Martín Arias con 60 años recién cumplidos, sigue sintiendo la misma pasión por entrenar maratonistas como en los inicios de su carrera. Como Profesor de Educación Física titulado en la Universidad de Chile, llegó a formar la rama del Triatlón del Club Deportivo de la Universidad Católica en 1987 y hasta 2005, pero su pasión fue el maratón, destacándose como entrenador por sus logros, por su filosofía de trabajo y por sobre todo por sus resultados a nivel nacional e internacional.
Estuvimos el día de su cumpleaños con él, mientras trabajaba con su equipo (TYM) en el Stade Francés y aprovechamos de repasar en la siguiente entrevista toda su trayectoria, sus nuevos desafío, sus pasiones y el amor por su familia. Pero también, entrega valiosos consejos para los que correrán la próxima Maratón de Santiago.
¿Hace cuantos años que estás entrenando running?
En católica formé la rama de triatlón en el año 87, pero con los años comenzó el interés por el maratón. Todas las ciudades importantes comenzaron a tener una. Y yo lo empecé a tomarla como un hobby, tanto fue así que fui a correr la Maratón de París para tener experiencia, porque yo nunca fui atleta. Yo nadé por católica pero nunca fui atleta. Pero desde tiempos de la universidad me gustó mucho el atletismo y tuve muy buenos resultados a nivel interescolar. Tuve varios récords de Chile con niños que entrené y formé. Entonces nació este interés por formar maratonistas.
Cuando salí de Católica en el año 2005 se dio una situación especial. El grupo que yo entrenaba quisieron que yo continuara con ellos. Y quiero ser claro con esto, porque me parece cuestionable cuando un entrenador convoca a los pupilos del lugar en el que trabajaba. Pero en este caso, ellos me lo pidieron y yo tenía en ese momento tres opciones de trabajo, y opté por seguir entrenándolos porque me pareció una expresión de afecto y cariño.
Por lo tanto, desde hace diez años que formé el equipo TYM (Triatlón y Maratón), donde yo me dediqué de lleno a la formación de los maratonistas y Rubén (Arias) se vino con nosotros y él se dedicó al triatlón.
Sabemos que tu comenzaste como entrenador de triatlón, formando en la rama de la católica a grandes triatletas chilenos. ¿Extrañas ese deporte o estás fascinado con el running?
Estoy muy contento, la verdad. La primera vez que fui a Nueva York, hace 20 años corrieron seis mil personas y me pareció una locura respecto a lo que ocurría en Chile, que si juntábamos 100 era demasiado. No comparado con esos países que desarrollan mucho más el deporte yo diría que estábamos recién partiendo. Hoy en Nueva York corren 50 mil personas y en Chile se para la Alameda para correr una maratón. Entonces algo pasó en el mundo respecto a esta actividad.
Para responder tu pregunta, sin duda creo uno deja una huella, un legado aunque hay sentimientos encontrados de haber salido de una institución tan importante como Católica y que me dio la oportunidad. Ahí fui premiado como el mejor entrenador del año en alguna oportunidad, tuve tres entre los diez mejores del mundo, fui a Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos. Fui el único entrenador de Católica que estuvo en los JJOO de Sidney 2000.
Acompañando a Matías Brain?
Claro. Además que a él lo formé y lo llevé hasta los Juegos Olímpicos, o sea también me siento realizado en ese sentido. Que no solamente formé a alguien, sino que llegamos hasta el alto rendimiento juntos. Pero yo diría que de toda esa trayectoria, tal vez lo de Carlos Cremaschi fue el resultado técnico más importante de mi carrera, porque fue décimo del mundo en Lausana, Suiza, en el 98. Considerando que el mejor norteamericano salió como cuarenta, o sea fue el mejor panamericano y los nueves que le ganaron fueron figuras mundiales después. Carlos Cremaschi pudo haber llegado muy lejos.
En Católica formé el mejor equipo de Chile durante dieciséis años, tanto individual como por equipo. Fue una hegemonía en un momento determinado, formé a la escuela universitaria, la menores, formé a la actual jefa técnica. Aparte de haber hecho un trabajo muy completo, haberme entregado a esa institución en cuerpo y alma, sentí que ellos también me dieron muchas oportunidades. Viajé por quince países, o sea no tengo nada que decir o reprochar pero es una etapa que ya quemé, dejé una vara, también una huella que se debe superar y espero que así sea.
