Race Report – Maratón de Nueva York 2025
Luego de haberlo pasado muy mal en la Maratón de Tokio en marzo de este año, donde estuve enfermo antes de la carrera (lo que me impidió cargar adecuadamente, sumado a la deshidratación del día de la carrera), me quedé con una espina clavada que solo otra maratón me ayudaría a superar y es así como busqué cómo conseguirme un cupo para la Maratón de Nueva York, que sería mi quinto Major.
Eso sí, sabía que era mucho más dura y que debía prepararme mucho más y de paso mejorar muchos detalles principalmente la alimentación previa y en carrera, ya que por mi contextura quemo muchas calorías.
En cuanto supe que tenía un cupo iniciamos un proceso de preparación muy planificado con mi entrenador Mauricio Santander y con Gonzalo Zapata de Wemove. Nos planificamos hitos que fuimos cumpliendo al pie de la letra, aun así, llegué a Nueva York con los miedos que generan las externalidades del maratón, de hecho, el jueves que llegamos había un temporal bien grande y solo pensar que el domingo pudiera haber algo de viento o mucho frío podía echar por la borda todo el proceso.
El domingo entre el cambio de horario y la ansiedad desperté bien temprano, aun cuando salía en la última ola, así que tomé algo de desayuno temprano y me fui al ferry sabiendo que tenía varias horas de espera y según el plan con la nutricionista debía seguir alimentándome rigurosamente.
Desde que llegué al ferry sentí que sería un gran día, el cielo estaba maravilloso y la temperatura ideal, en la espera estuve con mi compañera de equipo Angelica Charlin y conversamos de los tiempos y dado que teníamos ritmos similares decidimos acompañarnos durante la carrera, eso también era nuevo para mí las veces anteriores había ido solo y la verdad es que ir acompañado de alguien que va al mismo ritmo con quien puedes apoyarte hace mucha diferencia.
Desde la partida en Staten Island queda claro que es una carrera impresionante, al llegar a Brooklyn empiezas a sentir una energía que no había visto en ninguna otra parte, era una energía que te empujaba a darlo todo, disfrutamos a concho la primera mitad de la carrera el ambiente era increíble y la organización fantástica, nosotros respetando el plan de carrera en términos de ritmos y alimentación llegamos súper cómodos a la primera mitad, a pesar que a cada rato se sentían los falsos planos que acompañan durante los 42,2 km.

Disfrutamos del constante apoyo de la gente que te llama por el nombre (lo llevan impreso), el apoyo de los niños, nos reímos de los divertidos carteles de apoyo que había y de los numerosos chilenos que encontramos en el camino, lo único si era que entre nosotros no nos escuchábamos y era por qué el ruido era realmente ensordecedor, así llegamos al Queensboro Bridge, que a esa altura se sintió bastante.
La entrada a Manhattan una locura, la 1ª Avenida también con un tremendo ambiente, que nos ayudó a mantener el ritmo a pesar de los falsos planos que te acompañan por toda esa avenida, un par de puentes más y ya estábamos en la 5ª Avenida llegando a Central Park, hasta ahí la única frustración era que no había visto a mi señora se suponía que la vería en Brooklyn y la 1ª Av. pero la verdad es que era tanta la gente y el ruido que fue imposible, hasta que en el km 38 la vi y me acompañó unos metros ya que nosotros seguíamos en nuestro ritmo e incluso habíamos decidido apurar un poco ya no quedaba nada.
Con esa inyección de energía entramos a Central Park en el km 39, yo me retraso un poco en el punto de hidratación y se adelantó la Angélica unos 60 metros. Traté de apurar para pillarla y siento un calambre en el isquiotibial, así que nada hasta ahí llegamos juntos, ella siguió y yo luché un rato con el calambre y con el agotamiento, pero no quedaba nada así que bajé un poco el ritmo y llegué feliz a la meta sabiendo que me había sacado la espina que me dejó Tokio y que de paso me dejaba con mi mejor marca personal, en el que es sin lugar a dudas el circuito más difícil de los Major, pero a su vez la maratón más memorable de todas.

Más tarde revisando los datos del teléfono comencé a revisar los gráficos y veo el de la Stamina que estaba en 1%, ¡lo había dado todo! La energía me había acabado como en el km 38, eso aumentó aún más mi felicidad “qué mejor sensación que saber que lo diste todo”.
Edgard Tepper
Fecha de la carrera: Domingo 2 de noviembre de 2025


