Dicen que correr es una actividad muy barata. Y la verdad es que así es, no necesitamos gran cosa para salir a trotar. Lo que ocurre es que a veces entre las zapatillas último modelo, un pantalón especial, una camiseta transpirable, un pulsómetro-GPS, unas gafas de sol de marca y no sé cuántos accesorios más, nosotros mismos podemos encarecerlo todo lo que queramos.
¿Es necesario? Realmente, no. Casi todo es prescindible: podemos correr con una camiseta vieja y agujereada, si queremos. Un GPS es un juguete “chulísimo”; pero con un cronómetro de baja gama sería suficiente para tomarnos el tiempo; las gafas de sol no hace falta que sean el último modelo…
Sin embargo hay un elemento en el que no conviene escatimar esfuerzos: Las zapatillas. Eso no significa que te tengamos que comprar las más caras. Pero sí debemos asegurarnos de que son buenas, nos resultan cómodas y sujetan bien el peso de nuestro cuerpo. Una elección equivocada de las zapatillas nos puede costar muchos disgustos en forma de lesiones.
por Javier Serrano (Miércoles 13 de agosto de 2014)