Las lesiones son el pan de cada día de algunos corredores, sobre todo los poco experimentados y los que no cuentan con la asesoría para llevar a cabo un plan ordenado y de acuerdo a su estado de forma.
Sin embargo, podemos evitar el tipo de lesiones provocadas por traumatismo escogiendo el terreno adecuado por donde entrenar, pero ¿Cuál es?
La respuesta es TODOS, o la mayoría en realidad. Siempre que salgas a correr (sobre todo los trotes más largos) la recomendación es hacerlo sobre tierra dispareja, maicillo, asfalto y evitar los terrenos más duros, como el cemento y baldosas de los parques.
Correr por tierra dispareja (senderos rústicos y/o cross country con piedras), no es de lo más rápido, pero le das trabajo a más músculos del cuerpo (sinergistas y estabilizadores) que te van a provocar una mejor estabilidad articular.
Trotar por senderos de maicillo es lo más blando que puedes encontrar en la ciudad, pero tampoco es la superficie más rápida, sin embargo, sirve para completar los rodados largos y terminar con menos molestias que en terrenos más duros.
El asfalto es lo ideal, si hablamos de pisos duros. Recomendable por sobre el cemento y baldosas de los parques, ya que su componente es más blando que los recién mencionados, pero la velocidad no se ve afectada mayormente. Eso sí, entrenar SOLO por asfalto puede provocarte lesiones en los tendones, acelerar la fatiga muscular producto de la vibración al impactar con el pie.
Un terreno no mencionado anteriormente es el pasto, que en lo personal no lo recomiendo, ya que si este está muy crecido, tapa los «accidentes», que puedan encontrarse bajo él y provocar lesiones de mayor importancia: luxaciones, fracturas de tobillo, daños en ligamentos, entre otras.
Así que para tu próximo trote largo, escoge un circuito que contenga de todo un poco, así el entrenamiento se tornará aún más sano para el cuerpo y mente.
Andrés Barraza Patuelli
Entrenador BUCLE+ y Road Runners Chile
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