Race Report – Maratón de Londres 2025
Llegué a Londres para completar mi 8ª Maratón y 4º Major y con la intención de mejorar todo lo hecho hasta ahora, había completado un buen proceso y me sentía fuerte.
Pero aterrizando en Londres comencé a sentirme enfermo, congestionado y con tos ¡No lo podía creer! Tanto esfuerzo y enfermarme justo antes de la carrera, en fin, ya estaba ahí, nada que hacer ¡y debía recuperarme como fuera posible para correr como sea! Todos en Chile me escribían y me daban energía y ánimo.
El domingo, me levanté temprano y de buen ánimo, con ganas de correr: Tomé desayuno, equipamiento y medicamentos ok, y rumbo a la estación Victoria. Tren gratis para corredores y llegada al parque Greenwich. Todo perfecto, la información, los corrales, muchos baños, todas las personas de la organización súper amables y felices, eran las 8 y ya hacía algo de calor.
Parado en la partida 9:40, sabía que sería un día diferente al que había imaginado, era imposible correr a tope como pretendía y fui por el plan B. Correr a ritmo más controlado, disfrutar y terminar dignamente.
¡Partimos! Salimos varios corrales a la vez, pero por caminos diferentes, luego en el km 5 nos juntamos todos. Mucha gente, caminos estrechos, era imposible mantener el ritmo propio, pero nada importaba, el público era increíble, todo era demasiado: La gente, la energía y el entorno.
No podía creer que ya estaba corriendo, me sentía bien, iba apegado al plan y disfrutando la carrera. Miraba a la gente disfrazada y saludaba a uno que otro chileno en la ruta. Km 10 en modo crucero, saliendo de Greenwich rodeamos el Cutty Sark, uno de los últimos veleros de gran tamaño construidos (como nuestro Buque escuela Esmeralda).
De ahí en ruta al Centro de Londres, pequeños puentes marcaban el cambio de ritmo y la gente se volvía loca gritando, el apoyo era increíble, como si celebraran un gol.
La ruta ya era más amplia y más cómoda, gran cantidad de agua para todos en los puestos, yo usé solo las botellas de 250 que podías llevar, que además estaban bien heladas, eso fue crucial porque ya aumentaba el calor.
Llegando al km 20, lo más lindo fue cruzar el Tower Bridge, todos celebrando, saludando o mirando para cualquier lado en busca de la foto del maratón, a partir de ahí el camino va hacia el Este de Londres de ida y vuelta, rodeando el Canary Wharf. Se puede ver a los corredores élite que se cruzan entre el km 34 y 35, yo aun disfrutando y mirando a la gente, familias completas, música, carteles, niños chocando las manos, todo era una gran fiesta y una dosis de energía extra muy necesaria. A partir de ahí la carrera algo más sinuosa y había que cumplir con el plan.
Empezaron a funcionar los regadores, no me salté ninguno, todo el mundo empapado, para bajar el calor. De reojo miraba el reloj y seguía apegado al plan, sintiéndome bien, avanzando los kms y llegando al km 30 se sentía el cansancio, pero ya en pleno Londres el gentío te empujaba mágicamente.
Más calor, más geles, pastillas de sal, más agua, todo ayudaba. A la vista la torre de Londres rumbo al oeste, acercándose al Km 35 varios corredores caminando y otros siendo atendidos por los paramédicos, se notaba la exigente carrera, yo solo pedía no ser uno de ellos.
A lo lejos se empezaba a ver St. Paul y de ahí ya todo era línea recta y plano hasta Westminster, pensaba que la tarea estaba al alcance de la mano, me sentía entero, algo extrañado en realidad. Y de repente se vino la noche. Creo que por el km 37 me empecé a sentir enfermo nuevamente, estaba ahogado, sin energías ¡no podía más! posiblemente se me acabó el efecto de los medicamentos o tal vez era el desgaste propio del esfuerzo.
Estaba tan cerca y tan lejos a la vez, me tranquilicé, puse a trabajar la mente, comencé a repetir todos los mantras que uno ha usado: “No pares, dale un poco más, un km a la vez”, etc. Y trataba de acordarme de los entrenamientos previos junto a mi @Tymrunning, que habían salido perfectos, para darme ánimo, NO estaba permitido aflojar.
De esa manera, recordando y medio en trance, sin darme cuenta se apareció el Palacio de Buckingham, la recta final y la emoción de cruzar la meta.
La llegada fue más silenciosa que todo el resto de la carrera, sin tanto público a los lados, como para permitirse una celebración más íntima. Había terminado, mi mejor y peor Major, la marca y el ritmo ya no importaron, ya tenía la medalla, la más peleada y con sabor a PB por el esfuerzo.
Terminé feliz y orgulloso (aunque igual de resfriado). Londres será para mí, una de las más lindas maratones que he corrido hasta ahora, fue una tremenda experiencia, con varias lecciones aprendidas.
Gracias a todos los que me apoyaron a la distancia y muchas felicitaciones a todos los chilenos presentes.
¡El running siempre da revanchas! Un abrazo.
Gonzalo Diaz Caronna
Fecha de la carrera: Domingo 27 de abril de 2025