Luego de un par de meses entrenando con el running club de Nike, decidí que ya era hora de probarme nuevamente. Debo decir que yo era de las personas que no entendía cómo la gente corría y juraba que a pesar de probar mil y un deportes, el running no sería uno de ellos. Pero mi club me invitó a demostrar lo contrario, y que si entrenaba por un mes, podría correr 5 km perfectamente.
En el grupo había de todo y yo no era de las rápidas, pero terminé la carrera digna. Luego de casi 6 meses desde que corrí los 5 km, decidí que ya era hora de probarme de nuevo, y fue justamente con los 9 km de Brooks, en su corrida nocturna.
Para muchos puede no ser una gran distancia, pero para alguien que jamás pensó siquiera en correr, créanme, fue un desafío y para mi sorpresa, terminé bastante bien.
La corrida fue en Ciudad Empresarial y nunca había visto a tanta gente de polera verde. Había algo de taco, así que llegué justo para tirar mis cosas por ahí, tomar mi celular para calcular mi tiempo y ponerme al final de la partida, ya que la gente era demasiada. Finalmente dieron la largada, yo tranquila pero ansiosa, quería empezar a correr de una vez.
Esperé a que la masa de dispersara sola y así poder ir a mi ritmo, tranquilamente, escuchando pacientemente cada paso y respiración al lado mío. Aprendí a correr sin música y me gustó mucho más. Uno se conecta más con el entorno. Pasamos una rotonda y unas calles derechas, hasta que llegamos a la primera subida. Ahí pensé “aunque cueste no puedo parar… no importa que lo haga lento” y así fue. Muchas de las personas que iban al lado mío prefirieron hacer ese tramo caminando.
Ya en el km 6, el camino pasó a ser de tierra y gracias a la linterna en mi cabeza, pude fijarme si es que habían hoyos o piedras, ya que a pesar de ser diferente probar en otra superficie, tenía un poco de miedo de lesionarme o torcerme el pie. Lo pasé sin ningún problema y debo decir que me sentí increíble, ya que estábamos inmersos en una especie de bosque. Volvimos al cemento y algunos autos pasaban por el otro extremo de la calle. Algunos autos tocaban la bocina y nos daban ánimo. Aunque no nos conocían, me sirvió para seguir y convencerme de que siempre podemos mucho más, todo es mental. Avancé pacientemente, hasta tener más espacio y poder correr tranquila.
Pasamos otra subida, una bajada más y finalmente, con todo el esfuerzo, crucé la meta. La gente aplaudía, llegué con varios corredores y yo seguí caminando para evitar lesionarme. Pero la sensación de haber logrado mis primeros 9 km fue increíble. Me sentía imparable.
Había tanta gente, que me vestí rápidamente y me fui, por lo que me perdí la premiación. Y aunque sabía perfectamente que no me había ganado nada, para mí, lo gané todo. Iba feliz corriendo y sentía que mi cuerpo podía más. Esto es sólo el comienzo y espero poder ir mejorando y correr distancias más largas. Creo que si yo lo logré, cualquier persona puede. El secreto está en atreverse, porque una vez que se empieza, es difícil parar.
Para ver todas las fotos de la corrida Brooks Aquí Álbum 1 – Álbum 2
Camila Werner
Fecha de la Carrera: Sábado 31 de Agosto de 2013
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