Y ahora estoy dedicado a esto, que nació con mucho afecto y cariño, tratando de continuar, reinventándome. La forma de hablar con mis deportistas cambió, la filosofía también. Antes se hacía lo que yo decía, en cambio ahora cuando estoy seguro que lo pueden hacer, les pido que lo hagan. Yo amo esta actividad y me alegra que a mi edad pueda seguir trabajando en lo que estudié y me pueda seguir desarrollando.
¿Qué es el TYM, cómo se conforma el grupo de running?
Hay un grupo de profesionales y empresarios que nació producto del afecto y reconocimiento a mi labor. Y ese grupo ha seguido trayendo a más deportistas. Yo jamás voy a poner un aviso en el diario, jamás voy a buscar nuevos alumnos. Ellos han sido los encargados de hacer crecer el TYTM. Se han unido a una filosofía, a una forma de trabajo y de enfocar esta actividad, en forma seria y no importando el nivel, pero aportando. Entonces se ha formado un grupo de profesionales exitosos, pero lo más importantes, personas de excelente calidad.
¿Qué objetivos tienen con la rama, medias maratones, maratones, correr acá en Chile, en el extranjero?
Esencialmente es correr maratón, pero también los 21k es un objetivo importante para un grupo del equipo. Pero nos enfocamos en la maratón compitiendo por lo general en fechas internacionales.
De hecho ahora preparamos Rotterdam, París, Santiago y Boston. Para el segundo semestre el grueso será Chicago y Nueva York. También normalmente van a Berlín, Amsterdam (que el 2014 fue una plaza muy importante) y Buenos Aires que es una tremenda carrera, pero que nos jugó una mala pasada el año anterior, donde hubo casi 30 grados de calor y 90% de humedad y la verdad es que por lo general obtenemos un 80% de resultado en cada maratón, pero reconozco que obtuvimos un 50% de rendimiento en esa. Fue sorpresivo porque los dos días previos estuvieron las condiciones muy buenas, pero el día de la maratón la temperatura subió de forma inesperada.
Martín esta entrevista la van a leer muchas personas que corren pero sin entrenador y estamos a tres semanas de la Maratón de Santiago, ¿qué consejos les darías?
Primero, hay que bajar las cargas. La preparación pasó. Hay que hacer una baja de carga gradual. Si están corriendo entre 70 a 90 kilómetros por semana, faltando tres tiene que hacer 60k, faltando dos 50k y la última semana tiene que ser de 30 kilómetros. Así el día de la competencia el nivel físico subirá.
Segundo, el ritmo que midieron en 21 kilómetros, lo duplican y le suman 12 minutos, esa es la proyección. La otra, si tomaron un control de 30 kilómetros y eso les dio un resultado en ritmo que fue amigable y se recuperaron los tres días siguientes, es una señal importante del rendimiento que obtendrán en la maratón.
¿Conviene complementar el entrenamiento de running con gimansio?
Es conveniente hacer gimnasio en el periodo básico, dos veces por semana. Continuar con dos en el período específico, pero disminuir a uno a la mitad del específico y las últimas seis semanas antes de la competencia, cero.
¿Y trabajos de velocidad?
Hay un principio que hay que tenerlo claro: Alternancia entre la intensidad y el volumen. Cuando un maratonista comienza es importante el volumen. Quemada esa etapa y el volumen ya no tiene el efecto de generar rendimiento, llegó el momento de hacer intensidad. Yo recomiendo que en la intensidad se hagan repeticiones entre un kilómetro y una milla. Esa es la ideal. Pero en ese minuto necesitas un entrenador, él te va a ayudar mucho a combinar la intensidad con el volumen.
¿Qué otras cosas te quitan el sueño Martín, sabemos que eres abuelo de una nieta?
En la vida me di cuenta que los hijos no te van amar como uno los ama. Uno siempre va amar más a los hijos. Pero con los nietos me cuestiono porque pienso que uno los quiere más que a los hijos (risas). Tengo una nieta que es fantástica. Mi hija vive muy cerca de mi casa y tengo una excelente relación con mi yerno (Gabriel Iriondo de Route)…
¡Son todos entrenadores!
Sí, todos estamos en los mismo. Mi mujer también, entonces compartimos mucho. Tratamos de hablar otras cosas pero al final, trato de entregar la experiencia que he tenido. Tengo la meta de llegar a los 70 años haciendo esto. Porque me encanta, me fascina y creo que estoy trabajando para personas. Y si mis alumnos lo sienten así, seguiré en esto mucho tiempo.
Muchas gracias por tu tiempo Martín…
Entrevista realizada el jueves 19 de marzo de 2015