Jorge Plaza de los Reyes: 21 km Rapa Nui 2014

Había leído en más de una oportunidad que los 42 ó 21 km de Rapa Nui era una de las 10 carreras que todo runner debiera correr alguna vez en su vida. Es así, que cuando se me presentó la oportunidad, lo pensé un par de días y tomé la decisión.

Desde que llegas a Isla de Pascua, ya sientes que estás viviendo una aventura, ya sea por el clima (más parecido al Caribe que al frío y hoy lluvioso otoño de Santiago), por la tranquila vida de los Rapa, por los espectaculares atunes que comimos o por la amabilidad de todos los funcionarios públicos, entre otras cosas.

Apenas aterrizamos en Mata Veri, también se empezaba a respirar deporte. Ese fin de semana comenzaba con ½ Ironman el día viernes con llegada en Playa Anakena, donde habían varios turistas aprovechando las cálidas aguas. Luego, el día sábado, 35 ó 70 km de mountainbike recorriendo varios de los lugares turísticos de la Isla y, finalmente los 5, 10, 21 ó 42 km del día domingo.

El día de la carrera se presentaba bastante cálido con 18°C como mínima y 20°C como máxima, es decir, casi nada de oscilación térmica. Eso sí, la humedad se sentía gracias a lluvias intermitentes que las hubo casi todo el fin de semana.

En el punto de partida, éramos 300 runners en las 4 distancias que salíamos puntualmente a las 10:15. La partida era en Hanga Roa con retorno en Anakena en el caso de los 42 km. Los que corríamos 21 km retornábamos a medio camino. Rápidamente, un grupo de aproximadamente 8 corredores nos fuimos adelante, donde 2 eran de 42 km, 4 de 21 km y 2 de 10 km. Era impresionante el ritmo que llevaban los 3 primeros, todos extranjeros: 1 mexicano que iba por los 42 km y 2 americanos (1 hombre y 1 mujer) que corrían en la distancia de los 21 km. Siempre los tenía a la vista, pero se alejaban cada vez más producto de la eterna subida, el calor y humedad que empezaba a hacer estragos y que me hacían bajar el ritmo a 4:20-4:30/km.

Cuando llegamos al punto de regreso, el americano que iba 1ero se veía aún más lejos, no así la americana que iba en 2do lugar. Cuando nos cruzamos en ese punto, ella aceleró y sentí que llegaríamos en ese orden a la meta. El punto de retorno estaba en km 12 aproximadamente. En los próximos 2 km me percaté que me estaba acercando a la californiana hasta que en el km 15 la alcancé. No puedo escribir en este reporte lo que me dijo cuándo eso ocurrió. Seguí a mi ritmo y como era en general bajada (todo lo que sube tiene que bajar), fui apurando, no obstante, el gringo se veía lejano. En un momento se me acercó un buen amigo que seguía la carrera en moto y me dijo que estaba sólo a 25 segundos. Esto sucedió en el km 16 así que rápidamente calculé que si iba 5’’ más rápido que él por cada km, lo podría alcanzar. El Garmin me llegó a marcar 3:42/km y logré atrapar al americano en el km 18. De ahí en adelante, mi compañía fue el Carabinero en moto que acompaña a quien va punteando la carrera.

La llegada fue espectacular. Cruzar la meta en el “ombligo del mundo” y en una de las 10 carreras que hay que correr sí o sí, no tiene palabras. A mi izquierda el mar, las familias esperando a sus seres queridos y mi amigo el Moai. A la derecha, la espectacular Hanga Roa. Quiero agradecer a mi Sra. e hijos que “soportan” las locuras que se me ocurren en este fascinante deporte. Gracias a la paciencia de ellos puedo hacer este deporte que tanto me gusta. No quiero terminar este relato, sin dejar de agradecer a Marcela Sarmiento y Rodrigo Salas por el tremendo esfuerzo y trabajo que han logrado. Maratón de Rapa Nui ya es un evento consagrado a nivel internacional y que todos debemos cuidar para que se siga realizando.