Adrián Rodríguez: “Maratón Internacional de Mendoza 2024, tan cerca, tan acogedora”

Race Report del Maratón Internacional de Mendoza 2024

Conozco muchos lugares de Argentina, he viajado bastante al país vecino, Increíblemente nunca había estado en Mendoza, la ciudad más “chilena” de Argentina. Mi señora, que ha ido varias veces, siempre me lo propuso pero nunca me hice a la idea, eso hasta este fin de semana y con un objetivo en mente: Correr el Maratón Internacional de Mendoza y dejarme sorprender por un nuevo lugar.

Para quienes no sepan, el MIM está dentro del calendario Abbott de los maratones que juntan puntaje para el Mundial Master Major de Maratón, así que está más que certificada. No es una maratón muy masiva con 1.300 participantes, pero cuenta con un 21K muy apetecido de 3.200 corredores y un 10K de 2.200 para un total de 6.700 participantes ¡Pues no está nada mal!

La Expo se realiza en la Nave Cultural, que son tres galpones acondicionados para actividades culturales. No cuesta nada llegar desde el centro y el proceso el viernes fue expedito aunque el sábado no daba abasto, es donde más corredores concurren.

La oferta gastronómica de Mendoza me dejó impresionado. Cafeterías de autor, bollería de lo más fina y variada, con opciones para celíacos y veganos; pizzerías estilo argentino y napolitano de excelente factura; gelaterías italianas, restaurantes de carnes por todas doquier; y tiendas de vino para degustar cada 30 metros en Avenida Sarmiento… Una onda espectacular. Con tanta variedad hacer carga de carbohidratos fue una tortura –deliciosa en todo caso- pero ver tantas tentaciones y solo poder comer pasta, beber agua o bebida ¡fue duro!

Viajamos con mi señora y una pareja de amigos. Mi señora correría 21K, Carlos iba por su maratón 48, yo con objetivo de acercarme a 3:05 cosa que no lograba desde 2017. En el avión estaba lleno de runners, en particular de MyTeam quienes, luego me enteré por un amigo de dicho club, fueron en grupo como maratón oficial con 40 personas en varias distancias. Muy buena onda los MyTeam, y excelentes corredores además. Vi además corredores de TYM, Fénix de Viña del Mar y otros clubes. Hartos chilenos (71 en maratón), además de muchísimos brasileños, paraguayos, peruanos, costarricences, norteamericanos… lo de internacional de este maratón es real. Es que los panoramas de esta región son para el deleite de los sentidos.

Traslado a partidas

Hay buses que parten a las partidas desde la meta a las 5:00-5:30 am, y uno paga como $10.000 chilenos. Nosotros pedimos un taxi a las Termas de Cacheuta. Hicimos una escala en Portal de Vistalba donde se bajaría Paulina para sus 21K. Debido a esa escala llegamos muy justos a Cacheuta (recomendación: compren los buses de la organización), lo justo para pasar al baño, dejar la ropa en el bus guardarropía, hacer un trote y ascensiones. Cacheuta queda en la Cordillera de Los Andes a 1300 metros sobre el nivel del mar (como referencia Yerba Loca en Santiago está a 1978 msnm) así que el frío se hacía sentir con 4ºC. Ya me lo había advertido mi amigo Sergio Vitali: “Anda abrigado porque la espera es larga y fría”, por lo que fui preparado con un overol descartable, aunque cuando uno sale de la montaña la temperatura aumenta un par de grados (a medida que avanzó la mañana corrimos con 12ºC a 14ºC promedio, lo que fue excelente).

Encajonado a 10 minutos de la partida ¡Suena el Himno Nacional Chileno! Con “O el asilo contra la opresión”, incluido, se pasaron estos mendocinos, ¡es que estamos tan cerca! Me emocioné de verdad. Luego tocaron el Himno Brasileño y finalmente el Argentino. Luego cuenta regresiva, disparo y ya estábamos en ruta desde las montañas hacia el valle de Mendoza.

Circuito y carrera

La primera mitad es de traicioneros descensos ondulantes que llaman a volar y “volarte los músculos”, luego un plano desde el kilómetro 10 y vuelta las subidas y bajadas. Iba advertido por mis compañeros del Santiago Runners quienes la habían corrido antes: “No es demandante aeróbicamente, pero es muy ‘comepiernas’. Si te cuidas los primeros 21K en los segundos le puede meter”, lo que me recordó mucho a Boston.

Los descensos siempre se me han dado bien, los ataco fluidamente y a muy buen ritmo, no así los ascensos donde pago el precio por mi falta de potencia. Por lo mismo me preparé a conciencia con los consejos del Coach Isaac Baeza, hice una buena musculación, años que no había estado tan musculado, incluso del tren superior, brazos, cuello, etc. Me sentía fuerte y confiado. Tenía una espinita clavada ya que nunca me ha ido tan bien las tres veces que he corrido en Boston. Esto debido al trauma de mi primera vez en 2009, cuando por agresivo me hice pebre los cuádriceps y los últimos 8K los sufrí a morir, luego la he corrido muy conservadoramente quedando con sabor a poco.

Con esto en mente, me tiré a paso moderado en las bajadas y persistente en las subidas, utilizando como parámetro los Watts de mi Stryd: 210W bajada y 225W tope en subidas. Todo bien hasta el 17K cuando mis muslos comenzaron a sentirse pesados. ¡Qué diablos! ¡Si he sido cauteloso! Me dije: “Bueno, no me guardaré nada si llego bien al 30K, aunque me acalambre luego”.

Los bellos paisajes ayudaban, luego del 20K uno entra en una hermosa calle flanqueada por árboles con viñas a los costados, muy campestre, hace que la mente se relaje. Pero cuando salimos del edén y entramos en la Panamericana… resultó que tenía obras entre el 28K y 33K ¡Cinco kilómetros de asfalto en mal estado seguido tramos de ripio, piedras y unas subidas satánicas! ¡Quien diga que Mendoza es fácil porque es todo bajada es un ignorante! Es demoledora, vi muchos corredores contracturados desde el kilómetro 14 hasta cerca de la meta.

Superado este tramo se enfila a “Mendoza City” propiamente tal. Aprovechando el suave perfil descendente, apliqué mi plan kamikaze, pudiendo acelerar incluso bajo 4:00m/km en algunos kilómetros. Mis piernas se quejaban, los gemelos y soleos tiritaban pero no iba a aflojar: “Matar o Morir” era el lema. Hasta que vislumbro los Portones del Parque General San Martín, los paso y cruzo la meta en 3:02:48 mi tercera mejor marca personal ¡No lo podía creer! Aguantaron mis músculos! Me saqué esa espinita bostoniana.

Post Maratón

Luego nos juntamos con Carlos, su señora y la Paulina para almorzar sin restricciones: ojo de bife, papas fritas, flan con ingentes porciones de dulce de leche, cerveza de litro, café, etc, etc. Es que Mendoza es una maravilla gastronómica.

Como conclusión les recomendaría ir a Mendoza cualquier fin de semana, pero si además incluimos un maratón escénico de topografía distinta, bien organizado y con gente amable, es una gran opción (además los trabajos de pavimentación debieran estar listos el 2025).