba siguiendo y apoyando en cada kilómetro mi familia, hizo que estos últimos tuvieran un doble impulso. Crucé la línea de meta en 2:41:08 con una mezcla de satisfacción y alivio.
Reflexión
La Maratón de Berlín me dejó muchas lecciones. Cada carrera tiene sus desafíos, y no siempre sale según lo planeado, pero el esfuerzo y la pasión que se ponen en el camino son lo que más cuenta. Esta carrera fue una prueba de resistencia física y mental, y estoy orgulloso de haberla completado.
Ya pienso en lo que vendrá, con la certeza de que cada experiencia suma para futuras maratones. Berlín siempre tendrá un lugar especial en mi corazón, no solo por el resultado, sino por la experiencia de correr en una de las ciudades más icónicas del mundo.
Camilo Gamboa
Fecha de la carrera: Domingo 29 de septiembre de 2024