Jean Paulo Barraez: “Sub 4 en mi debut en maratón, y nada mejor que en Chicago”#MaratóndeChicago2025 #RaceReport

Race Report – Maratón de Chicago 2025

Se dice muchas veces: «La vida es un maratón» y hoy, después de haber debutado en uno de los maratones más importantes a nivel mundial, doy fe que esa expresión engloba asertivamente la similitud entre la mítica distancia de los 42,195 km con las experiencias que tienes durante la vida.

Mi nombre es Jean Paulo Barraez y voy rumbo a mis 38 años en los próximos días, durante mis primeros 35 años había sido una persona bastante sedentaria, decidí que, para tener una vida más saludable, debía hacer ejercicio. 

Decidí hace poco más de dos años comenzar a correr, primero en carreras de obstáculos y distancias de 5K y 10K pero luego, a modo de desafío, terminé inscribiéndome en mi primer medio maratón (21K). 

Me considero muy estructurado, por lo que antes de iniciar el viaje en mis primeros 21K, consulte a mi mejor amiga Maira Hernández, quien es triatleta, que debía hacer. Gracias a ella, llegué a quien se convirtió en mi entrenador al sol de hoy, Guillermo Peña (@runningacademy.gp)

Luego de semanas de preparación, terminé esa carrera satisfactoriamente e hizo que me enamorara de la disciplina, eso me llevó a investigar y aprender más sobre este mundo, donde fue casi inevitable que me apareciera información de las Marathon Majors. 

En conversaciones con mi entrenador y preguntando sobre la posibilidad de apuntarme a mi primer maratón, quedó definido que para el segundo semestre del 2025 ya podría pensar en correr esta distancia por lo que las opciones eran Berlín, Chicago y New York (se me metió en la cabeza que quería debutar en una de estas carreras “Majors” sobre las que tanto había leído).

New York no entraba en los planes porque tenía una altimetría más exigente, así que quedaba Berlín y Chicago, pensando luego en temas económicos y practicidad, Chicago fue la elegida. 

A principios de 2025, conversé con mi entrenador, para que luego del MDS (donde repetiría 21K) iniciáramos el entrenamiento para el Maratón de Chicago. 

Así fue como empezó la preparación para estrenarme en los 42,195 km, ya sabía que las carreras requieren de mucha disciplina, compromiso y tiempo para entrenar, un maratón no es diferente en ese sentido, solo se requiere más disciplina, más compromiso y más tiempo. 

Si hay un consejo que puedo darle a las personas que comienzan a correr es que lo hagan con alguien que conozca del tema y los pueda orientar, eso lo más seguro es que te lleve al éxito.

Luego de varios meses de entrenamiento, de sumar un montón de km semanales y entrenamientos de fuerza de 2-3 días a la semana, llegó la Week Race del maratón de Chicago, en ese momento me repetía constantemente «el trabajo ya está hecho» (cosa que también me dijo mi entrenador), solo restaba ir a buscar la medalla por la que tanto había entrenado. 

Seguí los consejos recibidos:

  • Llegar con varios días de anticipación, esto me permitiría retirar el kit con calma y tener días para descansar.
  • Realizar la hidratación y carga de carbohidratos con lo que ya conocía y me funcionaba. 
  • Revisar que todo lo que iba a utilizar para la carrera estaba check
  • No turistear los días previos para tener piernas nuevas el día de la carrera. 

El domingo desperté con 4 horas de antelación a mi hora de largada, la emoción y los nervios no me dejaron dormir más, me duché con calma, desayuné, me vestí y cargué todo lo que utilizaría para la carrera. 

Era importante llegar con al menos hora y media del cierre de los corrales, en Chicago habían +50.000 inscritos y mientras todos largaban, podías pasar un buen rato encajonado hasta que fuera tu turno. Mi corral fue el H, estuve cerca de 40 min de pie esperando para salir. 

Mi carrera comenzó a las 08:18:16, ya sabíamos que los GPS de los relojes iban a fallar, así que solo me tocaba seguir a los pacer de 3:55:00 que estaban en mi corral, mi objetivo era hacer sub 4, si lograba seguirlos y mantenerlos en mi línea de vista, era algo que parecía realizable. 

Los primeros km fueron muy entretenidos, música con DJ, publico a más no poder, pancartas que te sacaba sonrisas, personas que estaba apoyándote solo por el hecho de que eras corredor, no importaba si te conocían o no. Cada barrio de la ciudad tenía su magia, unos más animados que otros, pero todos te daban boost de energía. 

