El desafío era gigantesco, pero sólo me aferré a la ilusión y la esperanza de completar el objetivo, participar en mi primer triatlón compitiendo en un 1/2 Ironman, en la primera competencia de MTB de 70 kilómetros y mi segunda maratón oficial, todo ello en un fin de semana.
El lugar escogido para realizar esta proeza deportiva era Isla de Pascua, ubicada a mas de 4.000 kilómetros de mi ciudad actual, Temuco.
Fue muy difícil abstraerse de todos los comentarios previos a la carrera: «Que era una locura», «que la altimetría era casi imposible», «que no era una competencia masiva», «que nadie había completado las tres distancias máximas de cada competencia», sin embargo, sólo alimentaron mi motivación por demostrar que sí se podía!!!
Llegué a Isla de Pascua el día miércoles, dos días antes del inicio del triatlón. La isla nos recibía con tímidas ráfagas de viento que día a día irían incrementando.
El día previo antes de la carrera, hicimos un tour con un grupo de amigos que venían a correr el maratón.
Ya había llegado el día que tanto había esperado. Todo comenzó muy bien, ya que el clima de Isla de Pascua se manifestaba calmo y con agradables temperaturas.
Comenzaba la natación del triatlón. Había que realizar tres giros para completar el trazado, la orientación era vital para esta parte de la carrera. Salí del agua en segundo lugar y comencé los tres giros de la bicicleta, en el kilómetro 60 logré alcanzar al primer competidor, en ese momento comencé a tener los primeros pensamientos de que podía hacer algo más que competir. Al terminar la bicicleta mantuve el primer lugar y comencé el trote, quizás una de las rutas más duras por las cuales he trotado. A esa altura las bajadas me «dolían» igual o más que las subidas. Mantuve el ritmo y la concentración hasta el final. Pude cruzar la meta en primer lugar en 4 horas y 55 minutos, la felicidad era plena, pero contrastaba con la incertidumbre de seguir participando por 2 días más.
Al día siguiente comenzaba la competencia de mountainbike. Al despertar las piernas acusaban el esfuerzo de la subida de Anakena. Comencé el MTB con una bicicleta que pude arrendar en la Isla, la que claramente no tenía fijaciones, por lo que tuve que pedalear con zapatillas de running. Un paisaje precioso que recorre prácticamente toda la Isla hacían olvidar el cansancio. En el kilómetro 50 logré alcanzar al primer competidor y nuevamente me ubiqué en el primer lugar, a esta altura para mí todo era un accidente producido por dos coincidencias. Logré llegar a la meta y los aplausos y felicitaciones no se hacían esperar, pero el temor era grande… ya no me podía mover y caminaba como «alicate » por el desgaste de los dos días.
Llegó el día de la maratón y sólo pensaba en llegar a la meta aunque sea caminando, el objetivo se tenía que cumplir con el corazón. Comenzó la carrera y la adrenalina lograba anestesiar mis piernas a tal punto que pude correr a una velocidad que me hizo completar los primeros 10.5 kilómetros junto al ganador de los 21K. Sabía que me encontraba en un nivel superlativo y tenía que aprovecharlo. Logré llegar al giro de la mitad de la carrera y sorpresivamente me encontré, al igual que en las dos competencias anteriores, en segundo lugar. En ese momento comenzaron las subidas de Anakena que me hacían recordar los entrenamientos del cerro Ñielol de Temuco. Logré completar los primeros 30 kilómetros y comencé a divisar al corredor que va puntero, hasta que en el kilómetro 38 logré pasarlo y nuevamente no podía creerlo. Mantuve el ritmo al borde de los calambres y logré llegar a la meta en 3 horas y 16 minutos.
La alegría e incredulidad eran totales, había podido dejar el alma en cada competencia y me encontraba vivo. Pude abstraerme de todos los pensamientos de cansancio. Pude correr con el corazón, sabía que no podía fallar recordando en cada kilómetro a mi familia y a mucha gente que me alentaba desde Temuco.
Quiero agradecer a la gente de Olimpo producciones, como a Rodrigo y Marcela, a Folo de Trichile por los consejos diarios que me entregó, a Alejandro y Paulina de Viña del Mar, a María Inés de Tierra del fuego, a Luchito Vergara de Eco Sport, los motoristas de Carabineros de Isla de Pascua con los cuales conversaba mientras corría. Todos ellos grandes personas que hicieron de Isla de Pascua un lugar maravilloso en el fin del mundo.
Felipe Ángel
Fecha de las carreras:
Triatlón – Viernes 30 de mayo de 2014
MTB – Sábado 31 de mayo de 2014
Maratón – Domingo 1 de junio de 2014