Con toda esa buena vibra complete el primer half, los pacers seguían en mi línea de vista así que todo iba saliendo de acuerdo al plan, la distancia era parte de lo ya corrido en entrenamientos así que no había preocupaciones, solo disfrutaba y mantenía el ritmo. Correr con la vista de todos los rascacielos era increíble y muy emocionante. 

Llegó el famoso Km 30, si mal no recuerdo estaba cerca del barrio mexicano, aquí la algarabía era desbordante, dijeron que este año no estuvo tan poderosa como en años anteriores (por todo lo que está ocurriendo con los migrantes en USA), eso solo me hizo pensar, cómo sería en años anteriores si pasar por ahí en esta oportunidad, era como tomarse un gel y recargarse de energía instantánea. 

Al salir de ahí la mente empezó a querer sabotear, se lee mucho que el maratón se corre 30K con las piernas, 10K con la mente y 2K con el corazón, como ya era materia vista, sabía que había llegado la parte de correr con la mente. 

A nivel físico me sentía bien, pero a medida que avanzaba, la mente me decía: ya estás cansado, en los entrenamientos nunca llegaste a esta distancia, deberías caminar. 

En ese momento recordé el entrenamiento mental y dije: esto es una prueba para demostrarte que la mente puede más, entrenaste para esto y vamos a seguir. Los pacers empezaron a verse cada vez más lejos y sentía que ya no iba a poder acercarme a ellos, ahora el objetivo era mantenerme en movimiento hasta cruzar la meta. Recuerdo que en la milla 22 se veía a personas ya regresando del otro lado de la calle y ellos tenían el indicador de la milla 24. 

Esto fue otra prueba más, tenía que correr 2 millas más para llegar donde estaban pasando esas personas y de ahí aún me faltan 2.2 millas más. El enredo entre las millas y los km me ayudaban a distraerme un poco sacando cuentas de cuánto me faltaba. Si hay algo que puedo reconocer es que se disfruta más correr en km porque entre una milla y otra pasa mucho tiempo, mientras que de km en km se va sintiendo el avance más rápido. 

Pero nada, por alguna razón no lograba ver siempre los avisos de los km y si lo de las millas, así que al llegar a la milla 24 ya me sentía ganador, solo faltaban 2.2 millas más, lo que no sabía es que iba a hacer la batalla mental más grande de toda la corrida, veía muchas personas caminando, acalambradas, algunos en el piso, quería detenerme y caminar un poco pero luego veía a todos los que aún seguíamos corriendo y me pregunté: ¿te duele algo? ¿te falta la respiración? No, la estrategia de suplementos e hidratación que había acordado con mi entrenador había dado resultados, nada dolía, lo que había era cansancio y me dije: ya habrá tiempo para descansar una vez que cruces la meta, ¡Vamos que te falta nada!

Estuve en esa batalla mental hasta llegar a los últimos 400 m, donde comenzaba la subida del puente de la que todos hablan. La subí con energía, veía el tiempo en el reloj y sentía que el sub 4 se me escapa. 

Hubo un microsegundo, cuando luego de subir el puente, justo antes de cruzar para enfrentar los últimos 200 m de línea recta hasta la meta que me detuve y dije: voy a caminar. 

Pero así como llegó el pensamiento, lo anulé diciéndome: vamos que aún te quedan 2 minutos para llegar, a darlo todo que para eso viniste, que no te quede la sensación de no haberlo entregado porque te vas a arrepentir, comencé a correr con todo lo que el cuerpo me permitía, las pulsaciones se fueron al cielo, el rojo de la zona 5 apareció en fracciones de segundos pero no me detuve hasta que crucé la meta. 

Gracias a mis amigos que estuvieron pendiente de la transmisión en vivo a través de la app, me enteré a solo unos pasos de la meta que el objetivo había sido alcanzado, terminé con un tiempo de 03:59:59, un sub 4 en mi debut en maratón, y nada mejor que en Chicago. 

Cómo dije al inicio, la vida es como un maratón, tienes altos y bajos, tienes momentos donde quieres abandonar, tienes esos momentos de resiliencia donde las ganas de lograrlo y perseverar dominan a las de dejarlo ir, tienes apoyo de tus seres queridos que te lanzan para arriba siempre y tienes una satisfacción inmensa cuando ves el fruto de algo a lo que le dedicaste tanto tiempo.

Por Jean Paulo Barraez

Fecha de la carrera: Domingo 12 de octubre de 2025

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